Opinión

Noboa pierde fuera pero gana en casa

El presidente refuerza su imagen interna para encarar las próximas citas con las urnas

President Daniel Noboa attends and event with youths in El Quinche, Ecuador, Monday, April 8, 2024. (AP Photo/Dolores Ochoa)
El presidente de Ecuador, Daniel NoboaASSOCIATED PRESSAgencia AP

La Organización de Estados Americanos firmó una declaración conjunta para condenar «la intrusión» y los «actos de violencia perpetrados en contra de la integridad del cuerpo diplomático mexicano» por parte del Gobierno ecuatoriano que preside Daniel Noboa. La acción se hizo con el propósito de capturar al ex vicepresidente de la República Jorge Glasaliado de Rafael Correa– condenado por los delitos de asociación ilícita (2017) y cohecho agravado (2020) en conexión con la trama Odebrecht.

Desde el punto de vista diplomático, el presidente ecuatoriano cometió un grave error; se equivocó y sienta un precedente preocupante. El respeto a las leyes internacionales no puede objeto de flexibilización. Lo ocurrido en la embajada de México en el Ecuador podría estimular en otros países de la región y, so pretexto de combatir a la corrupción, una incursión del mismo estilo.

Sin embargo, Noboa gana en la política interna doméstica. El próximo domingo 21 de abril, los ecuatorianos acudirán a las urnas para participar en la consulta popular y referendo convocado por el mismo presidente ecuatoriano. Las once preguntas del plebiscito abordan temas como el combate a la delincuencia y la inseguridad, el empleo y la justicia.

El 80% de los ecuatorianos aprueban la gestión de Noboa después de tres meses de mandato. Ciertamente, un número envidiable para el resto de los líderes en América Latina. Así, el primer mandatario se vio con la fuerza necesaria para dar un «golpe en la mesa». A pesar de su derrota diplomática, Noboa se asegura estimular el voto a su favor en el próximo plebiscito. En un país polarizado entre el correísmo y el resto de las fuerzas políticas, quien gana más es este joven mandatario que apuesta a convertirse en una estrella al estilo Bukele.