Los rumores de intervención militar en Níger agrían las relaciones entre Francia y Argelia

En Francia hablan sin paliativos de una campaña mediática de Argelia en contra de sus intereses en África. Los medios de comunicación argelinos han difundido en las últimas horas la noticia de que el Elíseo pidió sobrevolar el espacio aéreo del país norteafricano «para atacar Níger». Una solicitud a la que se habría opuesto el presidente argelino Abdelmadjid Tebboune.

Sin embargo, el Ejército francés desmintió categóricamente las acusaciones. «No existe en absoluto ningún deseo de atacar Níger», trasladó un oficial al diario Le Figaro. Francia, según esta misma fuente, ni siquiera había presentado ninguna solicitud en los últimos días para llevar a cabo un vuelo militar.

Pero la radio estatal argelina aseguró en la noche del lunes que «la intervención militar es inminente y todo el aparato militar está en marcha» para revertir el golpe de Estado militar en Níger del pasado 26 de julio, que depuso al presidente Mohamed Bazoum, un estrecho aliado de Francia y el resto de países occidentales en la lucha contra el terrorismo yihadista en el Sahel.

Unas horas antes de la emisión, los golpistas nigerinos habían anunciado su intención de mantenerse en el poder en los próximos tres años y poner en marcha una transición política. Unos planes que fueron rechazados por la CEDEAO.

Según los medios de comunicación argelinos, tras la negativa de Argelia a sobrevolar su espacio aéreo, el Elíseo «se dirigió a Marruecos», que «decidió responder favorablemente a la petición francesa», «demostrando una vez más que sigue siendo un Estado colonial».

En este sentido, las relaciones bilaterales entre París y Rabat todavía son tirantes desde que estallara el escándalo Pegasus hacia finales de 2021. El reino alauí habría espiado mediante el programa de la compañía israelí NSO Group al presidente francés Emmanuel Macron. La decisión del Elíseo de mantener una postura ambigua sobre el contencioso del Sáhara Occidental también ha distanciado a Rabat.

Con todo, las acusaciones no son nuevas. Los medios de comunicación argelinos próximos al oficialismo se pronuncian a diario contra la CEDEAO o contra Francia, acusando a ambos actores de querer incendiar el Sahel. La intervención de la OTAN en Libia de 2011 se cita a menudo como un caso de manual, en el que la caída del dictador Muamar Gadafi provocó una crisis política aún no resuelta, la intervención de otras fuerzas extranjeras y, sobre todo, la proliferación de grupos yihadistas.

Desde la asonada en Níger, Argelia ha insistido en que la única salida posible es una solución política. El propio Tebboune ha rechazado cualquier intervención militar, aunque sus diplomáticos piden que la restitución de Bazoum.