Alimentación
La ciencia prueba que las dietas basadas en estos alimentos alargan la vida
Un estudio de Havard que ha durado más de 35 años ha comprobado que los hábitos saludables importan (y mucho)
Los médicos llevan mucho tiempo animando a sus pacientes a que coman más verduras. Otras recomendaciones repetidas hasta la saciedad son la de aumentar los cereales integrales, las frutas, los frutos secos y las legumbres para mejorar nuestra salud y controlar el peso. Pues bien, ahora la ciencia ha confirmado este "consejo de sentido común" sobre dietas saludables a través de una prestigiosa investigación que ha durado más de tres décadas y en la que se ha estudiado rigurosamente a 120.000 personas.
En concreto, el estudio liderado por el Dr. Frank Hu, profesor de la School of Public Health de Harvard,ha sido recientemente publicado en la revista científica JAMA Internal Medicine. El equipo de investigadores descubrió, tras analizar a 75.230 mujeres desde el año 1984 hasta 2020 y a 44.085 hombres (de 1986 a 2020), una asociación significativa entre cuatro patrones de alimentación saludable y una reducción del 20% del riesgo de muerte prematura.
Estos hábitos dietéticos reducen el riesgo de morir de cáncer
Los autores del estudio concluyeron que "las personas que seguían con más atención cualquiera de los patrones de alimentación saludable también tenían menos probabilidades de morir de cáncer, enfermedades cardiovasculares, respiratorias y neurodegenerativas".
En un inicio, el doctor Hu y sus colegas querían evaluar si existía una "mejor dieta" para reducir la mortalidad. Así pues, los investigadores analizaron cuatro dietas alimenticias recomendados por organismos internacionales reconocidos. Estos son: el Índice de Alimentación Saludable, más conocido en la literatura como Healthy Eating Index; la puntuación de la Dieta Mediterránea (Alternate Mediterranean Diet Score); el Índice de la Dieta Basada en Plantas saludables (hPDI) y el Índice de Alimentación Saludable Alternativo (AHEI).
¿Cuál es la mejor dieta? La Mediterránea destacó
Estas cuatro guías o patrones de alimentación están centrados en un alto consumo de cereales integrales, frutas, verduras, frutos secos y legumbres. Pero querían comprobar cuál era la mejor de ellas. Y llegar a los resultados llevó varias décadas. "Revisamos gran cantidad de bibliografía, ideamos distintos componentes y creamos una puntuación para reflejar las mejores pruebas disponibles en cuanto a alimentación sana y reducción de enfermedades crónicas", explica el doctor Hu.
El seguimiento de los hombres se alargó durante 34 años y el de las mujeres 36 años, con el objetivo de evaluar los hábitos alimentarios a largo plazo. Cada participante recibió una puntuación para cada uno de los cuatro patrones alimentarios al inicio del estudio. Esta se continuó actualizando cada cuatro años durante el seguimiento. Durante ese transcurso, fallecieron 31.263 mujeres y 22.900 hombres.
Los principales resultados que arrojó la investigación es que las dietas saludables basadas en el Índice de Alimentación Saludable AHEI y en la Dieta Mediterránea se asociaron a una menor mortalidad por enfermedades neurodegenerativas. Pero, en general todos los patrones de alimentación saludable se asociaron a una reducción del 20% de la mortalidad total, así como a un menor riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares o cáncer. Según el estudio, estas asociaciones fueron constantes en distintos grupos raciales y étnicos, incluidos los hispanos, los negros y los blancos.
No hay una "receta mágica"
"Existe mucha confusión sobre las dietas populares y su relación con la mortalidad crónica", señala el doctor Hu. La realidad, dice el autor principal del estudio, es que "no hay una varita o receta mágica que pueda prolongar la vida o que una dieta sea mejor cura que otra dieta". Lo importante es seguir los principios básicos de una dieta saludable y sana, añade.
Aunque sí aporta algunos trucos. Y así, señala que los cuatro patrones dietéticos del estudio contenían mayores cantidades de alimentos mínimamente procesados y cantidades relativamente menores de alimentos ultraprocesados. "Más allá de eso, creo que la gente puede tener mucha flexibilidad a la hora de elegir distintos grupos de proteínas, distintos tipos de frutas y verduras, y si quieren ser más semivegetarianos o vegetarianos".
Para las personas que desean mejorar su dieta y su salud "los resultados son tranquilizadores", concluye el autor principal del estudio y "demuestran que la gente tiene una variedad de patrones de alimentación saludable para elegir".
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