Encuesta

Un 35% de los madrileños esquiva la vacunación. ¿Cuál es el motivo?

Los madrileños reconocen a las enfermeras como responsables de la vacunación y más de la mitad apoya su función prescriptora

Los mayores de 65 años, los más concienciados con la vacunación
Los mayores de 65 años, los más concienciados con la vacunaciónEFELA RAZÓN

A pesar de que un 62,8% de los ciudadanos madrileños afirma vacunarse siempre que le toca o se lo recomiendan, existe un 35,1% que reduce la vacunación a casos de necesidad o intenta evitarla. Además, un 2,1% se declara antivacunas.

Esta es una de las conclusiones de la encuesta titulada "Rol profesional de la enfermera en la vacunación y nuevas funciones enfermeras", presentada por el Colegio Oficial de Enfermería de Madrid (Codem).

“Pueden parecer datos no muy alarmantes, pero sí lo son”, ha valorado Mariano Pastor, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Pacientes Alérgicos y con Enfermedades Respiratorias (Fenaer), que ha señalado que le parece “preocupante” y que denota que «queda mucho trabajo por hacer».

En lo que respecta a franjas de edad, las personas mayores de 65 años son las que muestran una mayor sensibilización con la vacunación.

Motivos

La encuesta también ha querido indagar en las razones por las que no se vacunan aquellos que reconocen que intentan evitarlo o se declaran antivacunas. El principal motivo es que creen que no las necesitan, por delante del miedo a posibles efectos adversos o por falta de prescripción o desinformación.

En este sentido, cabe destacar que más de la mitad de los encuestados considera que la información disponible sobre vacunas es insuficiente.

Y es que, como incide Pastor, “queda mucho trabajo por hacer. Y en ese empeño el trabajo de los profesionales de la enfermería es indispensable. Los enfermeros proporcionan información, resuelven dudas y generan confianza”, tal como demuestran los resultados de esta encuesta que acaba de presentarse.

Así, los resultados de la encuesta confirman que la gran mayoría de la población (un 86%) identifica a las enfermeras como responsables de la administración de las vacunas y un 71,8% considera que es el profesional sanitario con mayor capacitación para resolver dudas sobre las vacunas.

“Estos datos refuerzan el papel de las enfermeras como pilar fundamental en la salud pública”, ha destacado Ángeles Beatriz Álvarez, enfermera especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria.

Los ciudadanos madrileños refrendan estos datos valorando a las enfermeras con casi un sobresaliente en aspectos como en profesionalidad, trato al paciente y transmisión de confianza y seguridad en el proceso de vacunación.

Así, Álvarez recuerda que “las enfermeras son reconocidas no solo por su excelencia técnica, sino también por su cercanía y compromiso diario, reflejo del esfuerzo y la dedicación de las enfermeras, cuya contribución resulta clave en la relación entre el sistema sanitario y la ciudadanía”.

Los datos que revela la encuesta dejan claro que la población identifica a las enfermeras como el profesional sanitario de referencia en materia de vacunación al tiempo que son también conocedores de sus funciones prescriptoras.

Un 57% se muestra totalmente de acuerdo o bastante de acuerdo con que las enfermeras deberían indicar o prescribir medicamentos en caso necesario como, por ejemplo, paracetamol, ibuprofeno, insulinas, antihipertensivos, sintrom...

Además, también muestran su apoyo en que solicitasen analíticas o radiografías si lo consideran necesario.

Por último, el 53,3% de los encuestados considera que las enfermeras en los centros de salud deben aumentar sus competencias, de forma que atiendan el problema del paciente o lo deriven a otro profesional si fuera necesario (triaje).

En este sentido, Mar Rocha, portavoz y tesorera del Codem, ha respaldado el papel de las enfermeras en atención primaria, señalando que, con el pleno desarrollo de sus competencias, entre las que se encuentra la prescripción enfermera y la incorporación de especialistas en Familiar y Comunitaria, “no solo se aseguraría aumentar el bienestar y la seguridad de los pacientes, sino que también se contribuiría a una racionalización del gasto y a una mayor eficiencia del sistema sanitario”.

Rocha ha subrayado también que “la posibilidad de que las enfermeras prescribamos determinados fármacos supone una gran mejora en la atención que reciben los ciudadanos y también en el desarrollo de nuestra práctica”. Además, “estamos perfectamente capacitadas y habilitadas para realizar la prescripción de manera autónoma en el ámbito de los cuidados”.