Rusia
La otra vida de Lavrov, el ministro más fiel de Putin: yates, sobornos y una familia en Reino Unido
El jefe de Exteriores de Rusia es uno de los sancionados por la invasión a Ucrania, pero gracias a su supuesta amante e hijastra, no sufriría graves consecuencias
Al margen del presidente de Rusia, Vladimir Putin, el otro ruso que más ha dado para hablar desde que comenzara la invasión rusa de Ucrania el pasado 24 de febrero es su ministro de Exteriores, Sergéi Lavrov. Sus discursos antes de esa fecha se basaban en desmentir una agresión al territorio, y desde hace dos semanas, en justificar la “operación militar especial” en la nación.
Este jueves, Lavrov se reunió con su homólogo ucraniano, Dimitro Kuleba, quien desmintió que hubieran “avances” en las negociaciones de paz entre ambos países, asegurando en su lugar que las conversaciones no han arrojado resultado positivo alguno, tal y como afirmaba el Kremlin.
Según una investigación encabezada por María Pevchikh, periodista estrella de investigación que responde a la ONG de Alexei Navalni, el férreo defensor de la guerra en Ucrania, Lavrov tiene una esposa “oficial” desde hace 50 años, aunque nadie ha oído hablar de ella: Svetlana Polyakova. La “segunda familia” del ministro de Exteriores ruso en Londres incluye a la amante y a su hija, Polina Kovalena, que fueron identificadas como personas “a las que se debe prestar atención”, mientras los parlamentarios de la Cámara de los Comunes piden que las sanciones también se apliquen a ellas,según el Daily Telegraph.
El documental de Pevchikh titulado como “Yates, sobornos y una amante. Lo que esconde el ministro Lavrov” generó un escándalo al interior de Rusia. Con más de ocho millones de visualizaciones en YouTube tras ver la luz el 16 de septiembre de 2021, habla de Polina, la “glamurosa chica rusa de 26 años de Londres”. “Vive en un enorme apartamento en Kensington y le encanta salir de fiesta, su feed de Instagram parece un non-stop de vacaciones. Eso no es inaudito, pero hay un pequeño detalle... Polina es la hijastra del Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov. Sí, ESE Lavrov. Es uno de los aliados más cercanos de Putin, su fiel cabeza parlante lleno de aire caliente y ahora también un criminal de guerra”, comienza su relato.
Según relata Pevchikh, Polyakova es la verdadera esposa del ministro de Exteriores ruso. “A diferencia de la esposa oficial de Lavrov, esta mujer está forrada. Compró un apartamento en Moscú valorado en 6-8 millones de dólares, y tiene una gran colección de coches. No está mal para ser empleada”. “Svetlana también acompaña a Lavrov en todos los viajes oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores. A veces incluso lleva a su madre de 78 años y a su sobrina. Toda la familia figura como miembro de la misión diplomática. Hemos averiguado que Polyakova ha utilizado el avión del Ministerio más de 60 veces”.
Por otro lado, Polina es hija del matrimonio anterior de Polyakova, según el documental y lo confirma The Times. La joven comenzó a trabajar para Gazprom, el gigante energético ruso, y más tarde en Glencore, una empresa minera. “Antes de comprar su propia casa, vivía en Holland Park, al oeste de Londres, en un apartamento de una casa adosada que, según revela The Times, es propiedad de la embajada rusa.
Revela el diario que los registros muestran que la cercana embajada ucraniana alegó que Rusia había reclamado erróneamente la propiedad del inmueble. Así mismo, Polina vive ahora en un apartamento que, según los documentos del Registro de la Propiedad, “compró por 4,4 millones de libras esterlinas sin hipoteca en 2016, cuando tenía 21 años, en un bloque justo al lado de Kensington High Street”. “Comparte el apartamento con un hombre, que se cree que es su pareja, que también tiene una participación del 10% en la empresa de inversiones que ahora dirige”, explica el diario.
Mientras Ucrania es bombardeada por las tropas rusas, miles de civiles ucranianos sufren las consecuencias. Más de 60 hospitales fueron atacados, entre ellos un hospital en Mariupol y un psiquiátrico cerca de Járkov. Para Lavrov, el hospital de Mariupol estaba siendo utilizado como base de combatientes radicales, pero hoy la Oficina de Derechos Humanos confirmó que se trata de un establecimiento que estaba operativo.
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