Asia

Limusinas, juegos de té y bustos de Putin: los regalos intercambiados por Kim Jong-un y el presidente ruso

Los líderes exhiben su sintonía con la firma de un acuerdo en materia de seguridad que incluye una cláusula de defensa mutua en caso de agresión

Una limusina de fabricación rusa, un juego de té y obras de arte. Esos son algunos de los regalos que han intercambiado en las últimas horas Vladimir Putin y Kim Jong-un durante la primera visita oficial del presidente ruso a Corea del Norte en casi un cuarto de siglo. El líder norcoreano, que recibió al jefe del Kremlin a pie de pista del aeropuerto internacional de Sunnan, tenía preparada una fastuosa ceremonia de bienvenida para uno de sus principales socios estratégicos, quizá su único gran aliado en la escena internacional. Actos conmemorativos, multitudes y carteles de grandes proporciones con el rostro de Putin colocados cada escasos metros en Piongyang. Amistad total.

Ambos mandatarios exhibieron su sintonía con la firma de un acuerdo en materia de seguridad que incluye una cláusula de defensa mutua en caso de agresión. Palabras mayores. Es lo que esperaba conseguir el Kremlin con esta visita, según adelantó el asesor presidencial ruso Yuri Ushakov a la agencia estatal TASS.

Según el propio Ushakov, Putin obsequió a Kim con una lujosa limusina Aurus. Los dos fueron fotografiados en el interior del vehículo, primero con Putin al volante y después con Kim a los mandos. Pero en ese momento no estaba claro si se trataba del coche recién regalado. El pasado mes de febrero, el presidente ruso ya envió al líder norcoreano otro Aurus de fabricación rusa, una berlina del estilo que él mismo utiliza. La entrega oficial del vehículo violó las sanciones impuestas por la ONU sobre Piongyang, de hecho.

Según los conocedores del régimen norcoreano, Kim es un gran amante de los coches de alta gama, y cuenta con una extensa colección de modelos de lujo extranjeros. El norcoreano ha sido visto conduciendo una limusina Maybach, varios Mercedes, un Rolls-Royce Phantom y un deportivo Lexus.

Más allá de los coches, Putin optó por regalar a Kim un puñal de almirante y un juego de té. Un juego de té «muy bonito», según Ushakov. El asesor de Putin trasladó a la prensa que su jefe también había recibido «muy buenos regalos» por parte de Kim, entre los que hay bustos y otras obras de arte que, según él, guardaban relación «con la imagen» de Putin y eran bastante «ingeniosos».