Santoral
¿Qué santo se celebra hoy, 28 de noviembre? Todo lo que debes saber del santoral de hoy
Hoy se conmemora la figura de San Jaime de la Marca, venerado como patrono de Monteprandone y recordado como un modelo de celo apostólico y devoción al Evangelio.
El santoral, también conocido como calendario litúrgico, es un libro religioso que contiene la lista de los santos reconocidos por la Iglesia Católica y que se celebra cada día del año. Más allá de una simple lista de nombres, el santoral representa un viaje fascinante a través de la fe, la historia y la cultura cristiana.
¿Qué santos se celebran hoy, jueves 28 de noviembre?
San Rufo de Roma: Mártir cristiano del siglo III.
San Esteban el Joven: Monje bizantino y mártir, defensor del culto a las imágenes en tiempos de la iconoclasia.
San Sosthenes y compañeros: Mártires mencionados en la tradición cristiana.
Beato Luis Campos Górriz: Mártir español durante la persecución religiosa de la Guerra Civil Española.
San Jaime de la Marca: Vida y Pontificado
San Jaime de la Marca (1391-1476), nacido como Giacomo della Marca en Monteprandone, Italia, fue un destacado fraile franciscano y predicador del siglo XV. Ingresó en la Orden de los Frailes Menores en 1416, influido por el fervor religioso de su tiempo. Fue discípulo de San Bernardino de Siena, lo que marcó profundamente su enfoque en la predicación y en la promoción de la devoción al Santo Nombre de Jesús.
Su vida se caracterizó por un profundo compromiso con la reforma moral y religiosa. San Jaime se dedicó a combatir la corrupción eclesiástica, la usura, y las herejías, particularmente el movimiento de los fraticelli, un grupo separatista que se oponía a la autoridad de la Iglesia. Como predicador, viajó extensamente por Italia, Bosnia, y Hungría, llevando a cabo campañas de evangelización y de reconciliación social. En sus misiones, también se enfrentó a las tensiones políticas y religiosas de la época.
Canonización y Legado
San Jaime fue canonizado en 1726 por el Papa Benedicto XIII, casi 250 años después de su muerte. Su fama de santidad se había extendido ampliamente gracias a su labor como predicador y mediador en conflictos sociales y políticos. Fue conocido como un pacificador, logrando resolver disputas entre ciudades y comunidades enfrentadas.
El legado de San Jaime se ve en sus contribuciones a la tradición franciscana, particularmente en el uso del monograma del Santo Nombre de Jesús, que popularizó junto a su maestro San Bernardino. Este símbolo se convirtió en un emblema de la fe cristiana y de renovación espiritual en la Italia renacentista.
Exilio y Muerte
En su vida enfrentó persecuciones y desafíos. Uno de los episodios más difíciles fue su acusación de herejía, motivada por sus posiciones firmes contra la usura y su crítica a sectores poderosos de la sociedad. Esto le llevó al exilio temporal, durante el cual se refugió en diversos monasterios y continuó su labor desde allí.
San Jaime falleció el 28 de noviembre de 1476 en Nápoles, Italia, mientras se encontraba en una de sus misiones. Su muerte marcó el fin de una vida dedicada al servicio religioso y al fortalecimiento de la fe cristiana. Fue enterrado en la iglesia de Santa María la Nueva en Nápoles, donde su tumba se convirtió en un lugar de peregrinación.
Hoy, es venerado como patrono de Monteprandone y recordado como un modelo de celo apostólico y devoción al Evangelio.
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