Abandono del Gobierno

Policías se concentran frente al Ministerio del Interior al grito de "Marlaska dimisión" para exigir mejoras laborales

La concentración pretende poner de manifiesto que el Gobierno está haciendo "oídos sordos" a las reivindicaciones profesionales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado

La Policía Nacional está cansada, al menos así lo hace constar la Confederación Española de Policía (CEP) en su convocatoria a la concentración que tiene lugar hoy, desde las 11.00 horas frente a la sede del Ministerio del Interior, en Madrid.

Con el objetivo de "denunciar el desprecio" del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a las "principales reivindicaciones" policiales, la CEP denuncia el "bochornoso regalo de competencias en puertos y aeropuertos" en País Vasco y Cataluña.

El acto pretende denunciar públicamente "que el Gobierno sigue haciendo oídos sordos" a las reivindicaciones profesionales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, con especial hincapié en la mejora de la jubilación de los miembros del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), que en la actualidad "implica una pérdida mensual de cientos de euros".

Principales reivindicaciones de la Policía

El sindicato de la Policía Nacional se concentra en el lateral del Ministerio del Interior "por una jubilación digna, y no la miseria actual", así como por "tener la consideración de profesión de riesgo, como otros colectivos" y por disfrutar de "una equiparación salarial real, sin trucos y efectiva" y por "más protección frente al aumento intolerable de agresiones".

Lo cierto es que los agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil siguen siendo de los pocos colectivos de seguridad en España que no tienen esta consideración de profesión de riesgo, mientras que, los Mossos d'Esquadra, la Ertzaintza o la Policía Foral de Navarra sí que tienen reconocida esta condición. Por este motivo, al no ser considerados trabajadores de una profesión peligrosa, los agentes no pueden jubilarse de forma anticipada ante los "riesgos y penosidad" de la profesión.

Una equiparación salarial "justa" y "sin trucos"

La concentración también pretende servir de recuerdo de que Interior "sigue negándose a adoptar las medidas económicas" pertinentes para que, tanto policías nacionales como guardias civiles, adquieran la ansiada equiparación salarial real, sin percibir "menos retribuciones" que los miembros de los Cuerpos de Seguridad autonómicos y locales. Motivo por el que, a la concentración, también se ha sumado el sindicato policial 'Equiparación Ya'.

El año 2025 comenzaba con el sindicato policial JUPOL reivindicando la "equiparación real" para "acabar con una injusticia que se mantiene desde hace más de 30 años", motivo por el que por entonces consideraron imprescindible plantear una nueva auditoría para cuantificar de manera real las "diferencias salariales" e "impulsar una ley" para garantizar que no se vuelvan a producir estas "desigualdades".

Denuncian el "aumento de criminalidad" y las cesiones a País Vasco y Cataluña

El sindicato policial denuncia también el "intolerable aumento de las agresiones" a los agentes de seguridad ciudadana, mientras acusa que el Gobierno actual de hacer "oídos sordos" a este contexto y aprovechar para "recortar la principal herramienta de trabajo de los agentes en la calle", en referencia a la intención de modificar la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana, más conocida como la Ley Mordaza.

No obstante, una de sus principales reivindicaciones en esta concentración es el "bochornoso regalo" que el Ejecutivo hace a País Vasco y Cataluña, al cederles las competencias que le correspondían al Cuerpo Nacional de Policía a País Vasco y Cataluña y que, a partir de ahora, pasarán a ser gestionadas por la policía autonómica, provocando el relevo de los agentes nacionales.

De esta manera, esta nueva cesión supondrá que la Ertzaintza y Mossos d'Esquadra pase a tener competencias en "infraestructuras críticas" que, tal y como señalan dede la CEP, constituyen, además, una frontera exterior del espacio Schengen de nuestro país. Algo que, intrínsecamente, supone el reconocimiento de mayor autonomía y, en cierto modo, de un Estado paralelo al español, ya que si un territorio gestiona sus fronteras, tiene una financiación particular, su policía autonómica propia y las competencias en materia de inmigración, más que una autonomía, pasa a ser un Estado casi al mismo nivel que el español.