El gadget del sábado: Coros Pace Pro, cuando la pantalla hace al reloj

A fuerza de excelentes prestaciones, buen diseño y unos embajadores como Kilian Jornet o Eliud Kipchoge, Coros se ha hecho con una parte importante del sector de relojes inteligentes destinados a deportistas. Un mercado muy complejo en el que Suunto, Garmin y Amazfit, también se disputan el podio. Y ahora Coros presenta su último reloj, el Pace Pro.

Lo primero que llama la atención es que se trata del primer reloj Coros que cuenta con una pantalla AMOLED y respalda esa pantalla con un brillo de 1500 nits. Todo esto se traduce en una mejor (mucho mejor) definición, algo que se agradece mucho cuando estamos corriendo y un brillo que no se amilana ante los días más soleados.

Lo segundo es su diseño: pesa apenas 37 gramos y las correas (silicona o nylon) distribuyen muy bien el “encastre” en la muñeca: no se mueve fácilmente, la transpiración no es un obstáculo y se pueden intercambiar fácilmente. Detalle: la correa de silicona tiene decenas de agujeros para cerrarlo, algo que facilita mucho el agarre y mejora las mediciones vinculadas a la frecuencia cardíaca. En esto Coros ha hecho un buen trabajo, ya que se ha centrado menos en un sensor y más en un mejor contacto entre la piel y el reloj. Una forma económica e inteligente de incrementar la sensibilidad. En cuanto a colores, el Pace Pro está disponible en azul, negro o gris. Personalmente, este es el mejor de los tres.

También es fácil utilizar las diferentes esferas disponibles en la app para personalizar el reloj. Pero vamos con lo que importa. Lo primero, el GPS: cuenta con uno de doble frecuencia y es muy eficiente. Lo hemos comparado con otros que cuentan con información de tres satélites y el resultado ha sido más que aprobado. Lo hace muy bien, de forma muy precisa y sin consumir mucha más batería (38 horas con el GPS a pleno y hasta 20 días sin esta opción).

Otro detalle importante que, aunque cada vez es más común, no quiere decir que sea menos importante: mapas sin conexión, una enorme ventaja a la hora de alejarse un poco de la ruta habitual.

La distribución de los botones es muy adecuada y en la app podemos elegir la muñeca que queremos y si los botones irán hacia dentro o fuera. Muy buena versatilidad. La pantalla táctil también está muy ajustada, de modo que, entre los botones y la pantalla táctil es fácil manejarse en plena rutina física sin caer en falsos toques o en intentar buscar una opción. La esfera está hecha de acero inoxidable en lugar de plástico, lo que significa que el Pace Pro puede tomar mediciones de ECG, aunque no debe usarse como dispositivo médico.

Un detalle: la caja no es de metal y la pantalla tampoco lleva zafiro (algo presente en los Coros más caros, como el Vertix 2 y el Apex 2). En pocas palabras, no es tan resistente como los mencionados anteriormente.

Eso sí, intenta compensarlo con un cerebro más potente, según Coros, el más rápido que ha tenido nunca un reloj. Esto se nota mucho cuando hemos ampliado mapas en el reloj y el resultado es casi instantáneo. A eso le suma mucho más almacenamiento que, por ejemplo, el Pace 3: 32 GB, en comparación con los 4 GB.

Pese a no ser el más alto del catálogo, el Pace Pro cuenta con el mismo análisis de entrenamiento que sus hermanos mayores, incluyendo desglose de la carga de entrenamiento, predicciones de carrera, una estimación del VO2 máximo, y un asesor de recuperación.

Un detalle importante: la carga. Coros ha cambiado el puerto de carga del reloj para que sea más profundo, de modo que no se puedan usar cables previos. A cambio de esto, la caja incluye un adaptador para que se pueda cargar usando un cable USB-C, en lugar de incluir un cable de carga dedicado para el reloj.

Veredicto: El Coros Pace Pro no es para quienes van a iniciarse en el mundo del deporte de forma rutinaria. Es más fácil que satisfaga al extremo más profesional que sea utilizado adecuadamente por los neófitos. Es un reloj con bazas muy importantes como la pantalla, la memoria, el cerebro y su GPS. Por €399 cuesta menos de lo que vale, sin duda.