¿Cómo puedo saber si mi perro tiene algún problema de visión?

Un perro es un animal que depende -esencialmente- del olfato y del oído. Aunque un perro haya perdido la vista, todavía será capaz de memorizar la posición de los muebles y de identificar el olor de cualquier objeto, por lo que será capaz de ubicarlos de una forma sorprendentemente precisa. Y si disfruta de todas sus capacidades auditivas intactas, también será capaz de reaccionar con celeridad ante cualquier estímulo de su entorno. Por eso, los problemas de visión en un perro no son necesariamente limitantes. Sin embargo, cualquiera problema de visión tendrá un impacto enorme en su calidad de vida.

Los mismos mecanismos que el perro utiliza para lidiar con esta difícil situación, también pueden hacer que -nosotros, como sus cuidadores- tardemos un poco más de tiempo en que nos percatemos de la existencia del problema. Sobre todo si esta pérdida de sus capacidades ha sido gradual. Y esto es un problema, porque un diagnóstico precoz permitirá un tratamiento temprano, y por lo tanto, un mejor pronóstico. Por ese motivo, desde el periódico La Razón le traemos una pequeña guía para identificar aquellos síntomas que pueden manifestar que -efectivamente- su perro está perdiendo la vista:

¿Cómo se manifiesta la pérdida de visión en un perro?

• La opacidad en los ojos es una de las manifestaciones más claras de que el animal está desarrollando cataratas, que es una de las patologías de la visión más frecuentes, tanto para los perros como para los humanos.
• Se rasca frecuentemente los ojos. Esto puede deberse a que la zona está hinchada o inflamada debido a una infección.
• Las partes blancas del ojo están adquiriendo tonos rojizos y las venas cada vez son más evidentes.
• El perro tiene ahora más legañas de las que tenía antes. Este no es un síntoma que deba preocuparnos por sí solo, sin embargo, sí es un buen indicativo de que debemos estar atentos a otras posibles manifestaciones de un problema de visión.
• El perro se choca frecuentemente con las cosas, dentro y fuera de nuestro hogar o se muestra inseguro a la hora de subir y bajar escaleras, o a la hora de saltar a la cama o al sillón, etc. Es posible que esto suceda simplemente porque el animal está mayor. Aunque es importante que consultemos al veterinario por si detrás de este comportamiento existe un problema de visión.
• Se muestra vacilante a la hora de moverse y se queda parado a la espera de oír nuestra voz, sobre todo por la noche. Y cada vez que se mueve, lo hace olisqueando por delante de su trayectoria.
• Las situaciones que antes le resultaban familiares, ahora le alteran. Esto tampoco es un síntoma definitivo, porque los perros desarrollan traumas y manías que pueden variar su comportamiento ante diferentes estímulos con relativa facilidad. Pero si encontramos que el perro reacciona con sorpresa y no tanto con enfado o miedo, puede que nos esté manifestando que su visión ha empeorado de un tiempo a esta parte.

Todos estos cambios físicos y de comportamiento son síntomas bastante esclarecedores de que el perro tiene algún problema de visión. Puede derivarse de una pequeña infección, de cataratas, de glaucoma, (...) o de una ceguera producida por la edad. Pero, en cualquiera de los casos, conocer qué tipo de afección es la que le aflige... y hacerlo con prontitud, nos permitirá ponerle un remedio al problema o -al menos- mejorar su calidad de vida.

Ahora bien, identificar el origen del problema es bastante complicado. Por eso, lo mejor que podemos hacer cuando observamos estos comportamientos o cambios físicos, es consultarle a un veterinario especializado, que nos dará el asesoramiento que necesitamos para que podamos cuidar a nuestro perro de la mejor manera posible.