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Una cuadrilla de robots agricultores para reducir los costes de producción
La conectividad y la IA siembran las semillas del futuro del campo español a través de la labor de centros de I+D como Tecnalia, el mayor de su tipo en el país
En el campo no solo florecen las plantas, también inventos. La rueda, el arado, el tractor... ¿Y ahora? Robots agricultores que resuelven la falta de mano de obra y reducen los costes de producción. Aunque este avance ya no es del todo novedoso, pues decenas de proyectos en marcha en España han demostrado ya la capacidad de las máquinas para sembrar, abonar, cosechar, reducir el consumo de agua y optimizar recursos con más eficiencia que los humanos. Ahora, la gran revolución está en la conectividad de la IA. O, dicho de otro modo, en hacer que los robots trabajen de forma autónoma pero coordinada, como lo haría un enjambre de abejas.
Eso es lo que ha logrado Tecnalia, el mayor centro español de investigación aplicada y desarrollo tecnológico, que ha desarrollado una innovadora herramienta que teledirige a las cuadrillas de robots autónomos y que puede apoyar al agricultor en sus tareas. A grandes rasgos, funciona como una consola de mandos. En ella, el agricultor puede diseñar una misión para que su robot la ejecute. Por ejemplo, quitar las malas hierbas de un cultivo. Mientras, podría mandar a sus drones a recoger datos sobre el estado de los cultivos o a aplicar una cantidad precisa de fertilizante en un punto exacto.
«Nuestra solución permite la planificación de actividades colaborativas que se realizan entre varios robots, posibilitando la operación de enjambres de robots, incluso de fabricantes heterogéneos o de naturaleza diversa, ya sea robots terrestres, drones u otros», explica Belén Martínez, investigadora de inteligencia artificial de Tecnalia. Este cuadro de mandos también permite seguir la actividad en tiempo real.
En cuanto a las labores que puede desempeñar un robot agricultor, Martínez indica que la herramienta «mejora la eficiencia de la agricultura de precisión». El responsable de la explotación podría configurar diferentes actividades, como la medición de datos del terreno (lo que daría al agricultor información sobre las necesidades de fertilizante o agua de las diferentes áreas) y la eliminación autónoma de maleza, lo que aceleraría el crecimiento de los cultivos. Pero la auténtica clave está en la conectividad entre diversas plataformas, sensores y fuentes de información, de forma que los agricultores y cooperativas tengan un flujo de datos integrados que poder entender y usar con facilidad.
El campo gana eficiencia con la robotización
La pregunta que surge a continuación es clara: ¿qué implicaría para los agricultores de carne y hueso la existencia de robots agricultores? ¿Podría impactar en el empleo de forma negativa? La realidad, señalan las voces expertas, es que en el campo falta mano de obra. «Hay que tener en cuenta que la mayoría de las explotaciones agrícolas en España son de tamaño pequeño: aproximadamente, un 56% tiene menos de 5 hectáreas, lo que refleja la prevalencia de pequeñas fincas, muchas de ellas gestionadas por familias», afirma la experta de Tecnalia.
Además, las granjas pequeñas «se enfrentan a muchos desafíos para ser competitivas, especialmente relacionados con el coste de la producción. La tecnología puede ser una gran aliada para estas pequeñas empresas, ayudándolas a reducir costos, mejorar su eficiencia y aumentar la rentabilidad», asegura Martínez. En cualquier caso, señala que «los robots y sistemas autónomos están diseñados para automatizar tareas repetitivas». Así, «las nuevas tecnologías posibilitan a los granjeros la realización de tareas muy costosas que antes eran impracticables debido a limitaciones tecnológicas, logísticas y económicas».
El interés de la Unión Europea por digitalizar el campo es palpable. De hecho, la solución para robots autónomos de Tecnalia se enmarca en una iniciativa europea para implementar plataformas interoperables para la agricultura inteligente, usando tecnologías basadas en el internet de las cosas (IoT). Por el momento, ya se han llevado a cabo 20 proyectos piloto como este, desplegados en 18 países, y con la colaboración de 60 socios. En la actualidad unos 6.000 agricultores ya se están beneficiando directamente y hay más de 38.000 dispositivos y sensores de recopilación de datos en marcha.
«Las tecnologías digitales tienen mucho potencial para hacer la agricultura más eficiente. Es fundamental que se gestionen de forma adecuada para realizar una digitalización democrática, que siga una estrategia que fomente la capacitación de agricultores de todos los niveles y un acceso equitativo a las tecnologías, por ejemplo a través de programas gubernamentales que faciliten su financiación», indica la especialista en IA.
Además, asegura que la solución de Tecnalia no solo reduciría los costes de producción del campo, también ayudaría a cumplir con los objetivos climáticos: «Los robots agricultores son una herramienta de la agricultura de precisión, mediante la cual se consigue ajustar el uso de insumos como fertilizantes, agua o pesticidas de acuerdo con las necesidades específicas de cada área del cultivo y en las cantidades exactas. La toma de decisiones basadas en datos posibilita un mejor uso del suelo y una reducción del impacto ambiental».
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