Guerra en Europa
¿Está Putin ganando en Ucrania?
La falta de aviación moderna y medios frente a los drones y la artillería rusos beneficia la posición del Kremlin
No existe una «bala de plata» para ayudar a Ucrania contra Rusia, según creen tanto los comandantes ucranianos como los extranjeros, así como los analistas. Si sus partidarios quieren que gane, deberían proporcionarle una gama de las armas más importantes y estar preparados para invertir en un mayor apoyo a Ucrania y a más largo plazo.
«No hay un sistema único que, por sí solo, pueda cambiar fundamentalmente la situación en el campo de batalla. Es una cuestión de que muchas capacidades diferentes trabajen juntas», cree Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN. Dijo esto al comentar que la esperada llegada de aviones de combate F-16 a Ucrania «marcará la diferencia» al infligir pérdidas a las fuerzas de invasión rusas y fortalecer sus defensas aéreas, pero no cambiará el curso de la guerra.
El máximo comandante militar ucraniano, el general Valeri Zaluzhni, tampoco se hace ilusiones de que cualquier arma pueda ayudar a Ucrania a derrotar a Rusia y restaurar el control sobre poco menos del 20% de su territorio que aún está ocupado. En su artículo anterior para The Economist, Zaluzhni advirtió que Ucrania necesitaba evitar que la guerra se volviera estrictamente posicional, lo que daría ventaja a un bando más grande, Rusia, con tres veces más reclutas.
Para ayudar a evitar el estancamiento, Ucrania necesitaría no sólo la aviación moderna, que según Zaluzhni aún podría desempeñar un papel muy importante. Es importante desarrollar medios para contrarrestar los drones rusos, así como aumentar la capacidad de destruir la artillería rusa. Dado que ambas partes utilizan extensos campos minados, la capacidad de desminarlos sin grandes pérdidas también es clave. Ucrania necesita una ventaja tecnológica decisiva sobre Rusia, subrayó el general.
Ucrania busca aumentar su producción de misiles, municiones, armas y equipo militar, anunció Ivan Havryliuk, viceministro de Defensa. Sin embargo, la financiación disponible palidece en comparación con los 144.000 millones de euros de Rusia sólo en el presupuesto estatal. Además, la mayoría de las capacidades decisivas sólo podrían ser aportadas por los socios.
En cambio, la discusión sobre la llegada de aviones de combate F-16, así como de misiles de largo alcance ATACMS y Taurus, procedentes, respectivamente, de EE UU y Alemania, ilustra, cómo lo ven muchos en Ucrania, un proceso laboriosamente lento de entrega de ayuda militar a Ucrania. «Saber que nuestros socios tienen armas que podrían salvar miles de vidas aquí y ahora es extremadamente desmotivador para muchos ucranianos en primera línea», explica a LA RAZÓN el oficial Volodimir Rudkovskyi, de 31 años, que perdió su pierna en un campo minado en Zaporiyia.
Como muchos, tiene que equilibrar esto con la comprensión de que Ucrania es capaz de contener los avances rusos gracias al apoyo, militar y financiero de sus aliados. Al mismo tiempo, si esos socios realmente quieren evitar la derrota de Ucrania, lo que están haciendo hasta ahora no es suficiente ni lo suficientemente rápido. Las élites occidentales deberían renunciar a «la complacencia» y actuar de manera más astuta para ayudar a Ucrania a ganar, afirma el analista militar Mykola Bielieskov. «El hecho de que Rusia haya sufrido miserablemente en 2022 hizo que algunos pensaran que su misión se había cumplido. En cambio, Rusia se ha recuperado parcialmente, incluso psicológicamente, y ha invertido en la lucha a largo plazo», escribe.
Las declaraciones de Putin y sus funcionarios de que su país podría considerar la posibilidad de negociar con Ucrania suenan cínicas para los ucranianos. Tienen en cuenta que Rusia no muestra ninguna intención de detener sus ataques mortales tanto a lo largo de la línea del frente como contra las zonas residenciales. Su gasto de defensa aumentará un 68% en 2024, mientras que las sanciones internacionales no han logrado reducir sus enormes ingresos por la exportación de petróleo. «No tenemos fuerzas suficientes para lograr los resultados deseados más rápidamente. Pero esto no significa que debamos rendirnos», asegura Volodimir Zelenski. El presidente reconoció que la contraofensiva del verano no condujo a un gran avance, pero insistió en que en los últimos meses Ucrania logró progresos importantes contra «un enemigo mejor armado y fortificado».