Sociedad
Yo, Leonor
La Cori contando que la yaya Sofi era muy adusta. No, si te parece te hace una fiesta cada vez que te veía
Estoy enganchada al podcast de la abuela Cori. Ocho capítulos que son ambrosía. Ocho. Ni uno ni dos, ocho. Ocho contando que el yayo y ella se escribían cartas de amor, deseando estar como dos caracoles. Contando el anillo que le regaló el yayo (porque estaba que se hacía pis con la Cori), anillo que la abuela Cori sólo se ponía en días señalaítos. La Cori contando que la yaya Sofi era muy adusta. No, si te parece te hace una fiesta cada vez que te veía, que se tenía que tragar que fueras a todos lados dándotelas de conseguidora. Cori: perro no come perro, y a tí se te acumulaban las salchichas entre el pan. Yo, todo esto, lo sigo desde mi internado en Gales, que es un sitio del que, a lo mejor, no quiero volver a salir y, donde pernocto arropada por una capa de grasa del beicon del desayuno, que me ayuda a seguir con la vida.
Menos mal que Musculosa se sigue vistiendo como del Molino de Barcelona y así da la pobre de qué hablar y el personal está entretenido. Porque lo del agujero en la falda fue mucho, eh. Y lo de la espalda de descargador de muelles, qué les parece. Que va Altibajos, que es que nos cargamos al hombro la lonja del pescado de Cudillero, y nos sobran media docena de músculos. Ahora, no desviemos la atención de lo verdaderamente importante.
Victoria Frigorífica ya no estudia. Vic Fri está ahora en influencer y la tita Doña echa las muelas. Vic Fri tiene la cara como las cocinas de Macael pero no es culpa suya. Es que ella es muy Mari. Muy Marichalar. Mi prima es muy de salir y poco de entrar. Ha salido al primo Pipe. Dos goticas de agua. Pero mira, si con eso de ser como modeluqui pero de descuento, le puede aconsejar a mi tita Doña un poquito de saneamiento capilar y una cremita pa las puntas, ya nos saldría rentable que se dedicara a la nada. Cierto es que, gracias al cielo, ha escogido buen cirujano plástico y nos la están volviendo una diosa sosa, de estas que gustan ahora a las revistas de moda. Igual ahí decide que se va a ganar la vida por sí misma, ¿no? No.
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