El café es una de las bebidas más consumidas en el mundo y con una alta presencia en nuestro país. Sin el café no se entienden desayunos ni sobremesas, aunque también se toma en diferentes ocasiones y a diversas horas del día como el almuerzo o la merienda. Es ideal para entablar conversaciones, motivo que lo convierte en una de las bebidas sin alcohol más usada para socializar. Pero más allá de ser una de las bebidas más consumidas, su origen es una historia llena de curiosidades.

El origen del café

Su historia se remonta al siglo IX en Etiopía, el cuerno de África. Se sabe el origen geográfico, la provincia de Kaffa, pero no el momento exacto, ya que no existen documentos que muestren cuándo se empezó a consumir granos de café.

La leyenda cuenta que un miembro de la tribu de Kaldi, habitantes de las zonas de más altitud de Etiopía, observó como las cabras tenían mucha más energía tras comer un tipo de frutos, parecidos a las cerezas. Al probarlas, descubrió sus propiedades energizantes y las trasladó a su tribu.

Sea cierta o no esta leyenda sobre el origen del café, lo que sin duda está documentado es que en el siglo XV había plantaciones en Yemen y un gran comercio de café entre Sudán y Arabia a través del puerto yemení de Moca. Esta ciudad, además de dar nombre a un tipo de café y una cafetera, también era el principal puerto en la ruta hacia La Meca. Allí es donde aparecieron los primeros establecimientos que servían café, los llamados “kaveh kanes”. Estos locales pronto se convirtieron en centros sociales y de actividad política, incluso fueron prohibidos en varias épocas.

Así pues, la historia del café y su expansión por el mundo tiene a los árabes como protagonistas. Durante 200 años tuvieron la exclusiva del cultivo y comercio de café, ya que tenían especial cuidado en no propagar granos fértiles de café. Les quitaban las capas exteriores y los tostaban para el comercio.

La OCU revela el mejor café de supermercado

Para dar con el mejor café de los supermercados, la Organización de Consumidores y Usuarios analizó un total de 37 marcas de café mediante las que se evaluaban aspectos como el sabor, aroma y calidad de los granos. Cada café fue sometido a pruebas sensoriales por un panel de expertos que puntuó las diferentes características de cada producto. La relación calidad-precio fue otra de las propiedades analizadas para que la elección estuviera completamente ajustada a los gustos y necesidades de los consumidores.

Según la OCU, el mejor café de supermercado es el café molido mezcla de la marca Auchan, disponible en Alcampo. Su puntuación es de un 77 sobre 100 y destaca por su sabor equilibrado y su aroma persistente. Los expertos valoran su capacidad para ofrecer una experiencia satisfactoria en cada taza, convirtiéndolo en una opción atractiva para los amantes del café. Además, su precio de 5,8 euros por kilo lo convierte en una elección accesible, lo que refuerza su relación calidad-precio y lo posiciona como un favorito entre los consumidores.

Propiedades y beneficios del café

El ingrediente más conocido del café es la cafeína, un compuesto de efecto estimulante que te activa entre un cuarto de hora y 45 minutos después de tomarlo, pero cuyo efecto se prolonga hasta cuatro horas. Además, contiene minerales, vitaminas y una gran cantidad de antioxidantes. Entre los beneficios de tomar café se encuentran:

• Es un aliado contra la obesidad y la diabetes
• Estimula la actividad cerebral
• Ayuda a reducir los radicales libres
• Mejora la salud del corazón
• Mejora el estado de ánimo
• Ayuda durante la rutina de ejercicio
• Mejora la salud del hígado

¿Cuánto café puedo tomar al día?

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) considera que el café puede ser beneficioso para algunas personas, aunque siempre sin excederse. Teniendo esto en cuenta, la FDA cifra la cantidad de cafeína diaria para una persona sana y adulta en 400 miligramos. Esto se traduce en unas tres o cuatro tazas de café al día, siempre y cuando no tenga ninguna patología ni contraindicaciones. No obstante, para poder efectuar ese cálculo, hay que averiguar qué cantidad hay de cafeína en cada tipo de café.

De manera general, el café en cápsulas contiene entre 55 miligramos y 90 miligramos de cafeína, dependiendo de la variedad; el café instantáneo, unos 57 miligramos de cafeína; un espresso, alrededor de 80 miligramos; una taza de unos 200 mililitros de café de filtro, alrededor de 90 miligramos de cafeína; y un café americano, de 354 mililitros, 154 miligramos.