Vivienda

Ofensiva de alcaldes de izquierdas en Madrid por las zonas tensionadas de vivienda

Seis regidores piden poner topes al alquiler y el Gobierno de Ayuso responde que la medida «no funciona»

Obras de construcción de viviendas en Rivas, en agosto de 2021
Obras de construcción de viviendas en Rivas, en agosto de 2021CIPRI PASTRANO DELGADOLa Razón

Varios municipios madrileños gobernados por la izquierda han iniciado una ofensiva para desplegar una de las medidas más polémicas que contempla la Ley de Vivienda: que sus localidades sean declaradas Zona de Mercado Residencial Tensionado. En total, cinco ya han formalizado su petición al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso; otros, como Ciempozuelos, han hecho amagos al aprobar la medida en pleno, pero la petición no consta en la Comunidad. Se trata de Getafe, Fuenlabrada, Alcorcón y Parla, a los que se acaba de sumar Rivas Vaciamadrid, cuya alcaldesa acudió a la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras hace dos semanas para poner sobre la mesa su petición. La alcaldesa, Aída Castillejo (IU), ya recibió hace una semana un «no» por respuesta, por escrito, del consejero del ramo, Jorge Rodrigo, porque la petición no puede estar más alejada de lo que piensa el Gobierno de Díaz Ayuso sobre cómo se debe abordar la política de vivienda.

Entre otras cosas porque la Ley de Vivienda del Gobierno de Pedro Sánchez está recurrida por la Comunidad de Madrid ante el Tribunal Constitucional, ya que entiende que «vulnera competencias que son estrictamente autonómicas, ataca a la propiedad privada y, en última instancia, perjudica a los ciudadanos madrileños», expone la misiva a la que ha tenido acceso LA RAZÓN. Por si aún no quedara suficientemente claro, expone que la Comunidad de Madrid «no comparte la medida que usted plantea, ya que, tal y como se ha demostrado en ciudades que han desarrollado acciones similares como Barcelona, París, Berlín o, más recientemente, en algunos municipios de Escocia, la regulación excesiva e intervencionista sobre el mercado provoca el efecto justamente contrario al deseado: la reducción de la oferta, el aumento de la demanda y la subida de los precios», dice el consejero en la carta remitida a la regidora zanjando la cuestión.

Pero la alcaldesa de Rivas persiste en su petición y ha remitido una carta a la presidenta de la Comunidad de Madrid en la que insiste en querer que se declare a Rivas como zona de mercado residencial tensionado, «se respete la autonomía local y nos permita defender los derechos de la ciudadanía». Y contradice los datos que aporta la Comunidad de Madrid sobre Barcelona, que la Administración regional pone como ejemplo de fracaso en política de vivienda. La regidora Aída Castillejos, asegura que, con la aplicación de regulación, los precios del alquiler cayeron en la Ciudad Condal entre un tres y un cinco por ciento. Lo dijo parafraseando a la consejera de Territorio y Vivienda de la Generalitat Silvia Paneque i Sureda.

Desde que entró en vigor la normativa estatal, los regidores de partidos de izquierda quieren controlar y poner tope a los precios del alquiler y aseguran que cumplen todos los requisitos de la ley de Vivienda elaborada por el Gobierno central para ser catalogados como zonas tensionadas: el costo de la vivienda supera el 30% de los ingresos medios de esa zona y el precio de una casa ha aumentado al menos tres puntos porcentuales por encima del IPC. Sin embargo, los ayuntamientos no pueden, de manera unilateral, poner topes a los precios, porque la competencia en materia de vivienda corresponde a las Comunidades autónomas.

Una de las primeras alcaldesas que pidió a Ayuso que su municipio fuera declarado zona tensionada fue Candelaria Testa (PSOE), la regidora de Alcorcón, dispuesta ahora a subir el IBI a los vecinos. Incluso amenazó con promover una iniciativa legislativa popular para poder regular los precios del alquiler en el séptimo municipio más grande de la Comunidad de Madrid (170.000 habitantes). Sin embargo, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ya ha manifestado que la ley es «lesiva» y ha tenido efectos «devastadores», como el aumento de la okupación ilegal, la reducción de la oferta del alquiler y el incremento de los precios. «Limitar el precio no funciona». Además considera que «es un atentado contra la propiedad», ha manifestado en más de una ocasión. Bajo estas premisas, el Gobierno de Díaz Ayuso también se ha negado a limitar los precios en Parla, cuando lo solicitó, el pasado mes de mayo, justo dos meses después de la entrada en vigor del Índice de Precios de Referencia del alquiler.

Antes, en noviembre de 2023, el alcalde socialista de Fuenlabrada, Francisco Ayala, también planteó la misma solicitud al constatar que los precios de los alquileres se habían elevado un 12% en la localidad.

No obstante, la primera en poner sobre la mesa la solicitud fue la alcaldesa de Getafe, Sara Hernández. Lo hizo en septiembre de 2023 después de acusar a Díaz Ayuso de «expulsar a los madrileños y getafenses de los barrios donde han crecido».

La experiencia en Rivas

En el caso de Rivas Vaciamadrid, el Ayuntamiento liderado por IU-Equo-Más Madrid descongeló este pasado enero la concesión de licencias urbanísticas, tras dos años de suspensiones totales o parciales. Una medida que ya fue anticipada en 2020, con Pedro del Cura como alcalde, que consideraba que los servicios públicos, como las escuelas municipales, ya no podían atender las necesidades del municipio debido a su desenfrenado ritmo de crecimiento.

Así, en octubre de 2021, los vecinos de Rivas-Vaciamadrid acudieron a un referéndum convocado por IU, en el que se preguntaba a los ripenses si estaban o no de acuerdo en paralizar el crecimiento urbanístico de la ciudad. Ganó el «sí» con más del 80% de los votos. Una consulta en la que participó menos del 20% del censo y en la que se podía votar a partir de los 16 años.

La medida provocó incluso recursos ante los tribunales, si bien el TSJM terminó por dar la razón al Ayuntamiento. Pero sí parece evidente que la paralización de obras no ha traído consigo un freno a la subida del precio de la vivienda en el municipio. Un reciente estudio de la consultoría inmobiliaria Tinsa, fechado en julio de 2024, revelaba que, entre los principales municipios de la región, Rivas era el que había experimentado un mayor aumento del precio residencial. En el caso de Madrid, el incremento era del 5 %; en Pozuelo de Alarcón, del 5,1 %; en Las Rozas, del 5,2 %; en Alcalá de Henares, del 5,4 %... mientras que en Rivas, subió hasta un 5, 6 %.

Otros análisis, como los realizados por los portales inmobiliarios de Idealista y Fotocasa, otorgan también subidas al municipio madrileño. En el caso de Idealista, a día de hoy, le otorga un incremento interanual del 8,5 % en el precio de venta de vivienda, por detrás de ciudades como Madrid (17,8 %), Móstoles (14,1 %), San Sebastián de los Reyes (12,8 %), Torrejón de Ardoz (12,5 %), Leganés (11 %) Alcobendas (9,7 %) y Alcalá de Henares (8,7 %), pero por encima de Majadahonda (1,6 %), Alcorcón (5,6 %), Aranjuez (6,2 %), Fuenlabrada (7 %), Getafe (7,1 %) o Pozuelo de Alarcón (7,9 %), entre otros.

Por metro cuadrado

En lo que se refiere al valor bruto del metro cuadrado, Rivas ocupa el decimosexto puesto del total de municipios de la Comunidad de Madrid, siempre según el análisis llevado a cabo por Idealista. Un ranking liderado ampliamente por La Moraleja (5.647 euros/m2), y seguido por Madrid (4.756 euros/m2) y Pozuelo de Alarcón (3.935 euros/m2). En el caso de Rivas, el precio medio es de 2.623 euros por metro cuadrado. Una cantidad que se sitúa por debajo de municipios como Alcobendas (2.980) y San Sebastián de los Reyes (3.152), y por encima de Getafe (2.464 euros), Alcorcón (2.469), Leganés (2.384) o Torrejón de Ardoz (2.326).