Tras dos semanas de asedio por parte del ejército israelí en el Hospital Al Shifa, el más grande de la ciudad de Gaza, las tropas de la Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se retiraron en las horas de la madrugada asegurando haber matado a 200 presuntos terroristas y haber detenido a otros 500, según informa la agencia Efe.

El argumento de las fuerzas armadas de Israel es que dentro del hospital había una alta cifra de presuntos "terroristas" agrupándose y resguardándose de las ofensivas israelíes. Por esta razón, durante sus operaciones en el hospital, la FDI interrogó a un estimado de 800 personas entre los que dice identificó miembros de Hamás y la Yihad Islámica, incluidos altos cargos.

El hospital de Al Shifa ha sido la cuarta incursión de Israel contra uno de los pocos hospitales parcialmente operativos en el norte de la Franja. En cada una de las anteriores ocasiones, Israel se ha justificado con la premisa de haber recibido información de su inteligencia de la presencia de milicianos dentro de los complejos.

El hospital ha quedado totalmente fuera de servicio, afirmó a los medios el director del Shifa, Marwan Abu Saada.

Autoridades palestinas

Fuentes palestinas señalan que la retirada de las tropas se llevó a cabo entre intenso fuego aéreo y de francotiradores, además de dar cuenta de una profunda destrucción en toda la zona del Shifa, donde varios de sus edificios fueron incendiados durante la operación israelí.

El Ministerio de Sanidad gazatí ayer denunció que esta incursión de las tropas ha dejado al menos a 400 muertos en toda la zona, donde han destruido más de mil casas. Además, la Defensa Civil de la Franja de Gaza ha hecho público un informe tras la retirada de las tropas israelíes. Según el comunicado, se han descubierto cuerpos con signos de ejecución, algunos calcinados y otros en avanzado estado de descomposición.

Sin embargo, las fuerzas israelíes insisten en que sus operaciones militares no han ido dirigidas contra "pacientes, personal sanitario ni equipo médicos".

Lo que si es un hecho es que, al menos 107 pacientes en estado crítico, y 60 miembros del personal médico fueron trasladados a un antiguo edificio del hospital "sin capacidad" y sin los equipos médicos necesarios. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) describió, el hospital como una "zona de muerte" tras la primera incursión del FDI.