Salud
El cáncer que padecen Sam Neill y Jane Fonda se diagnostica cada vez más en España
Este año casi 10.000 personas padecerán esta enfermedad que puede llegar a ser muy agresiva. Entre sus síntomas se encuentran la inflamación de los ganglios linfáticos
La veterana actriz Jane Fonda, de 84 años, o recientemente, el actor Sam Neill (conocido por su papel en Jurassic Park), de 75 años, han anunciado que padecen linfoma de no Hodgkin. Se trata de un tipo de cáncer que afecta a la sangre; una enfermedad oncológica mortal que puede llegar a ser muy agresiva y que, además, es muy común. En España es el sexto cáncer más frecuente. Este año 9.943 personas serán diagnosticadas con linfomas no hodgkinianos, según las cifras de la Sociedad Española de Oncología Médica.
El número aumenta con respecto a 2022, cuando se pronosticó que se lo detectarían a 9.514 pacientes. Su prevalencia entre hombres (5.491 casos) es mayor que entre las mujeres (4.452). El diagnóstico del linfoma se realiza a través de una serie de pruebas que pueden incluir: análisis de sangre, biopsias de tejidos, tomografías y resonancias magnéticas. Una vez confirmado el diagnóstico, el tratamiento dependerá del tipo y la gravedad del cáncer.
¿Qué es el linfoma de no Hodgkin?
El cáncer, sea cual sea su forma, consiste en la reproducción sin control de una masa de células. Prácticamente cualquier célula del cuerpo puede, en las condiciones adecuadas, comenzar a replicarse sin control y convertirse en un cáncer. Así, el linfoma de no Hodgkin (LNH), es un tipo de cáncer. El linfoma de no Hodgkin aparece en los glóbulos blancos (linfocitos), cuando estos se desarrollan de manera anormal y pueden comenzar a formar tumores en todo el cuerpo.
Se diferencia del linfoma de Hodgkin (menos frecuente) en que no cumple con la presencia de células de Reed-Sternberg (glóbulos blancos muy grandes y a menudo multinucleados o con núcleo bilobulado). También es distinto de la leucemia (cáncer de la sangre) porque si bien afecta a un tipo de células de la sangre, se origina en las que se encuentran en el sistema linfático aunque posteriormente puedan viajar a través de la sangre.
El sistema linfático es parte del sistema inmunitario que protege el cuerpo contra infecciones y enfermedades. Al afectar al sistema inmune, normalmente aparece en los ganglios linfáticos o en otro tejido linfático, como el bazo, la médula ósea, el timo, el adenoides o las amígdalas y varios puntos del tracto digestivo.
El linfoma no Hodgkin es una categoría de linfoma; dentro de ella hay muchos subtipos. Además, se disemina a diferentes velocidades: su crecimiento puede ser lento (escasa malignidad), pero también muy rápido, agresivo y de gran malignidad. El linfoma de crecimiento lento tiende a avanzar y diseminarse de forma lenta; presenta pocos signos y síntomas. En el caso del linfoma de crecimiento rápido es posible que sus síntomas sean graves. Por eso, el tratamiento de ambos (lento y rápido) es diferente.
Factores de riesgo del linfoma de no Hodgkin
La mayoría de las personas a las que se les diagnostica linfoma no hodgkiniano no tienen factores de riesgo evidentes. Sin embargo, muchas de las que sí tienen factores de riesgo nunca los manifiestan. Algunos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollo son:
- Medicamentos que inhiben el sistema inmunitario. Si te enfrentaste a un trasplante de órgano y tomas medicamentos que controlan tu sistema inmunitario, podrías tener un mayor riesgo de padecer linfoma no hodgkiniano.
- Infecciones con ciertos virus y bacterias. Al parecer, ciertas infecciones virales y bacterianas incrementan el riesgo de padecer linfoma no hodgkiniano. Entre los virus que se relacionan con este tipo de cáncer se encuentra el VIH y la infección por Epstein-Barr. Una de las bacterias relacionadas con el linfoma no hodgkiniano es la helicobácter pylori que provoca úlceras.
- Sustancias químicas. Ciertas sustancias químicas, como las que se utilizan para matar insectos y hierbas, pueden incrementar el riesgo de tener linfoma no hodgkiniano. Se necesitan más investigaciones para comprender la posible relación que existe entre los pesticidas y la formación del linfoma no hodgkiniano.
- Edad avanzada. El linfoma no hodgkiniano puede aparecer a cualquier edad, pero el riesgo aumenta a medida que envejeces. Es más común en los adultos mayores de 60 años.
¿Cuáles son sus síntomas?
Debido a que los hay de múltiples tipos, los síntomas del linfoma de no Hodgkin son bastante inespecíficos. Además, son muchas las afecciones que pueden ocasionar cuadros similares, por lo que puede resultar algo complicado de diagnosticar. Para identificar el tipo de linfoma ante el que nos encontramos es necesario tomar analizar una biopsia del tejido afectado.
En cualquier caso, los signos que puede provocar incluyen:
- Inflamación o hinchazón de los ganglios linfáticos del cuello, la axila, la ingle o el estómago.
- Escalofríos.
- Pérdida de peso sin razón conocida.
- Sarpullido o picazón en la piel.
- Mucho cansancio (sensación de agotamiento).
- Sensación estar lleno tras ingerir poca comida.
- Dolor o presión en el pecho.
- Tos o dificultad para respirar.
- Infecciones graves o frecuentes.
- Tendencia a la aparición de hematomas o al sangrado.
- Fiebre sin otras evidencias de infección.
- Sudoración profusa durante la noche.
Tratamiento del linfoma no Hodgkin y tasa de supervivencia
La estrategia para abordar el linfoma de no Hodgkin va a depender de varios factores, como el tipo concreto de linfoma y su etapa (extensión). Así, en función de las características del caso, puede pasar por la administración de quimioterapia, inmunoterapia, terapia dirigida, trasplante de células madre, cirugía y tratamientos paliativos.
El pronóstico del paciente por lo general es bueno (la tasa de supervivencia a 5 años es del 73,8% entre los menores de 75 años y del 43,5% en mayores de 75), si bien hay que tener en cuenta que puede variar ampliamente según el tipo concreto de linfoma y según cómo de avanzado se encuentre en el momento de iniciar los tratamientos.