Movilidad

BMW 328 Homage: Un homenaje a los años 30

Creado como recuerdo de uno de los modelos más exitosos de BMW, el 328 Homage pesa solo 780 kg gracias a un equipamiento mínimo.

BMW 328 Homage
BMW 328 HomageBMW

En los últimos años hemos visto regresar a muchas viejas glorias como conceptos o modelos reales. Nos referimos al Renault 5 o al Volkswagen ID.Buzz (el sucesor del Microbus), que pronto volverán a nuestras carreteras, o a prototipos atemporales como la serie Hommage de BMW, construida entre 2008 y 2016.

Estos conceptos únicos eran representaciones modernas de los mitos de la marca y uno de los más importantes fue el 328 Hommage, dedicado al famoso modelo de los años 30.

Heredero del icono

BMW 328 Homage
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El BMW 328 original está considerado como uno de los coches más bellos y exitosos de su época, y la versión Touring Coupé sigue ostentando el récord de velocidad media en la Mille Miglia. El 328 Homage se presentó en 2011 en el Concorso d’Eleganza Villa d’Este con un diseño y un espíritu muy cercanos a los del roadster de hace casi un siglo.

La línea intemporal se distingue por sus originales formas, con el largo capó que parece extenderse más allá de la parrilla vertical de doble riñón. La atención de los diseñadores también se centró en los faros, que en el prototipo tienen forma de X como los coches de carreras de antaño. El 328 original, en cambio, fue uno de los primeros coches en los que los grupos ópticos estaban integrados en el parachoques.

Las distintivas llantas de aleación cóncavas son un homenaje al estilo de los años 30, mientras que el aspecto de la parte trasera puede considerarse una especie de precursor del Z4 moderno.

Ligero y espartano

BMW 328 Homage
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El moderno 328 también apuesta por la ligereza, con un peso de 780 kg en la báscula gracias a los dos asientos secos, la ausencia de puertas, un parabrisas delgado (asimétrico como los coches de carreras de antaño) y un amplio uso de la fibra de carbono. Pero BMW tampoco renuncia al lujo, con tapicerías de cuero y aluminio cepillado que mantienen el interior en un alto nivel de elegancia.

La instrumentación se ha reducido al mínimo, con un pequeño panel de instrumentos delante del conductor (que muestra muy poca información, como las revoluciones, la velocidad y la temperatura del aceite) y un cronómetro y un reloj en el lado del pasajero.

El BMW está equipado con un 3.0 de seis cilindros en línea de potencia no revelada, aunque se supone que alrededor de 340 CV como el del entonces Serie 1 M Coupé. Nada que ver con el 2.0 6 cilindros de 80 CV del 328 original, pero evidentemente eran otros tiempos.