Anticorrupción
El juez abre una investigación por las comisiones millonarias de las mascarillas y cita a los empresarios
El magistrado ha admitido a trámite la querella de Anticorrupción contra Luis Medina y Alberto Luceño que cobraron 5 millones en comisiones en plena pandemia y ofrece al Ayuntamiento personarse
El Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid ha admitido a trámite la querella que este miércoles presentó la Fiscalía Anticorrupción contra dos empresarios que cobraron más de 5 millones de euros en comisiones por la venta de material sanitario al Ayuntamiento madrileño en plena pandemia. El magistrado Adolfo Sánchez Carretero citará a declarar a los dos querellados, Luis Medina y Alberto Luceño, según han anunciado fuentes judiciales, a quienes se les atribuye supuestos delitos de estafa agravada, falsedad documental y blanqueo de capitales.
El Ministerio Público mantiene que ambos “inflaron artificialmente” el coste de mascarillas, test Covid y guantes que vendieron al consistorio presentándose como representantes exclusivos de una empresa que importaba desde China, cuando en realidad no lo eran. Llegaron a cobrar un 148% más del precio real de los productos y, con el dinero obtenido compraron relojes de lujo, coches de alta gama, un piso y un yate bautizado “Feria”.
Las diligencias de las que la querella de Anticorrupción ofrece todo lujo de detalles no han sido declaradas secretas. El magistrado ha ofrecido, además, al Ayuntamiento de Madrid personarse en el procedimiento ya que, al fin y al cabo, son perjudicados de las presuntas maniobras de estos dos empresarios para enriquecerse con dinero público.
Luis Medina, hijo de Naty Abascal, y su socio firmaron varios contratos con el Ayuntamiento que dirige José Luis Martínez-Almeida por un valor superior a los 13 millones de dólares. “Actuaron de común acuerdo y con ánimo de obtener un exagerado e injustificado beneficio económico”, dice el escrito de Anticorrupción. Las pesquisas comenzaron en 2020 y han cristalizado ahora con la presentación de esta querella, pero ya la Fiscalía tomó declaración a ambos empresarios así como a la funcionaria del consistorio con la que se hicieron las transacciones, la Coordinadora General de Presupuestos y Recursos Humanos del Área de Gobierno de Hacienda y Personal, Elena Collado.
Los bancos en los que ambos tenían cuentas preguntaron de dónde salían estas cantidades de dinero y, según el relato de Anticorrupción, Alberto Luceño falsificó un documento en el que se presentaba como agente exclusivo de una empresa malaya a través de la que se traían las remesas del material. “En realidad, ni tenía experiencia significativa en negocios de importación ni disponía de fábricas en China, del mismo modo que tampoco era agente exclusivo de ninguna empresa malaya ni actuaba movido por ninguna intención altruista”, indica el escrito.
Fueron tres los contratos firmados en plena primera ola del Covid-19 con la Empresa de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid y la compañía malaya: Uno de un millón de mascarillas, otro de dos millones y medio de guantes de nitrilo y un tercero de test rápidos para detectar el coronavirus. La cantidad total fue de 13 millones de dólares, de los que los empresarios sacaron una buena tajada en comisiones. Aproximadamente el 60% del primer contrato, el 81% del segundo y el 71% del tercero.
En la investigación llevada a cabo por el Ministerio Fiscal durante más de un año se siguió el rastro del dinero hasta las cuentas de Medina y Luceño. De ellas se desglosan compras de todo tipo de objetos y experiencias de lujo en los siguientes meses del cobro de las comisiones.
Luceño destinó 60.000 euros en un hotel de Marbella en solo seis días y compró tres Rolex. Además, adquirió hasta 12 coches de alta gama como Ferraris, Lamborginis o BMW, y una vivienda de un millón de euros en Pozuelo de Alarcón. Por su parte, el hijo de Naty Abascal se hizo con “Feria” un velero por el que pagó 325.515 euros.
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