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Aunque moleste

El desafío de los «BRICS»

China impulsa un «nuevo orden financiero» en una Cumbre en la que las principales decisiones no serán públicas

Comienza en Johannesburgo la cumbre de los BRICS. Hace décadas era impensable imaginar un orbe de poder multipolar, donde antiguas colonias no estuvieran alineadas con sus metrópolis. Ahora sí. Frente a los 800 millones de población USA/Europa, los BRICS suman 3.500 millones, casi el 50 por ciento de los habitantes del planeta, el 43 por ciento del PIB mundial por el 27 por ciento del G7, y una extensión territorial que asusta. India, el país con mayor número de habitantes. China, la segunda economía del globo, codeándose con la primera. Rusia, potencia nuclear con el territorio más grande del mundo. Brasil, la primera nación de LATAM en extensión, población y peso económico. Sudáfrica, el estado más desarrollado del continente negro. Y otros 23 candidatos a entrar, entre ellos Irán, Argelia, Argentina, Arabia Saudí o Emiratos. Hasta Macron ha llamado a la puerta del BRICS «para forma parte de una fiesta a la que no ha sido invitado», dijeron portavoces oficiosos.

Es ya un hecho que USA y Europa, por mucho que no se quiera ver, han dejado de tener el control absoluto de la economía y la política mundial. China se está comiendo buena parte del globo. Su mano es ya más que visible en Suramérica. Controla la economía de grandes zonas de África. Es el líder de este grupo de países que ha emprendido ciertos movimientos de guerra fría económica en torno al dólar, moneda de reserva mundial desde que Nixon rompiera en 1971 con el patrón oro consagrado en Bretton Woods en 1944. Los BRICS han decidido interactuar económicamente al margen del dólar, haciéndolo de momento en sus propias monedas o con el «petro-yuan» como referencia principal, lo que configura un panorama de economía multipolar en la que el dólar podría no tener la preeminencia actual. Una operación de geo-estrategia económica urdida entre Xi y Putin como mecanismo de equilibrio frente a Occidente. El objetivo último es crear una nueva moneda digital volviendo al patrón oro, lo que explica la actual escalada de compras del preciado metal en los mercados mundiales. Rusos y chinos acordaron sustituir el dólar por el yuan en sus transacciones comerciales, algo que después ha sido extendido a los demás BRICS. Llama la atención el caso de Brasil. Con una economía hiper-dependiente del billete verde, Lula ha entrado en el sistema interbancario de pagos de China, conocido como CIPS, alternativa al SWIFT occidental. Desde 2009 China es el principal socio comercial de Brasil, y la ex presidenta brasileña Dilma Rousseff es la máxima responsable del Nuevo Banco de Desarrollo o Banco BRICS, con sede en Shanghái, donde tiene su sede también la Organización militar y de seguridad BRICS, denominada Organización de Seguridad y Cooperación de Shanghái (OCS), constituida por 8 estados fundadores (entre ellos las potencias nucleares Rusia, China, India y Pakistán), cuatro observadores (el principal Irán), seis asociados y la reciente incorporación de Arabia Saudí.

En la cumbre que hoy comienza en Suráfrica, con ausencia presencial de Putin, los cinco estados BRICS van a decidir a qué nuevos miembros se da entrada a la organización. Aunque las principales decisiones no se harán públicas, el presidente surafricano ha declarado que de esta reunión va a salir «un nuevo orden financiero». Tal es el desafío.