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Reproducción asistida
¿Los hijos de donantes de semen y óvulos tienen derecho a conocerles? Pediatras reavivan el debate
El Comité de Bioética de la Asociación Española de Pediatría determina que el anonimato en la reproducción asistida debe analizarse desde la perspectiva de los derechos del menor
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El debate sobre si se debe proteger o no la identidad de los donantes de semen y óvulos se reaviva en España. De un lado, las asociaciones que representan a personas adultas nacidas por reproducción asistida exigen un cambio legislativo para poder acceder a información sobre sus progenitores biológicos. Del otro, la ley garantiza el anonimato de los donantes de gametos.
Para más inri, permitir que los hijos 'in vitro' conozcan a sus donantes si así lo desean (una medida que sí está vigente en Francia y Portugal) haría bajar las donaciones. Esto sacudiría la economía del potente sector de la reproducción asistida, con España como uno de los países europeos con mayor recurrencia a estas técnicas, con el 9% de los nacimientos siendo fruto de ellas.
Por eso mismo, los expertos en pediatría consideran que es el momento de replantear el modelo actual. Al menos, así lo considera la Asociación Española de Pediatría (AEP), que acaba de pronunciarse a través de su Comité de Bioética.
La entidad es clara. Tras reunirse para revisar el "marco ético y legal sobre el anonimato y la confidencialidad en la donación de gametos (óvulos y espermatozoides)", los pediatras instan a "situar los derechos del menor en el centro del debate".
Este posicionamiento, publicado esta tarde en la revista científica 'Anales de Pediatría', vuelve a la actualidad mediática a raíz de la reciente solicitud de un grupo de personas nacidas por donación de gametos para conocer su origen biológico.
España es uno de los países europeos que más recurre a a estas técnicas, con el 9% de los nacimientos fruto de ellas. "Sin embargo, el anonimato de los donantes de gametos establecido en la legislación española plantea importantes interrogantes sobre el derecho de los menores a conocer su origen biológico, lo que ha suscitado un debate jurídico, ético y social", apuntan desde la AEP.
La Ley sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida, elaborada en 1988 y actualizada en 2006, establece que la donación será anónima. Por lo tanto, los descendientes solo tienen derecho a obtener información general no identificativa. El anonimato solo puede ser levantado en casos excepcionales en los que la vida o la salud del menor se vea comprometida.
Para el Comité de Bioética de la AEP, el desafío reside en equilibrar ambos derechos, como sí sucede en otras normativas como la de adopción. "El anonimato ya no responde únicamente a cuestiones legales, sino también a dilemas éticos y clínicos que afectan directamente al bienestar de los menores", señala José Antonio Salinas, coordinador del Comité.
Los avances en genética y el creciente uso de pruebas de ADN, prosigue, están facilitando el acceso a la información sobre los orígenes biológicos, lo que "pone en cuestión la sostenibilidad del anonimato a largo plazo".
La postura de los pediatras
El documento incide en la importancia de que "los padres y profesionales de la salud adopten actitudes más abiertas y transparentes respecto al origen biológico de los menores nacidos mediante técnicas de reproducción asistida".
Incluir un sistema de asesoramiento previo al tratamiento de fertilidad resulta clave "para lograr un cambio real hacia una mayor transparencia, que requerirá ofrecer un mayor apoyo psicológico a los padres y orientaciones sobre cómo facilitar la información a sus hijos". En este sentido, destacan estudios recientes que reflejan que estos niños suelen aceptar mejor la información sobre su origen si se les informa a edades tempranas, idealmente entre los 3 y los 4 años.
Como se explica en el artículo, "puede resultar difícil de aceptar e incluso traumática durante la adolescencia o la edad adulta. Muchos hijos expresan que querrían haber sido informados durante la infancia, tener datos sobre el donante e incluso encontrarse con él y sus posibles hermanos. Ocultar información no solo vulnera el derecho del menor a saber, sino que puede generar desconfianza y afectar las relaciones familiares en el futuro".
Asimismo, consideran importante priorizar la necesidad de crear bancos de ADN y registros que permitan garantizar la seguridad y bienestar de los niños a través de la trazabilidad de los donantes en caso de enfermedades genéticas graves y reduciendo riesgos como la consanguinidad inadvertida.
"Fomentar un entorno social que no estigmatice el hecho de nacer mediante gametos donados, junto con un mayor compromiso en la protección de esta información por parte de los profesionales e instituciones sanitarias ayudará a disminuir el ocultismo respecto a estos datos", concluyen.
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