La razón de los alcaldes
Judith Piquet: «Del Gobierno de Sánchez solo recibimos una falta de implicación absoluta»
La alcaldesa de Alcalá de Henares reclama planificación del Ejecutivo central ante el traslado de más de 1.000 inmigrantes al municipio. Denuncia el «abandono» que sufren las administraciones locales
Judith Piquet es la nueva alcaldesa de Alcalá de Henares. Es, además, como ella misma señala, «la mamá de Helena y de Adrián». Entró en el Partido Popular siendo muy joven, en Nuevas Generaciones, siempre con el objetivo de ayudar al partido y participando en los procesos desde la parte jurídica. Nunca pensó, sin embargo, en llegar a la primera línea, aunque esto llegó en 2019, un momento «complicado» tanto para el PP como para España a nivel nacional. Sin embargo, está convencida de que «hay que saber estar en las buenas y en las malas» para «llevar a nuestros municipios, a nuestra región y, sobre todo, a nuestro país, al sitio que le corresponde».
¿Cómo se ve esa situación de España desde la política local?
Estamos viviendo un momento muy complicado a nivel nacional. La mayoría de los españoles estamos muy preocupados con el futuro de nuestra nación, sobre todo por cómo se están desgastando todas las instituciones. Ahora mi responsabilidad como alcaldesa, además de gobernar y gestionar para los alcalaínos, pero también, desde los ayuntamientos, ser ese dique de contención a la problemática que estamos atravesando a nivel nacional.
¿Cree que la política local puede aportar soluciones a problemas como los brotes de nacionalismo?
Es algo que se vive en la calle. Son problemas que preocupan a los ciudadanos, a nuestros vecinos. Entonces, hay que levantar la voz para que tengamos un consenso, una democracia plena y que esos valores que nos dimos en 1978 se mantengan en todas las instituciones. Desde los ayuntamientos que trabajar para estar a pie de calle con nuestros vecinos, pero también preocupados de lo que ocurra a nivel nacional para solucionarlo.
Uno de los objetivos que tenéis es rebajar los impuestos a los vecinos. ¿Es esto realmente factible?
Según un estudio reciente, de cada 1.000 euros que un trabajador destina a los impuestos mensualmente, el 90% va al Gobierno de la nación. Y los ayuntamientos solo recibiríamos el 0,2%. Está claro que en el ADN de los alcaldes del Partido Popular está esa bajada de impuestos, y vamos a intentarlo, pero a la vez queremos seguir prestando servicios de calidad. Por eso queremos, por ejemplo, que el IRPF esté distribuido de otra manera, o si no es el IRPF que haya otra forma no discrecional de recaudar fondos a los ayuntamientos, que al final es para invertirlo en los propios vecinos. Es algo que, a nivel jurídico, es factible. Hay herramientas y es algo en lo que tenemos que trabajar todos, incluido el Gobierno de la nación, que esperemos que esté de acuerdo con los municipios en este sentido, aunque mucho me temo que no va a ser para los ayuntamientos de la Comunidad de Madrid.
Hemos visto recientemente que han trasladado las quejas de los vecinos por la estación de Cercanías. ¿Se sienten abandonados por el Gobierno central?
Mientras que en Cataluña se están planteando soterrar vías, que es algo con un coste elevadísimo, en la Comunidad de Madrid tenemos un servicio de Cercanías totalmente abandonado. En Alcalá de Henares hemos reivindicado por activa y por pasiva durante años que el plan de Cercanías de la Comunidad de Madrid tenía que atenderse por el Gobierno de la nación y nunca se ha atendido. Los alcalaínos sufren demoras todos los días, incidencias, retrasos... Otro gran ejemplo de ese abandono es la remodelación de la estación central de Alcalá de Henares, en la que hemos reclamado que no solo sea una remodelación estética, sino que incluya un acceso norte que comunique las dos zonas de Alcalá, y tampoco nos ha atendido el Gobierno de la nación. Creemos que no solo debe centrarse en Cataluña o el País Vasco, donde las inversiones son mucho más elevadas, sino también en la Comunidad de Madrid.
¿Se han sentido abandonados también con todo lo que está ocurriendo con los migrantes que van a llegar a Alcalá desde Canarias?
Exactamente. No se ha contado para nada con este ayuntamiento. Primero dijeron que sería un centenar. Después, que 450. El martes nos reunimos con el ministro Escrivá, y, desde la alcaldía volvimos a solicitar transparencia, información y planificación por parte del Gobierno de España. Ahí nos dijo que, finalmente, se derivarían a Alcalá más de 1.100 migrantes. Mientras, nosotros seguimos sin saber los motivos de que se derive esta cifra de personas a nuestra ciudad. Por supuesto volvimos a preguntar en esa reunión cómo iban a verse afectados nuestros servicios públicos, nuestros centros de salud, nuestro hospital, nuestros servicios sociales, y no se nos dio respuesta ninguna a estas cuestiones planteadas por la alcaldía. También hemos solicitado que se permita al Gobierno municipal acompañar a los ministros y responsables que vengan a comprobar cómo son esas instalaciones en las que van a alojarse estas personas, porque queremos saber cuáles son las condiciones en las que van a estar. En general, casi más de cuatro horas de reunión, seguimos en la misma tónica que siempre con el Gobierno de España, con una falta de planificación absoluta, una falta de implicación absoluta y ninguna conclusión. Eso sí, no ha faltado alguna falta de respeto a quienes no hemos alabado la gestión del gobierno de Sánchez y del propio ministro.
Parece que no es la primera vez que les toca lidiar con esas faltas de respeto...
Desde luego. Yo siempre defino la llegada a la alcaldía y estos primeros meses como un aterrizaje forzoso. Uno llega sin saber qué es lo que hay. Nadie te explica nada, el anterior alcalde no te dice cuáles son los proyectos... Entonces, todo el equipo de gobierno se pone a trabajar sin descanso para saber cuál es la situación y la fotografía real de la ciudad, acometiendo y poniendo como eje prioritario la limpieza, los aparcamientos y la seguridad. Claro, te encuentras de todo. Antes de hacer esta entrevista he estado firmando facturas sin abonar del 2022. Lo que sí es cierto es que llegamos con muchísimas ganas de trabajar para los vecinos de Alcalá, y en eso estamos centrados.
Con cosas como no explicarles cuál es la situación del municipio, parece que casi importa más el mantenerse en el poder que el trabajar por los vecinos. ¿No habría que dejar de lado esa rivalidad política tan drástica?
Debería existir esa lealtad institucional y asumir que los vecinos nos han colocado a cada uno en el sitio que han querido a través del voto. Pero es cierto que el anterior equipo de gobierno no asume que ha perdido las elecciones, y, lejos de ayudar por el bien de la ciudad, que debe ser el objetivo de los 27 miembros de la corporación municipal, todo son problemas, pegas y palos en la rueda que hacen que la ciudad no avance.
En este escenario en el que falta tanta lealtad institucional, ¿cómo van las relaciones con otros alcaldes de la región?
Es que solo entiendo el trabajo desde esa lealtad institucional, no desde los colores políticos del resto de alcaldes. Hace unas semanas me reuní con Alejandro Navarro, el nuevo alcalde de Torrejón de Ardoz, y llegamos a un acuerdo sobre el Soto del Espinillo para crear una gran zona verde que unirá ambos municipios. Del mismo modo, me he reunido con el alcalde de Meco, con el de Coslada... Evidentemente hay foros donde no se hace política, sino que trabajamos con una máxima y es el bienestar de nuestros vecinos, así que yo encantada de trabajar con todos ellos.
¿Qué necesita Alcalá de Henares ahora mismo?
Sobre todo, tener un proyecto de ciudad. Destruir durante ocho años es muy fácil, pero ahora todo lo que se ha destruido nos toca levantarlo. Es verdad que se hacían obras, pero sin un proyecto integral de ciudad, que es lo que tenemos nosotros. Algo que, por ejemplo, nos llena de ilusión es poder hacer una estación de autobuses, que es algo básico para una ciudad de 200.000 habitantes y que, además, es Patrimonio de la Humanidad. Tanto el gobierno local como el regional ya se han comprometido en que sea una realidad esta legislatura, y ya hemos tenido las primeras reuniones.