Mirando la calle
A Cristina Alberdi
«Sin mujeres como ella o Almeida, las demás no habríamos llegado hasta aquí»
Hace muchos años, cuando trabajaba en prácticas en la revista Tiempo, me pidieron que realizara un reportaje sobre los embarazos adolescentes. Corría el año 87 y además de acudir al Centro Norte, donde casi se abandonaba a «chicas descarriadas», visité a dos abogadas «malditas». Eran dos mujeres muy distintas, pero con un interés común: la lucha por los derechos de las mujeres. En aquellos tiempos en los que no existía ley de violencia de género, el machismo era un patrimonio a defender y el feminismo estaba bajo sospecha, pretender cambios que atentaran contra del catálogo de involuciones acaecidas en el ámbito de lo femenino durante la dictadura parecía una falacia. Pero ellas, Cristina Alberdi y Cristina Almeida, nacidas en los años cuarenta y conocedoras de todos los derechos que el franquismo había cercenado a las mujeres, trabajaban duramente y en contra de buena parte de la sociedad para lograrlo. Desde entonces, ambas formaron parte de mi vida y de mi agenda, casi a modo de oráculo. Las fui encontrando en el camino y recurriendo a ellas en mi propia lucha por los derechos de las mujeres, mientras sus trayectorias, tras su separación profesional, avanzaban hacia distintos lugares. Ambas transitaron por la política, pero mientras Almeida tiró hacia el comunismo, Alberdi, más moderada, formó parte del socialismo, con diversos cargos relevantes, incluido el de ministra con González, hasta que en 2003 abandonó el partido tras acusarlo de «dar alas al nacionalismo soberanista». A partir de ahí y tras aceptar un puesto como presidenta del Consejo Asesor del Observatorio Contra la Violencia de Género, en la Comunidad de Madrid de Esperanza Aguirre, la acusaron de derechizarse. Pero ni siquiera esa etiqueta evitó que en 2023 fuese galardonada por la Asociación Women in a Legal World, en virtud a su papel en el impulso del divorcio en España y del reconocimiento legal del aborto. Hizo mucho más. Sin mujeres como ella o Almeida, las demás no habríamos llegado hasta aquí. Y ahora que se acaba de ir, quiero reconocérselo con mi cariño y agradecimiento. Que la tierra te sea leve, querida y admirada Cristina Alberdi.
✕
Accede a tu cuenta para comentar