Alcaldes de Madrid
Carlota López Esteban, alcaldesa de San Lorenzo de El Escorial: «La clase política de ahora no está menos formada»
La regidora del PP afronta su segunda legislatura como alcaldesa del municipio, esta vez con un acuerdo de gobierno con Vox, con «más presión que en la anterior»
La popular Carlota López Esteban, de 44 años, se refiere siempre a los ciudadanos de su municipio como «vecinos». López afronta su segunda legislatura al frente de la alcaldía de San Lorenzo de El Escorial, municipio de unos 18.500 habitantes situado al noroeste de la Comunidad de Madrid, a 45 kilómetros de la capital. Las dos veces que ha sido elegida como alcaldesa ha tenido que mediante acuerdos políticos. La primera, en la legislatura 2019-2023, se alió con Ciudadanos y obtuvo el apoyo de Vox. En la segunda, en las elecciones del pasado mayo de 2023, consiguió 8 concejales, por lo que formó un acuerdo de Gobierno con Vox, que había obtenido uno. Anteriormente, el PP en este municipio, había conseguido desde 1995 a 2015 mayorías absolutas con Jose Luis Fernández-Quejo como alcalde. López sabe lo que es estudiar. Se licenció primero en Publicidad y Relaciones Públicas. Luego, en Derecho. Y, además, tiene tres másteres: en Recursos Humanos, en Prevención de Riesgos Laborales y en Asesoría Fiscal; y ahora está cursando otro en Gobernanza y Planificación Territorial. La regidora considera que «la formación es vital para el desarrollo personal y profesional». Sin embargo, reconoce que «a veces vale más la experiencia laboral». La alcaldesa, que está ligada al municipio en el que nació y creció, comenzó a colaborar con el Partido Popular en 2003. Cuatro años más tarde, inició su trayectoria política como concejala, labor que desempeñó durante dos legislaturas. López compagina hoy su vida de alcaldesa con sus aficiones, como la fotografía o salir a correr, que lo hace «casi a diario». «En el entorno natural privilegiado en el que vivimos me gusta pasear y disfrutar de tiempo con mi familia, con mis hijos, que intento que sea de la mayor calidad posible», cuenta López en el Ayuntamiento.
¿Cree que ahora la clase política está menos formada?
Yo no creo que la clase política esté menos formada. Hay gente muy válida y muy formada en la política. Y hay veces que vale más la experiencia profesional, laboral y de vida que tengan las personas, que los títulos académicos. Es verdad que son importantes porque a lo mejor desciendes a la especialización: por ejemplo, al control de procedimientos en el caso de la administración pública. Pero muchas veces vale más la experiencia que un título universitario.
¿Cómo define la política?
En la política local, que es donde estoy, tiene que haber una parte de vocación de servicio, sin la cual yo no la entiendo. La política local es el servir al vecino. Intentar mejorar su calidad de vida y dar respuesta a las necesidades que nos van planteando. Hay que poner al vecino en el centro.
¿Por qué hay tanta separación entre política nacional y municipal?
La diferencia viene marcada fundamentalmente porque en lo local estamos al lado del vecino. Yo siempre pido que me tuteen. Es la administración más cercana. Al final, en el día a día de nuestra labor política, prima la gestión: el solucionar los problemas y mejorar la prestación del servicio al ciudadano, muchas veces por encima de la ideología política.
¿Se relaja una alcaldesa cuando encara una segunda legislatura? En mi caso no, en mi caso quizás es más la presión. La presión es mayor cuando hay muchos proyectos que sacar adelante y cuando eres consciente de los tiempos y los plazos que necesitas para llevar a cabo ciertos proyectos. Es una de las cuestiones de la administración que es complicado de explicar y de entender para los vecinos. Que hay plazos que se dilatan en exceso por el propio procedimiento administrativo. Y ves que los proyectos que tenías pensado sacar en un año, en dos o en tres, pues se dilatan a cinco o seis años, entonces la presión para mí es la misma o mayor.
¿Qué se puede mejorar respecto de la primera? Se pueden mejorar muchas cosas. La primera legislatura estuvo marcada por el Covid: gestionamos lo que hacía falta en ese momento con una situación de incertidumbre y de dar respuesta a unas necesidades que no son las normales para un ayuntamiento. Con respecto a mejorar de la primera, conseguir agilidad en el procedimiento cubriendo ciertas plazas estructurales de personal. Nosotros hemos estado sin secretario, algo que también sucede en otros Ayuntamientos. Por la legislatura pasada y porque al final somos un ayuntamiento pequeño, nos está costando cubrir ciertos puestos técnicos que son los que contribuyen a dar agilidad a los procesos.
¿Cómo es gobernar con el apoyo de otros partidos? Las coaliciones son difíciles: ralentizan todo el trabajo, solo por el hecho de que al final tienes que explicar a las distintas fuerzas políticas cuáles son los objetivos. Luego, por supuesto, no es solo lo que tú quieres, sino que tienes que tener en cuenta sus programas electorales o los compromisos firmados porque están apoyando en el gobierno. Pero es verdad que a nivel local prima la gestión, pese a que es más difícil que la mayoría absoluta.
¿Qué valoración hace de su gobierno hasta ahora? La valoración es positiva. Firmamos un acuerdo de gobierno con la única concejal de Vox, donde se pone por encima las cuestiones en común y contribuir a lo mejor para San Lorenzo de El Escorial. Cuando hay diferencias, por encima de todo, el diálogo y el intentar llegar a consensos. Y esa voluntad la hay por nuestra parte y por parte del grupo municipal de Vox.
¿Cuáles son sus objetivos o proyectos principales en esta legislatura?
Estamos centrados en impulsar proyectos de inversión, que eran además compromisos electorales en los que ya habíamos empezado a trabajar en la legislatura pasada, como es la modernización del mercado público. Es necesario y es un objetivo que entendemos que va a contribuir a dinamizar el casco del centro del municipio. También está en marcha la reforma o la rehabilitación del Cine Variedades, que fue adquirido por el Ayuntamiento en la legislatura pasada junto al Cuartel de Inválidos y Voluntarios, con el que firmamos una cesión con la Universidad Complutense. Son tres edificios emblemáticos del centro y que contribuirán sin duda a la dinamización económica del municipio.
A esto se suma también la rehabilitación del paseo Juan de Borbón, que es otro compromiso en el que llevamos trabajando cerca de tres años, desde la pasada legislatura. El foco estaba puesto en que el coste de la rehabilitación de ese paseo, que es muy importante porque es la calle que rodea el Monasterio, no fuese asumido por los vecinos, porque está cerca de los dos millones de euros. Después de estar trabajando y reuniéndome con varias consejerías, va a ser financiada con cargo al PIB supramunicipal de la Comunidad de Madrid y ahora mismo están en fase de presentación de proyectos. Además, es un proyecto de demanda ciudadana, tanto desde el punto de vista turístico como del punto de vista de la transitabilidad de la vía. Para nosotros también son importantes las pequeñas obras que contribuyen a mejorar el municipio, que no son macroobras u obras faraónicas y son algunas como la reparación del adoquinado para hacer las aceras accesibles.
Desde el 2015 gobiernan mujeres en el municipio y cada vez hay más alcaldesas en España. ¿Cree que las mujeres gobiernan de manera diferente?
Yo he trabajado con un alcalde y trabajamos diferente, pero no creo que por el hecho de ser hombre o mujer. Creo que bueno porque la sociedad está evolucionando y al final cada uno pone su impronta personal, pero no por el hecho de que sean hombres o mujeres.
¿Cómo es la relación con la oposición?
Ha habido momentos. En la legislatura pasada era una relación quizás más complicada porque había más grupos políticos. La relación con la oposición se hace fundamentalmente en los plenos y yo tengo buena relación en general con todos los concejales que forman parte de la oposición. A nivel de relación política, lógicamente tenemos momentos de enfrentamiento en los plenos, en defensa de nuestras ideas, pero no es una relación bronca de enfrentamiento.
¿Habría algunos con los que no llegaría nunca a acuerdos?
Con algunos sería muy complicado llegar a acuerdos.
¿Le gustaría probar la política nacional?
No es una cosa que descarte, pero actualmente estoy centrada en lo local, que me gusta mucho.
¿Cree que los alcaldes pueden hacer de muro de contención de la polarización política que se ve a nivel nacional?
Deberían hacerlo. No favorece nada alimentar la crispación. Siempre desde la defensa de las ideas y de lo que une cree, que eso está por encima de todo, pero sin alimentar la crispación. Y sobre todo a nivel local, que estamos para servir al vecino.
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