V de Viernes

Plan Verde de China para África

Xi Jinping convierte al continente negro en su gran factoría para liderar la transición ecológica a nivel mundial

Que China se ha convertido en el primer baluarte mundial de África no es ningún secreto. Lo más llamativo es que lo ha conseguido no por la vía de la conquista militar o el colonialismo, sino por la inversión y la cooperación al desarrollo. En Guinea Ecuatorial, por ser antigua colonia española, cabría pensar que el primer inversor es España. Por desgracia, no es así ni por asomo. El primero es China y el segundo Francia. Igual sucede en otros muchos países del entorno y del continente africano. En Guinea Ecuatorial, las principales infraestructuras, autopistas, puentes, puertos, aeropuertos y hoteles, han sido construidos por China. La cooperación es tal que se puede afirmar que Guinea se ha transformado, fuera del petróleo, gracias a China.

Cuando se pregunta a algún dirigente africano por el motivo por el que China ha superado en influencia africana a todos los países occidentales, incluidos Estados Unidos y Francia, la respuesta es clara: Francia, por ejemplo, ha explotado los recursos de numerosos países, pero no ha facilitado que con esos recursos se pueda ayudar al desarrollo, para acabar con la pobreza. Por ejemplo, Níger. Es un grandísimo productor de uranio. Francia explota el uranio de Níger, que hace funcionar sus centrales nucleares. Pero Níger tiene grandes problemas por falta de comunicaciones y está en una situación de pobreza extrema. Francia no ha desarrollado a Níger. Lo ha expoliado sin más.

La inversión de China no es desinteresada, eso es evidente. Pekín basa su relación con el continente africano en la obtención de recursos energéticos y materias primas, amén de ampliar su influencia. Pero los chinos han hecho en África lo que no hicimos los europeos o los americanos: han invertido y ayudado a desarrollar países como Guinea, Mali, Nigeria, Togo, Chad, Sudáfrica o la República Democrática del Congo.

Ahora el Plan de Beijing es hacer de África su factoría en producción verde, particularmente en cuanto al coche eléctrico o las placas solares, para depender menos de Europa. Tras utilizar África como proveedor de materias primas baratas, plantea seguir invirtiendo en el continente, pero para liderar la transición ecológica a nivel global, gracias a que la mano de obra es muy barata y las regulaciones casi inexistentes.

Si en las últimas décadas China ha transformado sectores clave de África, en el ámbito industrial y energético, ahora se propone no solo seguir obteniendo aluminio, litio, níquel, cobalto, manganeso o cobre, sino liderar la “inversión green" para que África le de soporte en la carrera ecosostenible. Dijo Xi Jinping el pasado verano: "Vamos a ayudar a África a construir motores de crecimiento verde". Cada vez más fabricantes asiáticos de baterías abren factorías y plantas de ensamblaje allí. China, líder global en fotovoltaica y coches eléctricos, se propone afianzar su liderazgo mundial usando al continente negro como su principal factoría.