Oriente Próximo
Israel admite haber bombardeado el convoy del chef español José Andrés
Según la prensa israelí, el dron israelí que atacó al convoy disparó tres misiles porque se sospechaba que había un miembro de Hamás dentro del convoy
Un ataque con dron a un convoy de ayuda de la organización benéfica World Central Kitchen (WCK) en el centro de la Franja de Gaza mató a siete trabajadores humanitarios de varios países en la madrugada del martes e Israel afronta críticas y exigencias de explicaciones desde dentro y fuera del país.
De manera inmediata la organización fundada por el chef español José Andrés declaró que suspendía sus operaciones en Gaza.
Las víctimas son nacionales de Australia, Polonia, Reino Unido y Palestina, más una persona con doble ciudadanía de Estados Unidos y Canadá, según el comunicado oficial de WCK.
El equipo se desplazaba por una zona “libre de hostilidades” en dos vehículos blindados con el logotipo de la organización y un tercer automóvil sin protección especial, acompañando a un camión. El convoy, a pesar de que coordinaba sus movimientos con las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), fue alcanzado a la salida de un almacén en Deir al-Balah, tras descargar más de 100 toneladas de alimentos enviados a Gaza por mar.
WCK ha estado enviando alimentos desde Chipre a Gaza por mar y también descargándolos en el enclave palestino en medio de un impulso para aumentar la ayuda a la franja por los clamores de hambruna, por ahora localizada, pero con temor de que se generalice.
La organización también fue una de las primeras en llegar a Israel pocos días después del ataque liderado por Hamás el 7-O y cocinar y repartir comida a soldados y desplazados que lo necesitaban.
Es una guerra, al fin y al cabo
"Por desgracia, el último día se produjo un trágico suceso cuando nuestras fuerzas alcanzaron involuntariamente a personas inocentes en la Franja de Gaza. Esto suele ocurrir en una guerra, lo estamos investigando a fondo, estamos en contacto con los gobiernos y haremos todo lo posible para evitar que esto vuelva a suceder", dijo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Un apesadumbrado portavoz del Ejército, el contraalmirante Daniel Hagari declaró en un video en inglés que había hablado con el chef José Andrés para expresarle “el más sentido pésame de las Fuerzas de Defensa de Israel a las familias y a toda la familia de WCK". Añadió: “Como militares profesionales sujetos al derecho internacional, estamos comprometidos a examinar nuestras operaciones de forma exhaustiva y transparente".
Recordó que los fallecidos “cumplían su misión vital de llevar alimentos a las personas necesitadas” y prometió que el Mecanismo de Evaluación de Investigación del Estado Mayor General de las FDI, un organismo militar independiente responsable de investigar incidentes inusuales en medio de la guerra, investigará lo que calificó de “grave incidente”.
Recordó el trabajo de esta organización también en Israel y dijo que “el trabajo de WCK es fundamental; están en la primera línea de la humanidad”.
Descoordinación israelí
El diario Haaretz informó que el dron israelí Hermes 450 que atacó al convoy lo hizo disparando tres misiles, uno tras otro porque creían que había un miembro de Hamás dentro, según fuentes de Defensa familiarizadas con los detalles.
Según esas mismas fuentes, a pesar de que los vehículos estaban claramente señalizados como pertenecientes a la organización humanitaria, el mando de la unidad israelí encargada de la seguridad del camino que recorrió el convoy identificó a un hombre armado en el camión y sospechó que era un terrorista.
Los tres coches de WCF abandonaron el almacén sin el camión en el que se encontraba el hombre aparentemente armado. Según las fuentes de Haaretz, ese hombre armado no salió del almacén.
Cuando el convoy circulaba por la ruta autorizada, el mando de la unidad responsable de la seguridad ordenó a los operadores de drones atacar uno de los coches con un misil.
Se vio a algunos de los pasajeros saliendo del coche después del impacto y cambiando a uno de los otros dos coches. Continuaron conduciendo e incluso avisaron a los responsables que habían sido atacados, pero, segundos después, otro misil impactó en su coche, relata el periodista Yaniv Kubovich.
El tercer vehículo del convoy se acercó y los pasajeros comenzaron a meter en él a los heridos que habían sobrevivido al segundo ataque. Pero entonces les alcanzó un tercer misil.
Una fuente de Defensa dijo a Haaretz en condición de anonimato que “es frustrante estar hacienda todo lo posible por atacar con precision a los terroristas (...) si al final las unidades en el terreno deciden lanzar ataques sin ninguna preparación”.
La reacción de la Casa Blanca
La Casa Blanca estaba “desconsolada”, escribió en X la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU, Adrienne Watson, y enfatizó que los trabajadores humanitarios “deben ser protegidos mientras entregan la ayuda que se necesita desesperadamente”.
"Estoy desconsolada y consternada de que nosotros, WCK y el mundo, hayamos perdido hermosas vidas hoy debido a un ataque selectivo de las FDI", dijo la directora ejecutiva de la ONG, Erin Gore.
"Esto no es sólo un ataque contra WCK, es un ataque contra organizaciones humanitarias que aparecen en las situaciones más espantosas donde los alimentos se utilizan como arma de guerra", añadió. "Esto es imperdonable".
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, nombró al trabajador humanitario australiano asesinado como Lalzawmi “Zomi” Frankcom, de 44 años, y dijo que su gobierno se había puesto en contacto con Israel para exigir que los responsables rindieran cuentas.
"Esta es una tragedia humana que nunca debería haber ocurrido, es completamente inaceptable y Australia buscará una rendición de cuentas total y adecuada", dijo en una conferencia de prensa el martes.
El presidente de Chipre pidió una investigación inmediata. "Necesitamos redoblar los esfuerzos para llevar ayuda a Gaza", dijo Nikos Christodoulides, después de una reunión con la presidenta
del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, y dijo a los periodistas que el corredor marítimo para la ayuda de su país a Gaza seguiría funcionando.
Después de visitar el campo de refugiados palestinos de Jabal al-Husein en Amán, Jordania, el presidente español, Pedro Sánchez, dijo: “Espero y exijo que el gobierno israelí aclare lo antes posible las circunstancias de este brutal ataque que se ha cobrado la vida de siete trabajadores humanitarios que no hacían más que ayudar”.
El ministro de Exteriores de la UE, Josep Borrell condenó el ataque e instó a una investigación, añadiendo que el incidente refuerza aún más la necesidad de un alto el fuego inmediato.