El trípode
En París, un 27 de noviembre histórico
El día de la conversión del judío Ratisbona, el 20 de enero de 1842, tendrá una influencia decisiva en un suceso singular de la Segunda Guerra Mundial
El 27 de noviembre de 1830, París fue el escenario de un acontecimiento que ocupa un lugar destacado en la auténtica Historia, cuyas circunstancias concretas le hacen ser conocido como el de la «Medalla Milagrosa». La razón de su denominación se produjo cuando en 1832 una epidemia de cólera se extendió por toda la capital francesa provocando una mortalidad que se estima en unas 20.000 personas. En esas dramáticas circunstancias, las Hijas de la Caridad de San Vicente Paul empezaron a distribuir masivamente por la ciudad la Medalla que la Virgen, dos años antes en aquel 27 de noviembre, le había mostrado a una joven religiosa hermana suya que residía en el Convento de la Rue du Bac (la calle de Bac) de París, donde se le había aparecido. Era la joven (hoy santa) Catalina Labouré, para reproducirla según se la había mostrado y «que quienes la llevaran con devoción, recibirían muchas gracias y favores». Será tal la cantidad de curaciones y conversiones de todo tipo que se produjeron durante aquella epidemia que el pueblo parisino la empezó a denominar como la «Medalla Milagrosa» que es como se denomina desde entonces, contándose por muchos centenares de millones las distribuidas hasta la fecha.
Pero no acaba aquí la historia, porque 12 años después en 1842, «María Milagrosa» –tal como aparece en la Medalla– se le aparecerá en Roma a un joven judío Alfonso de Ratisbona, muy hostil a la Iglesia católica y le convertirá instantáneamente en un fervoroso creyente que se ordenará sacerdote jesuita. Es la única conversión de estas características reconocida como milagrosa por la Iglesia por intercesión de la Virgen. En la Urbe de Roma, entonces todavía capital de los Estados Pontificios, el suceso tuvo un gran impacto que contribuirá a que la devoción a la Inmaculada floreciera intensamente. Y otros doce años después el 8 de diciembre de 1854, el Papa (hoy) beato Pío IX, definirá solemnemente el Dogma de la Inmaculada Concepción. El día de la conversión del judío Ratisbona, el 20 de enero de 1842, tendrá una influencia decisiva en un suceso singular de la Segunda Guerra Mundial, exactamente 100 después día a día. En esa fecha de 1942, en Berlín se convocó la Conferencia de Wannsee para planificar el Holocausto judío. Y no se pudo consumar porque el 8 de diciembre de 1941, –fiesta de la Inmaculada– al día siguiente del bombardeo japonés de Pearl Harbour, EEUU entró en la guerra, y Hitler no pudo consumar el exterminio judío deseado. Es un capítulo de la Segunda Guerra Mundial expuesto destacadamente en el Museo del Holocausto (Yad Vashem) de Jerusalén.
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