Resumen del año
3 errores y 3 aciertos de la tecnología en 2023
Repasamos lo mejor y lo peor que deja el año que termina
Se acaba 2023, un año movido en tecnología especialmente por la irrupción de las inteligencias artificiales generativas que han llegado al consumidor final y han despertado tantas expectativas como miedos, incluso apocalípticos. Repasamos los 3 aciertos y 3 errores más destacados que ha dado este año en tecnología.
Apple pierde frente a Masimo
Apple ha terminado el año con una de las peores noticias posibles para la compañía. Desde el pasado día 25 ya no es posible comprar un Apple Watch Series 9 o Ultra 2 en las tiendas de Apple en Estados Unidos y, conforme acaben existencias, en ningún otro comercio del país. La razón reside en la infracción de patentes de la empresa de tecnología de salud Masimo por Apple con el sensor Sp02 que mide el oxígeno en la sangre.
La relación de Apple con Masimo no es reciente. La compañía estadounidense inició contactos con la italiana en 2013 para una posible colaboración o adquisición de la empresa. Esta no llegó a producirse, pero Apple se hizo a lo largo de los años con muchos de los empleados de Masimo, comenzando por Michael O'Reilly, entonces director médico en Masimo y actual jefe de Proyectos Especiales de Salud en Apple. La Comisión Internacional de Comercio de Estados Unidos concluyó que sí se había producido la infracción de patentes denunciada por Masimo y Apple se ha encontrado finalmente imposibilitada para vender uno de sus productos estrella, recién llegado al mercado, desde estas navidades. Las dimensiones del daño que puede causar esta medida a la compañía están por ver, al igual que si Apple conseguirá revertir la decisión de la ITC.
La implosión del submarino Titan
Si ha habido una historia en este 2023 que tenía todos los elementos para mantener a los usuarios pegados a sus pantallas, esa fue la del sumergible Titan: un submarino experimental que implosionó con cinco pasajeros millonarios a bordo mientras descendía a 3.800 metros de profundidad para visitar los restos del Titanic. Cuatro días después de perder la comunicación, los restos fueron encontrados en sus cercanías.
Entre sus pasajeros se encontraba Stockton Rush, ingeniero aeroespacial y fundador de la compañía OceanGate que operaba el Titan. El submarino no estaba certificado y OceanGate había sido advertida en numerosas ocasiones de los riesgos que entrañaba un sumergible de 6,7 metros de largo controlado por un joystick y fabricado en fibra de carbono. Preguntado en una entrevista por esta cuestión, Rush afirmó que “te recuerdan por las reglas que rompes”. Desafortunadamente para Rush y sus acompañantes, romper las reglas no funciona con las de la física.
Los reveses de la conducción autónoma
Dos sucesos recientes han puesto en cuestión el progreso de la conducción autónoma, otra de las grandes promesas de la tecnología. Por un lado, Tesla tuvo que realizar una actualización urgente en el software de dos millones de sus vehículos después de que se produjeran varios choques en el modo de conducción autónoma. Pero mayor fue el revés de Cruise, la división de General Motors se convirtió en la primera empresa en ofrecer viajes en taxis sin conductor en San Francisco con una flota de más de 400 automóviles.
Tras una serie de incidentes, entre los que se incluye haber arrastrado a un peatón durante varios metros, el Departamento de Vehículos Motorizados de California suspendió los robotaxis de GM, citando un “riesgo irrazonable para la seguridad pública”.
Smartphones, esperando a los plegables
2023 no ha sido el mejor año para los teléfonos inteligentes. El dispositivo tecnológico que prácticamente todo el mundo lleva siempre encima cerrará el año con una caída del 13% en sus ventas, alcanzando así su punto más bajo en una década. Este descenso en ventas proviene de los mercados de los países más desarrollados e indica tanto que los usuarios tienen sus necesidades cubiertas como que realmente se necesita algo nuevo para convencerles de actualizar sus smartphones.
Este cambio bien podrían ser los móviles plegables, un sector que está creciendo año tras año gracias a los esfuerzos de compañías como Samsung , Motorola, Google, OnePlus y otras que están sacando productos cada vez más duraderos, al contrario de lo que sucedía con las primeras generaciones de este tipo de móviles. El cambio en el factor de forma aporta nuevas funcionalidades y sí suponen un cambio importante sobre lo que ofrecen los smartphones tradicionales. La tecnología aún necesita abaratarse, abandonar las gamas premium de los fabricantes y llegar a la gran masa de usuarios, pero tras los lanzamientos de este 2023 se encuentra más cerca.
Apple Vision Pro y la tecnología inmersiva
Otro efecto del protagonismo de la IA ha sido que el mundo ha parecido olvidarse casi por completo del metaverso, incluso Meta da más visibilidad a sus progresos con la IA que al proyecto por el que Zuckerberg cambió el nombre de Facebook. Ha sido Apple la única gran tecnológica que ha llamado la atención en este campo con la tecnología inmersiva desarrollada para las anunciadas Apple Vision Pro. Un casco de realidad aumentada y realidad virtual que presentó en la WDC de junio y que mostraba una serie de usos prácticos de la tecnología que se antojaban más realistas que las promesas de Meta sobre el metaverso.
Eso sí, Apple se cuidó muy mucho de evitar términos como este o el de inteligencia artificial y en su lugar habló de computación espacial y aprendizaje automático, distintos collares para el mismo perro. Lo que más llamó la atención, su capacidad para combinar lo virtual con la realidad alrededor del usuario. Llegarán en los primeros meses de 2024 y a un precio prohibitivo para la mayoría de consumidores, pero el potencial está ahí.
IA generativa
La protagonista del año. Tras el pistoletazo de salida que dio OpenAI a finales de 2022 con el lanzamiento de ChatGPT, Microsoft, Google y Meta se lanzaron a la carrera para no perder un tren que, durante unos meses, ha parecido que se lo iba a llevar todo por delante. A finales de 2023 y después de que todas estas compañías hayan sacado varias iteraciones de sus modelos de lenguaje y los servicios en que los emplean, las expectativas son más realistas. Los chatbots, a pesar del éxito de ChatGPT y de sus impresionantes capacidades demostradas en diversas pruebas, no son confiables en el día a día. Tienden a alucinar e introducir errores y requieren una revisión constante por parte humana para evitarlos, lo que hace que no sean tan prácticos como parecía que lo iban a ser. Quizás en el futuro, pero aún no están ahí.
Otros tipos de inteligencias artificiales generativas, aunque aún no tan populares sí son mucho más consistentes en sus resultados y otorgan capacidades al usuario que sin esta tecnología no tendría. Crear imágenes realistas, vídeos aún no tanto pero progresando rápidamente, música o voces a partir de texto u otras fuentes de datos empieza a ser habitual y a dibujar un mundo completamente nuevo en nuestras pantallas. Algunas ya están y otras pronto lo estarán, al alcance del consumidor final. Presumiblemente, 2024 será otro año de la IA conforme las grandes tecnológicas las desarrollen e incorporen en sus servicios, pero son las de creación de imagen y sonido las que tienen todos los boletos para llevarse el protagonismo.
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