Acné adulto: qué es, por qué lo tengo y cómo puedo combatirlo

Aunque es considerado un síntoma de la adolescencia, el acné también puede darse en la etapa adulta por varios factores hormonales, alimentarios y, sobre todo, a causa del estrés. El acné es una de las afecciones de la piel más frustrantes, con la capacidad de determinar nuestra autoestima y minar nuestro estado de ánimo y nuestra confianza, mucho más en la edad adulta, cuando supone un problema que no entraba entre tus planes. Se produzca de una u otra manera, el acné es el resultado de una piel obstruida, cuyos poros no han sabido gestionar la producción de sebo y se han taponado, dando lugar a los puntos negrosy las espinillas. Aunque puede deberse a un factor genético, los cambios hormonalesson los principales protagonistas de la aparición de este acné, reacción causada por cambios bruscos en el pH de la piel, alteraciones circulatorias... y pueden estar ligadas a etapas vitales como el embarazo, la menstruación, la perimenopausia (el proceso de cambio que conduce a la menopausia) o el ovario poliquístico. Las pieles con una barrera cutánea débil (con sequedad o un uso excesivo de peelings, cuchillas o exfoliantes agresivos) son más propensas a padecer acné, por lo que debemos ser muy cuidadosas con el énfasis que ponemos a nuestrasrutinas faciales.

Por otra parte, el estrés genera cambios biológicos en nuestro cuerpo. La hormona que lo produce, el cortisol, se activa mediante las glándulas drenales, debilitando el sistema inmune y alterando las proteínas de la piel, lo que se traduce en una reducción de la elasticidad y de la producción de colágeno. Para combatir el acné adulto es necesario ser constantes con nuestra rutina facial,hidratarnos adecuadamente y no cambiar de productos de forma continua. Además, una buena alimentación es la base para tener una piel sana. Por último, en cuanto a su tratamiento, aunque lo mejor, como siempre, es ponernos en mano de un especialista que nos haga un diagnóstico y un tratamiento personalizado, podemos echarnos una mano del aloe vera, el extracto de té verde (sin aplicarlo directamente sobre la piel, sino a través de formulaciones que lo contengan), el zinc, el árbol de té o el retinol, que libera los folículos, así como el ácido salicílico, que abre los poros y el glicólico, que suaviza la piel. No obstante, también podemos incluir algunos de estos productos a nuestra rutina facial:

Limpiador facial sólido piel radiante, de Nivea (3,95€)

Effaclar sérum, de La Roche-Posay (27,99€)

Pack SOS acné + purificante, de Niátika (64,42€)

Dermo pure pack acné, de Eucerin (29,46€)

Rutina adiós puntos negros, de Avène Cleanance (95€)

Sérum salicílico anti imperfecciones, de Caudalíe (31,90€)

Pack anti acné, de Sesderma (69,94€)

Con una buena rutina de cuidado facial y una correcta alimentación podrás evitar, en cierto modo, el acné adulto y, a la hora de combatirlo deberás ser paciente y muy constante.