Datos INE

Caen las bodas: solo 3,3 por cada 1.000 habitantes

Los matrimonios en España han aumentado desde la pandemia pero no alcanzan los niveles previos al 2020 y siguen por debajo de la media de la UE

Bodas
Imagen de un enlaceLuis Tostas - Unsplash

Sigue estando presente en los planes de muchas parejas pero la tradición de casarse tiene muchas diferencias entre España y el resto de países europeos estudiados. Incluso entre las propias comunidades autónomas las diferencias son notables y resaltan divergencias culturales a nivel nacional e internacional. Según los datos del reciente estudio «Matrimonios en España», realizado por la escuela de negocios TBS Education-Barcelona, España tiene una de las ratios de casamientos más bajas de toda Europa: los últimos datos demuestran que, en la última década, en España ha habido un promedio de 3,3 bodas por cada mil habitantes, mientras que la media europea se ha situado en los 4,1.

Sin embargo, países como Alemania siempre han mantenido una ratio superior a la media, llegando incluso a los 5,4 casamientos por cada mil habitantes, tal y como pasó en el año 2018. Según explica el doctor Edgar Sánchez, profesor colaborador de TBS Education-Barcelona y experto en el Comportamiento del Consumidor y Neuromarketing, «aunque los matrimonios están en auge, las ratios son bajas debido al descenso de la población». Esta investigación, que fue asistida de Inteligencia Artificial supervisada, ha recogido y comparado los datos de 6 países (Alemania, España, Francia, Grecia, Italia y Portugal) durante el periodo comprendido entre el 2013 y el 2022, ha concluido también que los españoles son los que se casan a una edad más avanzada: las mujeres españolas lo hacen en promedio a los 33,4 años y los hombres a los 35,6; cifras que contrastan con las de Grecia, por ejemplo, donde las mujeres se casan en promedio a los 30,3 años y los hombres a los 33,2. Así, en general, ellas se casan con parejas más mayores: el promedio de edad del primer matrimonio de las europeas está en los 31,8, mientras que el de los europeos es 34,2.

El doctor Sánchez revela que «los resultados de este estudio son un reflejo más de las tendencias demográficas y sociales del continente y permiten ahondar profundamente en las particularidades culturales, económicas y sociales de cada país».

Los datos, aseguran, que ver con la recuperación post-pandemia. En este sentido, cabe destacar que a nivel nacional aún no se ha alcanzado el número de casamientos que había antes de que irrumpiera la Covid-19, en 2020. Los resultados de este estudio demuestran que, mientras que la ratio de casamientos en España es actualmente de 3,1 por cada 1.000 habitantes, en 2020 era de 1,9. Sin embargo, la tendencia general es a la baja, ya que todavía no se ha alcanzado el ritmo previo a la pandemia: en 2019 la ratio era de 3,5.

Alemania, pese a tener una de las ratios más altas de la UE, no aumentó la ratio de matrimonios después de la pandemia, a diferencia de países como España. De tal forma que también presenta una tendencia a la baja y poco a poco se va acercando a los niveles de la UE o los de Portugal.

Según apunta el doctor Sánchez, «los resultados de este estudio ponen de manifiesto las diferencias que se dan también dentro del mismo territorio nacional y en función de cada comunidad autónoma». En este sentido, cabe destacar una de las principales particularidades que varía según el territorio en España, que es el tipo de casamiento. De forma generalizada, hay una tendencia a la reducción de los matrimonios religiosos: desde 2013 hasta 2022, se ha dado una disminución de más de 15.000 matrimonios religiosos por año, mientras que los civiles han aumentado en más de 37.800 matrimonios anuales.

En cuanto al análisis por territorio, cabe destacar que comunidades como Extremadura han visto aumentar los puntos que separan a cada tipo de matrimonio: mientras que en 2013 la comunidad autónoma tuvo un 51% de matrimonios civiles y un 49% de religiosos, en 2022 estas cifras fueron de 71% y 29%, respectivamente.

Sin embargo, otras comunidades como Cataluña no han tenido un salto diferencial tan grande porque tradicionalmente han tenido una tendencia más clara hacia el matrimonio civil. Aquí, mientras que en 2013 el 83% de los casamientos fueron civiles y el 17% fueron religiosos, en 2022 estos porcentajes fueron del 90% y el 10%.

Si bien la tendencia apunta hacia un decrecimiento de las bodas religiosas, ¿qué explica que las distinciones hayan sido tan variadas en función del territorio? El doctor Sánchez ha investigado si el tipo de casamiento tiene que ver con el PIB per cápita y ha concluido que, en un 47% de las comunidades autónomas, la correlación es alta. Esto significa que «aparentemente, si las personas tienen más ingresos, se casan más por el rito civil, aunque debemos tomar esta conclusión con cautela, ya que el PIB no es un indicador genuino de los ingresos», apunta el experto.

Además, ayer también conocimos que, según otro estudio, los hombres fueron 2,8 años más mayores que las mujeres en las bodas en 2022 en España. Este promedio fue calculado por la página de citas SugarDaters tras analizar los microdatos del registro de matrimonios de 2022, recogidos por el INE. Alexandra Olariu, directora de marketing de SugarDaters, cree que una de las razones es porque algunos hombres sienten que necesitan alcanzar ciertos hitos profesionales antes de comprometerse en un matrimonio.