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SATLANTIS: “Abogamos porque sea la ESA el gestor del PERTE aeroespacial. Las compañías necesitamos contratos, no subvenciones”

Juan Tomás Hernani, CEO de SATLANTIS, habla con LA RAZÓN sobre la industria espacial en España, cómo detectar amenazas medioambientales desde 500 kilómetros de altura, la tecnología vasca detrás de ello, la democratización que están realizando de la puesta en el espacio de satélites y cómo debería enfocar el Gobierno los fondos europeos destinados a la industria espacial para no perder una gran oportunidad

La iSIM-170 fue la primera cámara de Satlantis transportada a la Estación Espacial Internacional en 2020.
La iSIM-170 fue la primera cámara de Satlantis transportada a la Estación Espacial Internacional en 2020.La RazónCortesía de Satlantis.

SATLANTIS aún no ha cumplido una década de existencia, pero esta compañía de Getxo ya se ha convertido en un referente dentro de la industria espacial gracias a sus cámaras de observación multiespectrales miniaturizadas. La última de ellas, el modelo iSIM-90, fue transportada a la Estación Espacial Internacional el pasado diciembre en la 24ª misión de reabastecimiento realizada por SpaceX. Las cámaras de SATLANTIS están dotadas de la tecnología iSIM (integrated Standard Imager for Microsatellites) que permite observar la tierra en todas las franjas espectrales con muy alta resolución y a una fracción del coste que este tipo de misiones tenían hasta hace muy poco. Es lo que en la compañía llaman “democratizar” las imágenes por satélite, hasta el punto de que pueden poner en órbita un satélite con la misma funcionalidad que el fracasado satélite español Ingenio por una veinteava parte de lo que costó aquella misión en 2020.

Sobre este tema, la tecnología iSIM, cómo se emplea en la detección de amenazas medioambientales y que otros usos se le puede dar, las próximas misiones, el estado de la industria espacial en Europa y España, el destino de los fondos europeos en el PERTE aeroespacial anunciado por Pedro Sánchez el pasado diciembre, el “boom” de los satélites pequeños y porque se le pone a un satélite el nombre de un fraile agustino vasco del siglo XVI, entre otros temas, LA RAZÓN ha mantenido una larga conversación con Juan Tomás Hernani, CEO de SATLANTIS.

Vuestro propósito es “democratizar” las imágenes por satélite mediante el desarrollo de instrumentos de última generación a menor tamaño y coste que otros. ¿Cuánto cuesta fabricar una cámara como la iSIM-90 y cuánto tiempo lleva? ¿Y el coste de transportarla e instalarla en la ISS?

Lo primero, esta tecnología de extrema miniaturización hace que una cámara que podía pesar del orden de 100 kilos con la tecnología anterior, no muy distinta de la cámara que el satélite español Ingenio volaba y que daba una resolución de dos metros y medio, pesa 6 kilos. Pesa el 6% de lo que pesaba una “hermana mayor” de hace 10 años. El satélite que embarca la cámara pesa más o menos el doble que la cámara. El de Ingenio pesaba aproximadamente 450 kilos con la cámara, pues nuestra cámara se embarca en un satélite y el peso total son 16 kilos. Es muchísimo más barato y el coste del lanzamiento, comparando un coste a razón de 30.000 euros el kilo, un lanzamiento de 400 kilos te sale por 12/15 millones de euros y para un satélite de este estilo te puede salir por 700.000 euros. O sea que todo el proyecto de inversión es un cero menos. Eso hace que para un cliente que quiera utilizar observación espacial, pues lo que antes costaba 20, 30, 50 EU el kilómetro cuadrado, con esta tecnología de miniaturización está todo por debajo del euro. Por eso decimos que lo democratizamos, porque comenzamos a hacerlo y a ofrecer una tecnología que empieza a ser una tecnología normal. No necesitamos proyectos de cinco años para un desarrollo, para poder volar y después de volar tener datos y comenzar a hacer aplicaciones, si no que le podemos ahorrar a un cliente. Como con Enagás, “Oye, podemos revisitar tu infraestructura de tubos en España cada quince días y puedes tener esos datos incorporados a tu sistema de gestión empresarial, tu RP”, y ser como un proyecto de ingeniería de cualquier otro campo que en 18 meses está todo listo.

Imagen tomada con la iSIM-170 del desierto de los Emiratos Árabes desde la ISS.
Imagen tomada con la iSIM-170 del desierto de los Emiratos Árabes desde la ISS.La RazónCortesía de Satlantis.

¿Incluyendo la fabricación de la cámara?

Lo que hemos hecho es disciplinar el proceso…. Lo hemos convertido un poco en un componente de tipo automóvil. Lo que implica que necesitas un programa de fabricación y que puedes trabajar y hacer una planificación industrial muchísimo más normal. En un proyecto espacial primero tienes un análisis preliminar de requerimientos, luego tienes un análisis crítico, después un modelo de cualificación, un modelo de vuelo y luego vuelas. Si empezamos a pedir lentes a los alemanes nos van a tardar un año en fundir ese material especial para el espacio de lentes, las vamos a tener en año y medio y al final los plazos son los normales para el espacio. Ahora, si establecemos un programa industrial y decimos que SATLANTIS en el año 22 tiene un programa de quince cámaras, todo eso está organizado de forma que nuestro plazo de entrega sea de unos pocos meses.

¿Cuáles son las aplicaciones prácticas de la iSIM-90? ¿Están todas relacionadas con el medio ambiente?

El primer gran frente es el mundo del medio ambiente. El poder medir emisiones de gas, emisiones de metano, CO2, emisiones de NOX en ciudades, partículas sólidas en suspensión... O sea, el mundo, el aire y fundamentalmente lo relacionado con la contaminación. Luego tenemos el mundo del agua que también es importante para un seguimiento de costas, para ver correntías, fitoplancton, problemática como la que tiene La Manga en este momento, el poder medir qué exceso de fertilizante se te está yendo al mar y está generándote esos conflictos y por supuesto también de tierra. En el medio ambiente para poder medir incendios, masas quemadas, medir riesgo por exceso de biomasa en determinadas zonas, contaminación de suelos... El campo medioambiental tanto de tierra, de aire como de agua lo calificaría como el primero. Después, todo el mundo agrícola que es más tradicional: cosechas, control de plagas, una enfermedad, agricultura de precisión... Estamos hablando de resoluciones de 2 metros. Poco a poco, los clientes te van enseñando cuál es la huella espectral de una determinada patología en el olivo, por ejemplo. Es que desde el espacio podemos ver esto de una forma masiva, pero también en cada árbol porque en un píxel de 2x2 metros podemos colocar un olivo. Si hablamos de vid, de vino, igual tenemos que ir a una resolución un poco mayor y tenemos soluciones de 80 cm en cámaras un poco más grandes. La iSIM-170 que volamos con los japoneses hace dos años, lo mismo. Donde vemos ese píxel estamos viendo esa espaldera que nos puede medir el nivel de desarrollo de la planta. Luego está por supuesto el mundo de los cambios, el tráfico marítimo, de barcos y también su contaminación, movimiento de mercancías, tráfico aéreo, quizás el tráfico de coches. Hay otros métodos, pero también puedes tener un ojo global. Luego está el tercer segmento qué es el mundo de la defensa, dónde lo que puedes tener es una información clave de protección de fronteras o de activos críticos.

"Render" de la cámara iSIM-90 que se encuentra en la ISS desde el pasado diciembre.
"Render" de la cámara iSIM-90 que se encuentra en la ISS desde el pasado diciembre.La RazónCortesía de Satlantis.

¿A qué te refieres con huella espectral?

La luz nos cuenta muchas cosas de los fenómenos. Entonces, SATLANTIS es una compañía que se dedica a entender el lenguaje de la luz. La luz es una onda que va de los 400 a los 800 nanómetros, es un segmento que llamamos el espectro visible que es el que ve el ojo humano. Pero por debajo de 400, tenemos un mundo de ultravioleta en el que pasan muchas cosas y en el que, también con sensores adecuados, podemos hacer fotos en esa parte del espectro y a partir de 800 en el rojo. También vemos más allá del rojo en el infrarrojo, distintos segmentos, infrarrojo cercano, infrarrojo mediano, infrarrojo duro, que se ven otro tipo de fenómenos. Cuando yo me refiero a huellas espectrales, pues un plástico en el mar se ve en una zona determinada del espectro. No es lo mismo una botella que una bolsa. Cuando nos fijamos en una zona concreta, nos ponemos unas gafas para ver en 900 pues estamos viendo ese fenómeno. Para ver emisiones de metano nos tenemos que poner unas gafas para ver en el 1700 y ahí cuando vemos una salida, una emisión de metano lo vemos con esas gafas. No son fotos para el ojo humano, que también, sino que en general las aplicaciones necesitan observar en planos muy concretos. Eso es a lo que llamamos huella espectral.

¿Cuáles son las principales amenazas medioambientales que la iSIM-90 o la iSIM-SWIR pueden monitorear?

El metano es el primer tema que queremos priorizar. Primero, porque es muy difícil. El metano no se ha detectado hasta ahora vía satélite, se comienza a hacer ahora unos pinitos. Hemos extendido la cámara iSIM-90 al mundo del infrarrojo, en la zona en la que emite el metano. Y ahora estamos todo el mundo, el procesamiento “software”, para interpretar esa nube de metano de forma adecuada porque no es lo mismo verlo en el tubo que verlo a 500 km. Es un pequeño milagro que, tras 500 km de columna de atmósfera, seamos capaces de decir que este tubo, con una precisión de 5 por 5 m, está emitiendo metano. Nos debemos centrar mucho ahí, qué es el primer campo. Además, la Comisión Europea lo ha dicho, va a emitir una normativa de regulación de emisiones. El metano es un gas que tiene un potencial de efecto invernadero 80 veces más nocivo qué el CO2 y además se está observando que las emisiones son más importantes de las que creíamos.

¿Alguna otra amenaza medioambiental?

Por las particularidades de España, la detección de masas de fitoplancton en el mar puede ser una aplicación también muy interesante que nos ayuda a tener una información cercana de que se está generando ahí una determinada masa que tiene correlación, probablemente, con una emisión de nitrógeno desde un río, que ha habido ahí una fertilización de fósforo y nitrógeno en exceso, que está generando que el mar se engorile y que haya unas algas que estén creciendo ahí rápido. Al final, creo que estas tecnologías van a ser clave para la regulación responsable, que podamos tener una regulación medioambiental más exigente pero más cercana con la realidad. Muchas veces sí no, los parámetros con los que se emite la regulación no tienen una base repetida y recurrente en la que a lo largo del tiempo se haya podido ver cómo se comporta un fenómeno. Creo que el espacio es casi casi la única alternativa para hacer esto global y con series temporales, en grandes zonas geográficas que se ejecuten de la misma manera. En el caso español sí hablaríamos de costas, control de litoral, fitoplancton como segundo tema.

Parte del equipo de Satlantis trabajando en la iSIM-90.
Parte del equipo de Satlantis trabajando en la iSIM-90.La RazónCortesía de Satlantis.

¿En qué consiste vuestra tecnología Ultra High Resolution?

Es una tecnología que tiene una mirada distinta porque proviene de la astrofísica. Nosotros somos una astrofísica de mirar para abajo, no de mirar para arriba. Rafael Guzmán, uno de los socios fundadores de la compañía, se trae de la Universidad de Florida esa astrofísica de analizar las estrellas para implementarla en un contexto totalmente distinto de mirar para abajo desde el satélite. En lugar de una observación tranquila, toda la noche, con tipos de apertura de minutos, estás viajando a 30.000 km/h muy cerquita de la tierra y haces capturas de imágenes de microsegundos. Esta Ultra High Resolution significa que una cámara pequeña nos daría una resolución pequeña o mala, pero gracias a esta tecnología multiplicamos por 3 esa resolución. Permitimos que una cámara tres veces más pequeña de la misma resolución que una cámara mucho más grande gracias a esta tecnología de ultra procesado. Es “software”, tratamiento de señal y mucha electrónica porque para capturar 53 imágenes por segundo con 12 megabytes por imagen, lo que tenemos es una especie de supercomputador que se traga toda esa cantidad de datos para al final darte una imagen por segundo, mucho más precisa que las imágenes iniciales. Es una mezcla de “hardware”, “software” y tratamiento de señal.

La compañía afirma que vuestras cámaras cuentan con las mejores especificaciones del mercado. ¿Cómo se compara vuestra última cámara enviada al espacio, iSIM-90, con otras cámaras de observación?

Hay un estudio qué ha hecho la firma Euroconsult que compara las distintas cámaras de mercado por su tamaño que, básicamente, significa su coste. No solo el de la cámara sino el del satélite y el coste de la misión para poderlo lanzar, entonces lo qué buscarías es la cámara más pequeña posible con la mayor resolución posible. El estudio te muestra una matriz de tamaño de cámara y de resolución y nosotros estamos en el “sweet spot” (punto dulce), la mayor resolución con la menor dimensión. Estamos a un factor competitivo con nuestra competencia del orden de dos, tres veces. Para conseguir nuestra resolución tienes que irte a cámaras de grandes multinacionales que igual están hablando de 100 kg contra los 6 kg de nuestra pequeña cámara y si lo comparas con cámaras de la misma dimensión pues estás hablando de resoluciones de, en lugar de 2 metros, de 8 o 10. El “sweet spot”, en este momento, es el nuestro.

Actualmente contáis con dos de vuestras cámaras, si la iSIM-170 aún permanece en la ISS, observando la Tierra desde la ISS. ¿Conviven las dos cámaras o la iSIM-90 sustituyó a las iSIM-170?

Es muy buena pregunta. Las navidades pasadas, la 170 se desmanteló en la zona japonesa y la que hemos mandado en diciembre está en la zona americana, un área diferente de la Estación Espacial que está operada por el Departamento de Defensa, pero solo tenemos una.

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¿Cómo se desmantela una cámara que está en la ISS? ¿Se devuelve a tierra?

Es más barato destruirla que devolverlo a la tierra y se hizo. La destrucción en el espacio de un componente tan pequeño, se lanza hacia abajo y la propia entrada en la atmósfera la quema. Esa es la manera de hacer el “deorbit” (sacar de órbita) de los satélites pequeños. Se empuja hacia abajo el objeto y cuando baja de 400 a 300 kilómetros, prácticamente ahí comienza a desaparecer.

Vuestra próxima misión supone el lanzamiento de vuestro primer satélite, Urdaneta, en junio. ¿Qué puedes contarnos sobre Urdaneta?

Urdaneta representa ya saltar de tecnología de cámara a tecnología de solución completa. Para nosotros es una maduración de la compañía que es el objetivo que nos planteamos con la ronda de financiación del año pasado. Entonces entró Enagás, también el CDTI y los propios socios de Atlantis y la SEPI. Fue una ronda de 16 millones y medio cuyo objetivo era hacer un “update” de la empresa para pasar de ser una compañía de cámaras a serlo de soluciones completas, con una visión en la que la cámara es el primer elemento que resuelve el problema del cliente y luego necesitas rodearlo de un conjunto de tecnologías para que al final el cliente terminé teniendo los datos que necesita para resolver su problemática de incendios o su problemática de detección de metano. Para eso, SATLANTIS tenía que hacer este viaje y Urdaneta es el primer paso de volar un satélite propio. La cámara de Urdaneta es muy parecida a la cámara de la Estación Espacial Internacional. Es una Cámara con cuatro bandas, 2 metros de resolución y el satélite es de 16 kg. Lo vamos a volar con SpaceX entre primeros de junio y primeros de julio. Todavía no está cerrada la fecha del Falcon y va a representar ese salto con el que queremos también posicionar a SATLANTIS como proveedor de sistemas completos de observación para nuestros clientes. Urdaneta aspira a ser propiedad de múltiples clientes, tanto privados como públicos, a los que podamos darles un sistema completo de observación. Un país que quiera tener toda la información de su territorio a 2 metros de resolución todos los días, eso sería un proyecto igual que Urdaneta e iremos contando los casos que vamos a ir cerrando poco a poco, pronto contaremos el siguiente.

¿Cuál es la vida útil de Urdaneta?

La vida útil programada es de cuatro años. Los elementos más sensibles son partes de la electrónica la memoria, también la batería. Se intenta ajustar para que todo, los paneles solares, no tengas una sobre ingeniería en ninguno de los componentes y qué más o menos esté dentro de los cuatro años. La realidad es que puede vivir más, pero certificamos… hemos hecho una radiación en tierra idéntica a la que va a recibir el satélite durante cuatro años, para ver que sobrevive. Se ha hecho un proceso acelerado de radiación para garantizar esos cuatro años de vida. Y pensamos que es un plazo adecuado también desde el punto de vista de la salud competitiva, de la tecnología, porque probablemente dentro de 2 años sea una tecnología razonable y al tercer o cuarto año esté bastante obsoleta. Que eso coincida, la obsolescencia de la tecnología con el fin de la vida útil. Todo encaja bastante bien porque lo que se requerirá es lanzar los Urdaneta II que irán manteniendo al día esas características, porque la tecnología es una vorágine que está evolucionando a toda velocidad. Al final de su vida útil sucede lo mismo que con la cámara.

Juan Tomás Hernani, CEO de Satlantis.
Juan Tomás Hernani, CEO de Satlantis.La RazónCortesía de Satlantis.

¿Lo elimináis de la misma manera?

Tiene un mecanismo de “debris” (restos) que lo empuja hacia abajo y cuando baja de 300 km empieza a desintegrarse. Por cierto, debería ser una norma de obligado cumplimiento que exista un dispositivo de eliminación del objeto una vez que termina su utilidad, que podían ser 5 años. No vamos a destruir el satélite a los cuatro sino cuando veamos que puede tener ya mal funcionamiento de memoria, etcétera.

Así evitáis que se acumule más basura espacial.

Fíjate que estábamos hace tres años con 100 satélites de lanzamientos al año y estamos ahora ya, aproximadamente, en 800. Los satélites pequeños están en un “boom” gigantescoque se debe fundamentalmente a unos pocos grandes emisores: el propio SpaceX con la constelación Starling, Amazon, One Web, etcétera. Hay una serie de pequeños grandes emisores que multiplican por ocho el número de satélites lanzados por año.

¿Qué coste, en tiempo y económico, tiene poner un satélite como Urdaneta en el espacio?

Nosotros comprometemos con el cliente un proyecto de entre 12 y 18 meses, depende de cuando nos pille para lanzar al espacio, que es un récord increíble. Es un punto competitivo importantísimo y con relación a coste, de aquellos presupuestos de 200 millones de Ingenio, hoy en día son presupuestos de menos de 10, es súper competitivo. Son proyectos al alcance de una compañía eléctrica, de una compañía gasista e incluso de una comunidad autónoma o un pequeño país. Esto ya no es el club de los países muy ricos sino que cualquier entidad pública mediana puede tener disponible un proyecto para poder hacer un control de su territorio digital, en casi tiempo real y un poco como exigen los cánones del siglo XXI.

Huelva, a través de la iSIM-170.
Huelva, a través de la iSIM-170.La RazónCortesía de Satlantis.

¿Realizáis todo el proceso de fabricación?

Nosotros, probablemente, seremos la compañía que tiene más valor añadido del mercado en confección del satélite completo, pero porque la cámara representa más de la mitad del valor añadido del satélite completo y es un componente que hacemos al cien por cien. En el resto de componentes, tendemos a hacer integración, o sea, que no fabricamos la placa de radio en banda x o las baterías. Todo eso son componentes que en general integramos en la solución completa del satélite. Tiramos de un ecosistema de “partners” (socios) para la construcción completa del satélite. Atlantis se queda con su valor histórico añadido qué es la concepción completa de la cámara.

¿Con quién colaboráis para poner en órbita Urdaneta?

Tenemos “partners” como NanoAvionics, Micronia, Alén… En España estamos trabajando con Deimos en un desarrollo de microsatélite, con Airbus estamos también en otro consorcio… Para nosotros la plataforma es un elemento variable que consideramos menos estratégico y que trabajamos con socios variados dependiendo un poco de la misión.

ISIM-170 e iSIM-90 son las dos cámaras que habéis lanzado hasta ahora al espacio. Pero vuestro desarrollo más reciente es iSIM-SWIR. ¿En qué se diferencia de las anteriores y en que misiones va a participar?

Lo que nosotros proporcionamos es un conjunto de canales en una misión de observación, estandarizados y probados, que tienen dos características. La primera es cómo de grande o de pequeña es la lente, la apertura, cuanto más grande sea la lente mayor es la resolución. Y la segunda característica es el detector. El detector, que es de silicio, mide el mundo visible. Depende de cuál sea el componente del detector, pues te vas metiendo cada vez más en el infrarrojo. Ahí, SWIR significa que el detector está viendo el Short Wave Infrared (infrarrojo de onda corta), una zona del infrarrojo. La cámara de iSIM-SWIR es un canal qué puede ser más grande o más pequeño. Un canal pequeño es la iSIM-90 qué significa 90 mm de apertura mientras que un canal grande es iSIM-170 qué significa 170 mm de apertura y estamos ahora trabajando, en el entorno de defensa, un canal ultra grande de 300 mm.

¿Eso sería el SWIR?

No, eso es el tamaño de cámara y la resolución, y el SWIR es el detector. Son dos componentes independientes. iSIM-SWIR lo lanzamos con el canal 90, con la apertura 90 y el detector para infrarrojos, pero lo normal es que tengamos una cámara de 2 canales en el que coloquemos un canal visible en silicio y un canal infrarrojo en SWIR que nos vea el mundo del metano, por ejemplo, o de incendios.

Tenéis otra cámara en desarrollo que es la iSIM-MONO.

Eso es que lleva solamente un canal. en lugar de tener dos o tres, por ejemplo. Ahora vamos a iniciar la construcción del siguiente satélite… Bueno, después de Urdaneta viene GEISAT qué es el satélite de Enagás que está previsto para junio del 23 y ahora vamos a empezar la construcción del siguiente satélite que es un micro satélite que tiene cuatro canales. va a tener un canal visible de 90, un canal SWIR 90, va a tener un canal grande de 170 y luego va a tener otro canal multiespectral también grande. Entonces, una iSIM-MONO es una cámara que tiene un solo canal y en general una misión. Bueno, podría tener un solo canal si es muy chiquitina o puede tener 2,3,4 para ampliar la capacidad de observación.

¿Urdaneta es microsatélite?

Urdaneta es todavía CubeSat. Los CubeSat son más pequeños, tienen un formato de forma estandarizado de 10x10x10 centímetros, es una especie de cubo de Rubik. Hay satélites UDO u que son más bien universitarios. En nuestro caso es un 16 u qué significa que tiene un 2x2 de base. Tiene cuatro cubos en la base y tiene una altura de cuatro, 16 cubos en total, ese es el volumen total del satélite. Eso es importante porque se mete una especie de máquinas de reenvío que se llaman los “deployers” (implementadores) porque un cohete no puede llevar un satélite tan pequeño. Un cohete necesita agrupar satélites muy pequeños en una especie de dispensadores. Estas máquinas dispensadoras que van lanzando los satélites después de quedarse solas en órbita necesitan que los satélites tengan un factor de forma estandarizado y ahí lo de las “cubes”. Entonces, el Urdaneta es un 16 u, es un CubeSat no un Microsat.

¿Por qué elegisteis el nombre de Urdaneta para el satélite?

Urdaneta es un guiño al fraile, al astrónomo y matemático fraile agustino de Orbizia, vasco de Orbizia que estuvo toda la vida obsesionado con el retorno a través de las aguas del Pacífico. Cuando la Nueva España situada en México, en Acapulco, se planteaban conectarse con la aventura en Filipinas veía que la ida se hacía muy bien pero a la vuelta no había manera de volver. Se subió hasta el paralelo 40 y entonces vio que se podía volver por el Pacífico porque sus estudios de astronomía eran ciertos. Había una corriente de retorno que le permitió no tener que volver por el Índico y por todo el control portugués y se volvía por el propio Pacífico. Se conoce poco la figura de Urdaneta en la historia de España, entonces hemos querido reivindicar al aventurero, al astrónomo, con un satélite en el siglo XXI a 500 kilómetros de altura. Elcano estaba ya demasiado visto, todo es Elcano. En cambio, Urdaneta no se había utilizado tanto. Es una figura que hay que consultar, de verdad, tenemos que reivindicarlo para la Historia y por tantísimo para el imperio, en aquel momento, y también muy importante para todo el tráfico marítimo, el comercio y la vuelta de todo el tráfico de especias desde Molucas, Filipinas y Japón… Yo creo que tenemos que colocarlo en su sitio.

Recreación del satélite GEISAT para la detección de metano que Satlantis planea lanzar al espacio en 2023
Recreación del satélite GEISAT para la detección de metano que Satlantis planea lanzar al espacio en 2023La RazónCortesía de Satlantis.

En el proyecto GEISAT, ¿hacéis vosotros el satélite?

GEISAT es muy parecido a Urdaneta, el satélite es el mismo pero la diferencia es que la cámara 1, de los dos canales de la cámara, es un canal SWIR que permite ver metano. GEISAT es gas efecto invernadero.

Habéis comentado qué vais a sumar a todas vuestras misiones la detección SWIR y la resolución multiespectral submétrica. ¿Esto quiere decir que vais a hacer con la iSIM-90 como habéis hecho con la iSIM-170, sustituirla por un modelo superior, la iSIM-SWIR?

Efectivamente, todavía no lo hemos hecho pero la 170 tienen más área de luz que cubrir. Tenemos que hacer un proceso que llamamos de mosaico de detectores. Es un poco más complejo, pero tendremos un canal SWIR en la 170 también que nos va a dar mucha más resolución. En la 170 vamos a llegar a tener 5x5 metros de SWIR que es una resolución altísima, del orden de magnitud de la que da Word View en este momento, que es el mejor satélite del mundo. Entonces, con un satélite pequeñito vamos a conseguir la misma resolución que tiene uno de los grandes satélites a través de este esquema de mosaico. Esto es el satélite que estamos empezando a construir ahora, este microsatélite de cuatro canales.

Si te entiendo bien, entonces no sería sustituir la iSIM-170 por la iSIM-SWIR o por otro modelo.

Realmente, la 90 va a estar embarcada también porque tiene muchas ventajas, tiene un ancho de visión muy amplio de 26 km. Cuanta más resolución tienes, más focalidad y por tanto menos zona ves. Te concentras más en una zona específica que vas a ver con muy alta resolución. La combinación de tener un canal que con la 170 ve resolución submétrica en 80 centímetros y resolución SWIR de 5 metros, con otros dos canales 90 de una amplitud mayor, te va a permitir tener un ancho de visión de 26 km.

SATLANTIS se fundó en 2013, lanzó su primera cámara al espacio en 2020 y ahora sois una referencia en vuestro sector.  ¿Cómo valoráis el sector de la industria aeroespacial en España en relación a los países de nuestro entorno?

Yo creo que tenemos una industria espacial muy potente. Ha surgido a la vez que nosotros una industria que está construyendo lanzadores como PLD, que hace plataformas y sistemas de comunicaciones como Aren, que hace placas solares en Málaga como DHV…. Te estoy hablando de empresas que ya tienen 80 personas, mediana empresa. También hay otras empresas que hacen lo que es el mundo de aplicación de datos que también está surgiendo. Es un sector en el que todos juntos seriamos ya una gran empresa del orden de casi 400 personas y que no existía, no era material, hace cuatro años. Yo creo que, además de la industria tradicional que respeto mucho, hay una nueva industria española que todavía no ha tenido su oportunidad de hacer un gran proyecto coordinado como pudiera ser un PERTE o un proyecto a demanda del Gobierno para resolver retos ambientales o de agricultura y yo creo que hay una oportunidad gigantesca. Nos preocupa que, en el contexto europeo de los fondos de recuperación, un país como Italia esté destinando 2.100 millones a la industria aeroespacial, Francia está destinando 1.700 millones con un compromiso de Macron de dedicar el 75% de todo ese importe a PYMES, pero que un país como Portugal esté en una constelación atlántica en la que va a colocar 200 millones o un país como Grecia esté en cifras similares. Tenemos que tener cuidado, también en términos relativos, en cómo colocamos a España en la puesta en espacio de los fondos de recuperación. Tenemos una industria de base muy importante, pero que si no la regamos con la intensidad que la están regando nuestros vecinos, pues nos podemos quedar muy atrás, podemos terminar siendo una anécdota. Esto es un poco una llamada a nuestras autoridades responsables, que miren que está haciendo el entorno europeo y con quien y que sepan que en España tenemos una industria nueva, espacial, muy potente y muy preparada que puede traer un empujón de competitividad a nivel internacional muy importante. Y que si nos quedamos en una aplicación muy escasa o raquítica, pues podemos terminar con un problema de falta de oportunidad de mercado, desde el lado público en España, que nos deje en una desventaja competitiva. Es una oportunidad y un riesgo, yo me quedo con la interpretación positiva, pero tenemos que ponernos las pilas.

La iSIM-170, en las instalaciones de Satlantis.
La iSIM-170, en las instalaciones de Satlantis.La RazónCortesía de Satlantis.

SATLANTIS ha hablado en varias ocasiones de la soberanía espacial, ligándola a la soberanía tecnológica. Habéis comentado que es un reto que en España aún no se ha abordado como en otros países. ¿Qué importancia tiene y que pasos habría que seguir?

Podríamos imitar a Francia, no tenemos que inventar muchas cosas. Tener una capacidad de decidir, en primer lugar, en qué segmentos queremos ser líder en el mundo. Creo que no tiene sentido atender las necesidades del país, desde el país, pensando en la autarquía. Eso sería un pequeño fracaso. Tendríamos que ver que oportunidades de las propias necesidades del país se pueden atender para que esa industria lidere esa posición en el mundo. Esa es la pregunta que tenemos que hacernos. Si yo consigo un proyecto con el ministerio de Defensa, ¿voy a ganar el proyecto en Chile? ¿O voy a ganar el proyecto en Emiratos? Si la respuesta es sí, que con esta oportunidad podemos liderar una tecnología en el mundo, entonces tiene sentido esa soberanía. Sabemos que la soberanía no puede ser 100%, tenemos que decidir en que puede ser, pero creo que tenemos que superar un modelo que es de la contratación multinacional. ¿Qué porcentaje se subcontrata a la industria española? Estamos en este modelo, tenemos que evolucionar a otro que es qué porcentaje puede liderar la industria española, no como subcontratista sino como un segmento especializado que puede liderar en el mundo. Yo lo digo porque creo que SATLANTIS puede desempeñar esa función en el mundo de los satélites pequeños. Y eso es soberanía tecnológica.

Pedro Sánchez anunció el pasado diciembre que el Gobierno destinará 400 millones de los fondos europeos Next Generation al PERTE de la industria aeroespacial. ¿Cómo valora esta decisión del Gobierno y la cantidad destinada al sector?

Yo creo que es una gran decisión y la valoro positivamente, pero cuando la miramos en detalle, lo que tenemos que ver es que para la nueva industria se está hablando de unos 30 millones. Hay un parte muy importante que es aeronáutica y que, probablemente, tiene mucho sentido que haya una inversión de casi 400 millones en el sector aeronáutico. Pero cuando vemos el destino espacial, que muchas veces se habla de aeroespacial pues porque hay industrias como Airbus que están en los dos mercados, pero en general tienen poco que ver, sinceramente. No hay ni mucha sinergia tecnológica ni mucha sinergia de mercado. Deberíamos hablar de aeronáutica y después hablar de espacio y ver que estamos haciendo en cada tema. Entonces, el PERTE aeroespacial es absolutamente necesario y no puedo más que, en fin, estar muy de acuerdo con el presidente en su lanzamiento, pero a la vez recordar que esto no cubre las necesidades del espacio. Y no las cubre porque cuando estamos hablando de las cantidades que te he mencionado antes de nuestros vecinos, se refieren solamente al sector espacial. Creo que tenemos el riesgo de que el sector espacial quede cubierto con un déficit importante.

Entonces de los 400 millones, ¿la parte dedicada al sector espacial serían 30 millones?

No lo sabemos todavía porque no ha salido, pero podría ser. Además, hay un segundo factor cualitativo que es que desde el sector espacial abogamos porque sea la Agencia Europea del Espacio la que pueda ser el gestor, que España pueda hacer la encomienda de que esos fondos los gestione la ESA (European Space Agency) porque tiene una gran ventaja. Esa ventaja es que va a convertir subvenciones y ayudas en mercado. La ESA contrata, la ESA es un cliente al que le facturas por una serie de hitos, retos y misiones. Y de esa manera, en lugar de darnos una ayuda vía subvención, que al final no deja de ser un antibiótico, nos da una gran oportunidad de mercado que es lo que realmente refuerza a las compañías. Las compañías necesitamos contratos, no necesitamos subvenciones. El que sea la ESA, como va a suceder en el caso italiano o el caso griego es una oportunidad… También cualitativamente quiero hacer esta mención porque es muy importante que esto pueda ser oportunidad de mercado y no oportunidad de ayuda.

"Render" de la iSIM-SWIR.
"Render" de la iSIM-SWIR.La RazónCortesía de Satlantis.

¿SATLANTIS se beneficiará del PERTE?

No lo sabemos. Nosotros, con mucho respeto a toda la industria con la que supongo que tendremos que colaborar y competir, haremos nuestros mejores esfuerzos por estar ahí posicionados. La verdad es que lo que si te puedo decir es que tenemos muchas ofertas para los proyectos, sobre todo en Italia, Portugal pero también en Grecia y en Francia. SATLANTIS es una compañía interesante para el sector en Europa. Lo que nos gustaría es que o bien se busque una manera de federar proyectos relacionados con los fondos de recuperación a nivel europeo o, alternativamente, España tenga una postura potente y agresiva para hacer realidad esto.

¿Dónde estaría la industria espacial española sin los fondos europeos?

Primero donde está ¿no?, porque todavía no han llegado. Tenemos un sector que no es muy grande pero se estima en el orden de los 900 millones. Creo que nos deberíamos quedar con la parte de desarrollo tecnológico una vez restados HISPASAT y DESAT, que no hay porque restarlos pero para ir sabiendo cuales son los distintos componentes tecnológicos, pues podemos estar en unos 400 millones de desarrollo tecnológico. De estos, a nivel de empleos, creo que estamos cerca de los 400, la suma de los empleos de las PYMES que puede ser del orden de un 30%. Es la situación hoy, podemos tener un momento de impulso que sabemos que es puntual, que eso no se va a quedar de forma estructural en los presupuestos públicos, pero podía representar tener dos años donde la actividad que podamos tener, sea del orden del doble y eso puede ser un chute muy importante para la salud y el desarrollo del sector en este momento.

¿Quieres añadir algo?

Bueno, que miramos al futuro con optimismo, que creemos que en este “green deal” y en esta evolución hacia una economía sostenible y verde tienen que surgir pesos de distintos sectores y que tenemos que estar muy atentos. Creo que hoy España es la segunda potencia de Europa en automóvil y eso se ha conseguido con un proyecto de largo plazo con el que hemos superado el número de coches fabricados en Francia. Hemos llegado a ese punto. Un proyecto con ambición, con una visión a largo plazo, con estabilidad, con determinación de recursos empleados de forma eficiente a mercado y no subvenciones… Creo que en el espacio podemos tener una serie de segmentos en los que España sea líder europeo y un referente internacional. Esa oportunidad depende de que lo público y lo privado estemos cohesionados, compartamos proyecto, como creo que hacemos nosotros que hemos compartido empresa y hay un cuarto de la compañía que es propiedad del sector público, y tracemos el “roadmap” con los mismos objetivos. Porque con ese alineamiento fuerte construiremos una industria líder y potente y si estamos sin esa visión a largo plazo, nos será muy difícil. Seremos un país muy difícil para ostentar este liderazgo internacional. Depende solo de nosotros.