Líneas de expresión
La gente simpática tiene más arrugas, una dermatóloga lo aclara
Todo sobre las líneas de expresión y el triángulo de la belleza invertido, lo cuenta la Dra. Ana Molina
Seguro que has leído este titular e inmediatamente has pensado en Victoria Beckham y cuando se decía que no sonreía para no arrugarse. Pues aunque no es un motivo para dejar de hacerlo, sí es verdad. Las personas simpáticas tienden a sonreír y reír con más frecuencia, lo que a lo largo de los años puede dejar marcas de expresión, especialmente arrugas alrededor de los ojos (las famosas patas de gallo) y la boca.
Así lo explica la Dra. Ana Molina en su perfil de Instagram que habla sobre las 'arrugas de felicidad'. En una entrevista con el Dr. Borja Bandera para el podcast #MejorQueAyer, la dermatóloga los tipos de arrugas que existen: "Tenemos las arrugas de expresión, que son las más comunes. Todos los que somos simpáticos vamos a desarrollar esas arrugas por gesticular".
La sonrisa Duchenne
Piensa en la sonrisa que ponemos cuando nos hacemos una foto. Pues todo lo contrario. La sonrisa Duchenne es aquella sonrisa genuina que se da cuando realmente sentimos felicidad o una emoción positiva, una reacción espontánea que nada tiene que ves con una pose medida. "Las típicas patas de gallo, la sonrisa Duchenne, también la glabela (el área justo encima de la nariz y entre las cejas) son zonas en las que se van a producir unas arrugas, sobre todo dinámicas, pero que, con el tiempo, van apareciendo en forma arrugas estáticas y se produce una cicatriz", sostiene la doctora Molina.
Por otro lado, la experta sostiene que existen otro tipo de arrugas producidas por la flacidez, como el famoso surco nasolabial o las que se conocen como las arrugas de marioneta, que se producen por la caída de la piel. Aquí entra en juego el triángulo de la belleza: "Cuando somos jóvenes la parte ancha está arriba, todo el volumen (como los pómulos) está en la parte superior, pero con la edad, este triángulo se invierte y ese volumen se va hacia la zona de abajo". Las arrugas de flacidez son más complejas de tratar que las otras, que con toxina botulínica se pueden reducir fácilmente.
Por su parte, la risa ayuda a reducir los niveles de cortisol y otras hormonas del estrés, lo que fortalece el sistema inmunológico y nos hace menos susceptibles a infecciones y enfermedades. Además, genera una expansión y contracción de los vasos sanguíneos, lo que mejora la circulación y ayuda a mantener una presión arterial estable. Así que, creemos seriamente que merece la pena tener arrugas.
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