Medioambiente
Solidaridad por un mundo más verde
Hoy comienza la Cumbre mundial sobre el Cambio Climático, más conocida como COP29. Líderes mundiales, empresariales y sociales se reúnen en Bakú, Azerbaiyán, para seguir avanzando en una transición energética que necesita acelerar, en un momento de urgencia climática sin precedentes
La capital de Azerbaiyán, Bakú, es desde hoy y hasta el 22 de noviembre el epicentro mundial del diálogo sobre cambio climático. El lema de esta edición, “Solidaridad por un Mundo Verde”, reivindica la urgencia de avanzar en el camino hacia una transición energética justa y ordenada, en la que la colaboración multilateral se hace imprescindible para alcanzarla.
A día de hoy, tres son las claves para avanzar en ese cambio de modelo energético sostenible, el primero contar con mecanismos financieros adecuados y suficientes; el segundo, que el sector privado participe activamente en el proceso y en tercer lugar tomar medidas que faciliten tanto, la adaptación como la mitigación de los efectos del cambio climático.
Financiación climática
Uno de los aspectos más cruciales de la COP29 es la creación de un marco de financiación climática suficiente, ya que se requieren billones de dólares para que los países reduzcan drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y protejan vidas y medios de subsistencia de los crecientes efectos del cambio climático.
Concretamente, de la Cumbre se espera que los países acuerden cómo, cuándo y con qué mecanismos se movilizarán los 100.000 millones anuales prometidos para ayudar a las víctimas de la crisis climática en el sur global. En la cumbre de Sharm el-Sheikh se cerró este compromiso; el año pasado en la cumbre de Dubái se formalizó y ahora se espera que se concrete el ‘modus operandi’ de cómo se llevará a cabo.
Planes Nacionales de Acción Climática
Al igual que hicieron los países en la Cumbre de la Biodiversidad, celebrada hace unos días en Colombia, los países deben presentar también aquí, sus planes para reducir sus emisiones, con el fin de frenar el calentamiento del planeta.
Si se hacen adecuadamente , estos planes limitarán el calentamiento global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales y actuarán como planes de inversión que impulsan los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Adaptación y mitigación
A estas alturas, hay que tomar medidas tanto para adaptarse como para mitigar los efectos del cambio climático. Así lo señalaba, hace unos meses, la Agencia Europea de Medio Ambiente, en su primera Evaluación Europea del Riesgo Climático en la que advertía de que Europa ya es el continente que “más rápidamente se calienta”, el doble de la media mundial.
Además el informe instaba a tomar medidas de manera urgente ya que de los 36 riesgos identificados por la Agencia, ocho están clasificados como “particularmente urgentes” para conservar los ecosistemas y para proteger tanto a personas como infraestructuras de las cada vez más frecuentes inundaciones, olas de calor e incendios forestales.
Mercados para reducir emisiones
Los participantes en la cumbre también van a debatir estos días en torno a la necesidad de materializar de forma coordinada, un mercado internacional de carbono bien regulado, como una de las herramientas fundamentales para frenar el calentamiento. Un mecanismo que debe garantizar que la reducción de emisiones sea real y verificable, asegurando el cambio hacia tecnologías limpias y soluciones climáticas innovadoras.
El sector privado en la COP29
El tejido empresarial desempeña un papel vital en la economía verde, especialmente si se habla de las grandes corporaciones multinacionales. En la COP29, se espera que las empresas se comprometan con la reducción de emisiones y la adopción de tecnologías limpias. La inversión privada en renovables o la financiación de iniciativas verdes no sólo aceleran la transición energética, sino que generan una presión sobre los gobiernos para tomar más medidas.
Además, el sector financiero es vital para asegurar que los flujos financieros apoyen los objetivos climáticos. Unas inversiones alineadas a las emisiones netas cero y cuyos inversores deberán exigir transparencia y responsabilidad.
Y es que, como reconoció Antonio Guterres, secretario general de la ONU en el discurso inaugural de Asamblea general de la ONU, “las empresas están avanzando más rápido que los gobiernos”. Por lo que es más necesaria que nunca la colaboración entre naciones, el sector privado y la sociedad civil.
Con el reloj climático avanzando rápidamente, con las temperaturas globales alcanzando niveles récord y los fenómenos climáticos extremos afectando a personas de todo el mundo, la COP29 debería encontrar soluciones concretas al problema más acuciante de nuestro tiempo. El futuro del planeta está en juego.
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