Cara de cortisol
El desconocido síntoma en la piel facial de tener el cortisol alto
Lo llaman cara de cortisol y así puedes saber si lo padeces
Hinchazón facial, acné o piel grasa, ojeras pronunciadas, o piel más fina y frágil. ¿Notas algunos de estos síntomas faciales? Pues puedes sufrir lo que se conoce en belleza como cara de cortisol. Esta expresión describe un conjunto de características faciales relacionadas con niveles elevados de cortisol en el cuerpo, ya sea debido al estrés crónico o al uso prolongado de corticosteroides. El cortisol, conocido como la hormona del estrés, cuando está en niveles altos por largos períodos, puede causar ciertos cambios físicos. Y sí, la piel también sufre estrés.
"La cara de cortisol es un término coloquial que describe una serie de efectos visibles en el rostro como la hinchazón, la retención de líquidos, acumulación de grasa en zonas como las mejillas y la papada, además de una apariencia general de cansancio. La cara de cortisol suele acompañarse de una pérdida de firmeza y elasticidad en la piel, resultando en un aspecto envejecido y sin vitalidad, además de una sensación de cansancio permanente y un tono muy apagado en la piel", explica Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD.
El estrés en la piel: así se produce
"La cara de cortisol se produce principalmente debido al estrés prolongado que induce a niveles elevados de cortisol en el organismo de forma sostenida. La hormona del cortisol, aunque es imprescindible para manejar situaciones de alerta, puede desequilibrar muchas funciones del cuerpo y la piel cuando se mantiene en niveles altos durante mucho tiempo", sostiene Lara González, cosmetóloga de Byoode. En lo que a piel se refiere, la experta explica que el cortisol favorece la retención de líquidos y el almacenamiento de grasa, tiene acción proinflamatoria que contribuye a una posible aparición de granitos o brotes y, además, deja un tono cetrino y apagado de piel.
Todo esto debilita la función barrera de la piel, lo que provoca que pierda fácilmente la hidratación y la firmeza, por lo que aparecen rojeces y más finas líneas y arrugas por una descomposición de las fibras de colágeno. Pero, tranquilidad, que con un poco de yoga y algún cosmético podemos solucionarlo.
Cómo prevenir los efectos del cortisol en la piel
Ya lo dice el famoso método 'ikigai' que hace de la población de Okinawa una de las más longevas: busca un propósito en la vida, pero no dejes que la vida pueda contigo. El estrés no viene bien para ningún ámbito de la salud, tampoco para la belleza, que refleja mucho de lo que hacemos en nuestro día a día. "Para evitar la cara de cortisol, es fundamental reducir los niveles de estrés de manera consciente y constante. Actividades ligadas a la relajación, como la meditación, la práctica regular de ejercicio, un sueño reparador y una alimentación equilibrada ayudan a mantener el cortisol bajo control. A nivel tópico, la propia rutina de cuidado facial es un gesto de autocuidado que contribuye a reducirlo. No obstante, conviene apoyarse en ingredientes cosméticos que rebajen los efectos de cortisol y en fortalecer la barrera de la piel y combatir la inflamación", señala Marta Agustí, directora dermocosmética de Omorovicza.
Cosméticos para acabar con los efectos del estrés en la piel
Una vez que hemos entendido que una vida activa, una buena gestión del estrés y una alimentación saludable son la base para el envejecimiento más saludable que existe —así lo demuestra la espectacular piel que luce Deborah Szekely, la activista de 102 años que aparenta la mitad—, entonces podemos incluir estos productos cosméticos que van a poner la guinda al pastel.
"Debemos aplicar cremas con ingredientes antiinflamatorios como la niacinamida o la centella asiática y antioxidantes como vitamina C. Aplicar los productos con gadgets como la Gua Sha va ligado a una rutina de cuidado con mayor inversión de tiempo. Esto también puede implicar una desconexión e influir en la bajada del cortisol", sostiene Mireia Fernández, directora dermocosmética de Boutijour.
"Algo clave es mejorar los niveles de hidratación y potenciar la función barrera. Para ello, humectantes como el ácido hialurónico y emolientes como las ceramidas nos serán de grandísima ayuda. Debemos apoyarnos mucho en los protectores solares, ya que una piel con niveles altos de cortisol es más propensa a sufrir daño solar", matiza Natalia Abellán, directora dermocosmética de Rosalique.
"Puesto que son pieles castigadas, sobre todo si se mantienen mucho tiempo, las pieles con elevado grado de cortisol deben acudir a muchos productos de acción regeneradora, como los retinoides, los hidroxiácidos exfoliantes o los complejos peptídicos, capaces de renovar celularmente la piel y evitar las cascadas de envejecimiento, así como promover la síntesis de nuevo colágeno y elastina", sentencia Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8.
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