Senegal

Senegal celebra unas elecciones legislativas que pretenden revalidar al nuevo Gobierno

Bassirou Faye y Ousmane Sonko pretenden conseguir la mayoría parlamentaria para realizar profundos cambios en el país africano

FILE - Senegal's President Bassirou Diomaye Faye attends a press conference in Dakar, Senegal, Aug. 29, 2024. (AP Photo/Annie Risemberg, File)
El presidente de Senegal, Bassirou Faye.ASSOCIATED PRESSAgencia AP

Este domingo se celebran elecciones legislativas en Senegal, un importante evento político para el que hace falta retroceder en el tiempo antes de continuar con la actualidad:

El panorama político en Senegal se ha convertido en uno de los más interesantes de África desde la irrupción en escena de Ousmane Sonko. Una bestia política a la que se puede amar u odiar, depositar esperanzas o temores en ella, pero siempre exenta de términos medios en su cruzada particular para desenganchar a Senegal de la influencia francesa que la domina. Ousmane Sonko y sus extremos; en dos semanas, durante el pasado mes de marzo, pasó de estar encarcelado a ser primer ministro de la nación. Casi sin despeinarse. Él y su compañero de aventuras, el actual presidente de Senegal, Bassirou Faye, han propuesto a la juventud senegalesa una alternativa al sistema de poderes tradicional de la nación africana, aunque pronto descubrieron que cumplir las promesas establecidas no dependen siempre de la voluntad de uno.

Faye y Sonko ganaron las elecciones presidenciales del pasado 24 de marzo, es cierto, pero el recorrido de su coalición política (PASTEF) se estrelló desde un primer momento con la mayoría parlamentaria senegalesa. De 165 representantes que conforman la Asamblea Nacional, 82 pertenecen a la Alianza por la República-Yakaar (APR, partido del anterior presidente senegalés, Macky Sall); 24 son del PDS, partido formado por el expresidente, otro expresidente, Abdoulaye Wade; y 56 serían miembros del PASTEF. Una cifra del todo insuficiente para sacar adelante las reformas que Faye y Sonko prometieron a sus electores a lo largo de los últimos cinco años.

Así, el nuevo gobierno, ansioso por probarse, se ha encontrado una vez detrás de otra ante las negativas de Asamblea Nacional, invalidado en el poder, mientras los senegaleses que les votaron comienzan a murmurar la posibilidad de que han sido nuevamente engañados y que los garantes de su nueva libertad se trataron en realidad de otro par de charlatanes. La perspectiva de perder el apoyo popular fue lo que llevó al gobierno senegalés a disolver la Asamblea Nacional el pasado mes de septiembre, con el fin de programar unas elecciones anticipadas que no tendrían que haberse celebrado hasta 2027.

¿Podría considerarse que las elecciones legislativas serán una segunda parte de las elecciones presidenciales que se celebraron en marzo? ¿Un epílogo necesario para reafirmar o devolver al banquillo al cambio político senegalés? Podría. Si PASTEF consigue una mayoría, el dúo Faye-Sonko tendrá vía libre para aplicar sus reformas; de lo contrario, el cambio prometido (para bien o para mal), se resistirá a llegar. Cabe a destacar que existe un poderoso sector de la clase política senegalesa que recela de PASTEF y de su capacidad para ejercer políticas válidas que no lleven al país a un abismo económico, y esta duda ha sido la herramienta principal de la oposición para atraer el voto hacia sí. Además, determinadas acciones del nuevo gobierno han puesto en duda su compromiso con las libertades, como pudo ser la detención del periodista Yerim Seck en el pasado mes de octubre. Seck fue acusado por las autoridades de “difundir falsa información” en lo referente al gobierno, mientras que las asociaciones nacionales de periodistas condenaron su detención.

Tres grandes grupos se presentan en los comicios, aunque los senegaleses podrán optar entre un total de 41 listas. La primera lista por considerar sería PASTEF, encabezada por Ousmane Sonko. La segunda, una coalición formada entre el APR y el PDS, que será liderada por el expresidente Macky Sall tras pasar el anterior jefe de Estado menos de siete meses alejado de la política senegalesa. La tercera, otra coalición formada por varios partidos (entre los que se encontraría la formación del actual alcalde de Dakar) y liderada por Amadou Ba, candidato presidencialista en las elecciones de marzo y que resultó en la segunda posición con un 35% de los apoyos. Amadou Ba, que fue primer ministro durante la presidencia de Macky Sall, es un firme opositor de Sonko. Bastaría que Amadou Ba y Macky Sall sumen una mayoría parlamentaria para frustrar las intenciones del PASTEF.

Las semanas previas a la fecha señalada no han estado exentas de tensión. La campaña electoral comenzó el 28 de octubre y llegó a su fin este viernes, mientras los actos violentos entre los seguidores de Sonko y sus opositores han sido más comunes de lo deseado. Por ejemplo, un convoy compuesto por el actual primer ministro fue atacado con piedras en la localidad de Koungueul, igual que miembros afines a la coalición de Macky Sall atacaron diversos comercios simpatizantes de Sonko en Saint Louis. En el desencuentro se produjeron incluso ataques con armas blancas. Como resultado de estos eventos, hasta 81 personas fueron detenidas por la policía senegalesa. En un momento de excitación, Sonko llegó a alentar a sus seguidores a “vengarse” ante los sucesos registrados, pese a que posteriormente reculó e hizo llamamientos a la calma para evitar una escalada en la violencia.

El 17 de septiembre se celebra una jornada histórica en la política reciente de Senegal. Si Ousmane Sonko y Bassirou Faye obtendrán una vía libre para aplicar sus políticas del cambio, eso es algo que se sabrá pocos días después. Y que esas políticas del cambio resultarán en una mejoría para Senegal, y no en una maldición, para saberlo hará falta esperar algunos meses más.