Unión Europea
La calle contra Johnson
De Belfast a Londres, miles de ciudadanos protestan contra lo que denominan un «golpe de Estado» del «premier» tory contra la democracia con el objetivo de completar su Brexit sin acuerdo. Exigen que sea Westminster quien lidere el divorcio con la UE.
De Belfast a Londres, miles de ciudadanos protestan contra lo que denominan un «golpe de Estado» del «premier» tory contra la democracia con el objetivo de completar su Brexit sin acuerdo. Exigen que sea Westminster quien lidere el divorcio con la UE.
Al grito de «detengamos el golpe de Estado», miles de personas se concentraron ayer en más de 80 ciudades de Reino Unido para mostrar su rechazo por la decisión de Boris Johnson de suspender el Parlamento. La protesta de Londres fue una de las más multitudinarias y tuvo lugar enfrente del número 10 de Downing Street, la residencia oficial del primer ministro.
El sentir de los asistentes era de enfado y esto se reflejó en las pancartas en las que el blanco fue Johnson. Muchas eran fotografías o dibujos suyos en los que se podía leer «tirano» o «dictador». Otras rezaban «intercambiamos Boris Johnson por 1.000 refugiados» y «recuperemos el control que está en manos de Boris».
Para muchos manifestantes esta no era una protesta más contra el Brexit. El cierre de la Cámara «es increíblemente antidemocrático. La suspensión del Parlamento es peor que el Brexit o que cualquier cosa que haya ocurrido desde el referéndum», explica Simeon Goldstrew a LA RAZÓN. Este estudiante universitario quiere que haya una moción de censura contra Johnson y se convoquen elecciones. «Si la gente vota por Boris, lo aceptaré, pero lo que no voy a aceptar es que un primer ministro que no fue elegido por los ciudadanos suspenda el Parlamento».
Mónica Viggars, otra manifestante, vio también este hecho como una línea roja. «Estamos aquí para enviar un mensaje a Boris Johnson de que esto es algo que no vamos a permitir. El Parlamento debería poder tener el tiempo suficiente para debatir sobre el futuro del país y la salida de la Unión Europea», argumentó.
«¡Boris Johnson, qué vergüenza!», «Nadie votó a Boris» y «Queremos a Johnson fuera» fueron algunas de las consignas que se gritaron durante la manifestación en el centro de Londres, que se llenó de banderas de la UE.
Kathy Phillips y su amiga Mahodd coreaban mientras sujetaban carteles en los que se podía leer «Luchemos contra el cierre del Parlamento». Para las dos profesoras era la primera vez que participaban en una manifestación. Mahood reivindicó que «es el Parlamento el que decide lo que se va a hacer y no lo que diga solo el primer ministro». Ambas amigas mostraron su temor a que haya un Brexit sin acuerdo. «Si las cosas se ponen mal, me planteo incluso irme a vivir a otro país», confiesa Phillips.
Paul Becher, es un inglés que trabaja en Bruselas y que asistió a la manifestación porque piensa que es «el Parlamento el que debe tomar el control. Esto no es lo que la gente votó. Boris sabe que en el Parlamento no le salen las cuentas y por eso lo suspendió». No le gustaría que hubiera Brexit, pero dice que es realista. «Un acuerdo es mejor que un no acuerdo. La gente votó en el referéndum a favor del Brexit, pero no de una salida sin acuerdo. Yo voté en contra y mi mujer a favor, pero los dos coincidimos en que la salida debería ser acordada entre Reino Unido y la Unión Europea».
No todos los londinenses vivieron ayer una jornada de protestas. Los cánticos de «¡si tú cierras nuestro Parlamento, nosotros cerramos las calles!» no llegaron hasta Barking, uno de los distritos de Londres que más votos tuvo a favor del Brexit en el referéndum del 24 de junio de 2016.
El bullicio en esta zona no provenía de los gritos de manifestantes, sino del mercado callejero que se celebraba en una de sus calles principales y cuando se les preguntaba a sus vecinos sobre el Brexit, las críticas no iban dirigidas a Boris Johnson sino a Bruselas.
«Fue una mala idea unirse a la Unión Europea desde el principio. Bruselas tomó el control para decidir sobre cosas que antes decidíamos nosotros. Si ahora tenemos que salir sin acuerdo, pues salgamos, pero hagámoslo de una vez», dijo una vecina que prefirió no dar su nombre.
Tom Sheeham tampoco quiere esperar más. «Estoy harto de la Unión Europea y de todas sus reglas estúpidas. Han estado tres años dando vueltas, solo quiero que nos salgamos ya».
Entre los que votaron a favor del Brexit reconocen que la salida va a ser un «período amargo», como apuntó Juan Solari, un mexicano que lleva casi la mitad de su vida viviendo en Londres y que hace 10 años se sacó la nacionalidad británica. Él también quiere que se acabe esto ya, «esta incertidumbre está dañando más a la economía que si nos hubiéramos salido rápidamente».
Sin embargo, Solari cree que si finalmente se produce el Brexit sin acuerdo, «lo peor no va a ser la economía sino Irlanda del Norte. La gente pondrá el grito en el cielo con la posibilidad de la vuelta a una frontera entre Belfast y Dublín».
Baseem Mahdi también votó a favor del Brexit y quiere que sea abrupto. «A corto plazo habrá sufrimiento, pero a largo plazo será más beneficioso. Reino Unido recuperará la soberanía y las decisiones se tomarán teniendo en cuenta el interés de los británicos». Mahdi opina que «el golpe de Estado» no lo protagonizó Boris Johnson con la decisión de cerrar el Parlamento esta semana, sino que fue mucho antes, cuando Reino Unido entró en la Unión Europea. «El golpe ya ocurrió cuando renunciamos a nuestro poder y ahora simplemente lo estamos recuperando».
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