Guerra en Ucrania

Rusia bombardea Kiev con drones pese a las conversaciones de paz

Emplea una nueva técnica menos precisa pero que elude las defensas antiaéreas

Tres personas, entre ellas un hombre y su hija de cinco años, Nikol, murieron en Kiev tras un ataque ruso con drones contra la capital ucraniana, en la víspera de una nueva ronda de conversaciones de alto el fuego en Arabia Saudí el domingo. Los incendios y los daños afectaron a seis distritos de la ciudad, mientras decenas de drones bombardearon la capital durante cinco horas en un intento por burlar las defensas aéreas.

La madre de la niña fue hospitalizada, y otros nueve civiles, incluido un bebé de 11 meses, resultaron heridos. Una anciana de 80 años falleció en su apartamento, ubicado en el último piso de un edificio residencial de nueve plantas, mientras que los residentes de un rascacielos de 25 pisos fueron evacuados tras el impacto de un dron en el vigésimo nivel. Medios ucranianos publicaron un video en el que un vecino pedía ayuda desesperadamente desde un apartamento consumido por las llamas.

“Es un Armagedón”, comentó un vecino en línea. “Los rusos son unos monstruos”, escribió otro usuario.

“Se está volviendo más difícil aguantar esto. Solo pensar que la gente en el frente lo tiene cien veces más difícil nos sostiene. Debemos resistir”, escribió Angela Kuzmenko, fotógrafa de Kyiv.

“No son instalaciones militares las que arden, sino los hogares de civiles. Es una prueba clara de que Rusia no busca la paz”, afirmó el bloguero militar Anatoliy Stefan.

El ataque es solo el más reciente de una serie de ofensivas masivas con drones lanzadas por Rusia contra ciudades ucranianas. La noche anterior, una familia entera —una pareja y su hija de 17 años— perdió la vida en la ciudad de Zaporiyia.

“Los cuerpos de la hija y el padre fueron encontrados entre los escombros de su casa destruida. Los médicos lucharon por salvar a la madre durante más de diez horas, pero, lamentablemente, no lo lograron”, informaron las autoridades locales.

Las ciudades densamente pobladas de Odesa y Kropivnitski también sufrieron ataques de drones. Rusia emplea una nueva táctica que mejora su capacidad para eludir las defensas aéreas, a costa de una precisión mucho menor.

“Estos ataques ocurren a diario. Solo esta semana, se han utilizado más de 1580 bombas aéreas guiadas, casi 1100 drones de combate y 15 misiles de diversos tipos contra nuestra población”, informó el presidente Volodímir Zelenski el domingo por la mañana.

Se requieren “nuevas soluciones” y “una mayor presión sobre Moscú” para detener estos ataques y poner fin a la guerra, también mediante el suministro de más y mejor asistencia concreta, enfatizó el líder ucraniano. “Agradezco a todos los socios que comprenden esto y siguen apoyando a Ucrania”, destacó.

Mientras tanto, la administración de Donald Trump continúa guardando silencio ante la escalada de ataques rusos contra Ucrania, confiando en lograr un alto el fuego en aproximadamente un mes, según medios estadounidenses.

Nueva ronda de negociaciones estaba programada para iniciar el domingo en Arabia Saudí, con la participación de delegaciones ucranianas y rusas junto a representantes de Estados Unidos, aunque no se esperaba un encuentro directo entre ucranianos y rusos. Ucrania considera que esta reunión es más bien "técnica" que "política" y espera que en ella se discutan los métodos de controlar un posible alto el fuego.

Las esperanzas ucranianas de que sus intereses fundamentales sean considerados por Estados Unidos se han debilitado aún más tras una entrevista de Steve Witcoff, cercano colaborador de Trump y su enviado especial. Witcoff repitió puntos clave de la propaganda rusa, afirmando falsamente que los habitantes de habla rusa de las regiones demandadas por Rusia se unirían voluntariamente al país invasor.

Su sugerencia de que “le gustó Putin” -quien, según él, rezó por Trump tras un intento fallido de asesinato antes de las elecciones de 2024 en Estados Unidos y le obsequió un retrato- indignó a los ucranianos, que pierden a seres queridos cada día por las decisiones del líder ruso.

Estados Unidos ejerce máxima presión política sobre Ucrania para que acepte condiciones desfavorables, escribe un economista ucraniano Valeriy Pekar en Facebook. Mientras tanto, Rusia plantea nuevas exigencias para un alto el fuego con el fin de dilatar las negociaciones, esperando aplastar finalmente a Ucrania y apoderarse de más territorio.

Sin embargo, Ucrania resiste a pesar de los ataques rusos contra civiles y la presión en el frente, apunta Pekar. Esto implica que, al comprobar que la presión sobre Ucrania no surte efecto, Estados Unidos deberá optar entre empezar a presionar finalmente a Rusia o dejar el problema en manos de Europa, argumenta.

En tales circunstancias, los ucranianos no tienen más alternativa que seguir respaldando a sus Fuerzas Armadas, que continúan repeliendo los asaltos rusos a lo largo del frente y contraatacando cuando es posible, subraya Pekar.

Asimismo, Ucrania confía en que Europa refuerce su apoyo de manera decidida, reconociendo que experiencia, ejército y recursos ucranianos son esenciales para la seguridad a largo plazo del continente. “Temo que Europa seguirá actuando con lentitud porque aún se niega a aceptar que Rusia la amenaza”, declaró Tetiana Marina, una ucraniana de Jersón, a La Razón.