Religión
Medjugorje: sí a las peregrinaciones, no a los «supuestos videntes»
La Santa Sede emite su informe definitivo para respaldar el santuario mariano de Bosnia-Herzegovina sin juzgar si la Virgen se aparece o no
Vía libre del Vaticano para el culto y las peregrinaciones a uno de los santuarios marianos con mayor tirón del planeta, con permiso de Fátima, Lourdes y Guadalupe. Un respaldo con matices. Al menos así se desprende del informe que publicó ayer Dicasterio para la Doctrina de la Fe, con el aval del Papa Francisco, sobre el llamado ‘fenómeno Medgujorge’, un enclave situado en Bosnia-Herzegovina que atrae a miles de creyentes diariamente desde que en 1981 un grupo de niños aseguraran la Virgen se había aparecido. De hecho, se calcula que en estas cuatro décadas podría haber generado unos once mil millones de euros.
La Santa Sede le ha otorgado a Medjugorje el ‘nihil obstat’, esto es, el máximo ‘sello de calidad’ de los seis grados que estableció en junio el Vaticano para baremar la fiabilidad de lo que se genera en torno a estos hechos extraordinarios. Eso sí, desde Roma se explicita que no se entra a juzgar si la Virgen se aparece o no. De hecho, en el expediente se habla de “presuntos mensajes” de María y se recuerda que los católicos “no están obligados a creerlo”. En cualquier caso, el estudio vaticano reconoce los “abundantes frutos espirituales” y formula “un juicio abundantemente positivo” de las palabras que se atribuyen a la Madre de Jesús de Nazaret.
Con estas premisas por delante, el prefecto de la Doctrina de la Fe, el cardenal Víctor Fernández, y el secretario de la Sección Doctrinal de este departamento vaticano, Armando Matteo, permiten las celebraciones y viajes al santuario, porque se considera que “el Espíritu Santo actúa eficazmente para el bien de los fieles” y “no se han difundido en el Pueblo de Dios efectos negativos o de riesgo”. A la par, hacen un llamamiento a los obispos para que “tomen decisiones prudenciales” cuando se ponga rumbo a este enclave y señalan que todo lo que allí suceda continuará supervisado por un visitador apostólico el propio Dicasterio romano. Entre los hechos que respalda Roma sobre Medjugorje, se encuentra “una sana práctica de la vida de la fe, de acuerdo con lo que está presente en la tradición de la Iglesia”, que se traduce en una espiritualidad comunitaria con conversiones, cambios existenciales radicales rientados al Evangelio, en la práctica de los sacramentos o las numerosas vocaciones a la vida sacerdotal, religiosa y matrimonial.
La principal advertencia que lanza Roma se centra en recordar que los peregrinos no han de ir allí “para encontrarse con supuestos videntes”, sino para “tener un encuentro con María, Reina de la Paz, y, fieles al amor que ella tiene por su Hijo, encontrarse con Cristo”. Lo cierto es que todavía hoy, Mirjana Dragičević, que pertenecía a aquel grupo de chavales, asegura seguir recibiendo dictados de la Virgen de manera periódica.
El cardenal Fernández, ayer, en rueda de prensa, aseguró que el caso se vuelve “problemático” en “algunos mensajes en los que la Virgen da órdenes sobre fechas, lugares, aspectos prácticos, toma decisiones sobre asuntos ordinarios que deben ser discernidos en comunidad”. “Es el modelo de la ‘Virgen cartera’ que el papa Francisco rechaza. Por ejemplo, cuando dice a qué hora se debe celebrar la misa, o qué se debe hacer el próximo Adviento, o cuándo la Iglesia debe celebrar la memoria de su nacimiento”, alertó ayer el prefecto.
Por eso, en su informe Doctrina de la Fe lleva a cabo además un análisis detallado de los mensajes atribuidos a la Virgen. Así, se aprecia que ofrezcan “una visión teocéntrica y muy rica de la paz, que no significa solamente la ausencia de guerra sino que tiene un sentido espiritual, familiar y social”. También se valora su mirada cristocéntrica, en tanto que “no se coloca a sí misma en el centro, sino que se muestra plenamente orientada hacia nuestra unión con Dios”, con una mirada cristocéntrica y una insistencia en la oración. A la vez, también se detectan “mensajes engañososo” que se ponen en boca de la Virgen, otros con un “lenguaje místico impreciso”, así como aquellos que incluyen “reprimendas y amenazas” de la Virgen “porque no se han seguido algunas de sus indicaciones”.
A modo de reflexión, el purpurado responsable de este dictamen considera que “incluso si hubo una acción divina real en estas supuestas apariciones, los videntes podrían y pueden pecar”. “Entonces nos preguntamos: ¿podrán pecar en el futuro? Por supuesto que sí. Y todo esto no hará que las cosas buenas de Medjugorje se vuelvan malas o demoníacas, y la Reina de la Paz seguirá haciendo el bien”, remata el cardenal.
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