Bruselas

La Eurocámara aprueba la nueva Comisión Europea con Ribera como número dos y el voto en contra del PP español

El nuevo Ejecutivo comunitario de la conservadora alemana Ursula von der Leyen sale adelante con importantes deserciones

La Eurocámara dio ayer luz verde a la Comisión Europea de Ursula von der Leyen por una mayoría de 370 votos a favor, 282 en contra y 36 abstenciones. Una mayoría más reducida que la que obtuvo la propia política alemana en julio, cuando obtuvo 401 votos a favor y 284 en contra.

Los eurodiputados del PP español votaron en contra del Colegio de Comisarios, desligándose de la opinión mayoritaria del resto del Partido Popular Europeo (PPE). La portavoz, Dolors Montserrat, justificó su decisión en su negativa a apoyar a la socialista Teresa Ribera. «El PP español, como miembro leal, apoya firmemente a la Comisión liderada por Ursula von der Leyen y colaborará con ella toda la legislatura», aseguró durante el debate. Por eso, defendió que el voto de los españoles fuera «‘sí’ a la Comisión y ‘no’ a Teresa Ribera, por principios, lealtad y justicia».

Esta nueva Comisión comenzará su andadura el domingo. Von der Leyen se enfrenta a una legislatura difícil, quizás incluso mucho más complicada que la primera, cuando tuvo que lidiar con las negociaciones del Brexit, la pandemia y la guerra en Ucrania.

Ribera será uno de los pesos pesados del Ejecutivo de la UE al convertirse en uno de los seis vicepresidentes ejecutivos y ostentar la cartera de Transición Limpia, Justa y Competitiva y comisaria de Competencia. Al presentar a su equipo, Von der Leyen calificó a la española como una «europeísta auténtica y comprometida», lo que arrancó aplausos de la bancada socialista, pero no del jefe del PPE, Manfred Weber.

En este segundo mandato, Von der Leyen deberá lidiar una hemiciclo europeo más fragmentado que nunca, de geometría variable, en el que ya no podrá confiar en que una mayoría de populares, socialistas, liberales y verdes salgan en su ayuda, sino que las negociaciones dependerán de cada dosier. El nuevo centro de gravedad será el PPE, que podrá pactar a diestra y siniestra. Aunque el grueso de populares, socialistas y liberales ha votado a su favor, ha habido importantes deserciones como las de los populares españoles y los socialistas franceses y belgas. Los Verdes se han partido en canal, aunque Von der Leyen haya conseguido en el último momento el apoyo de la mitad del grupo después de haber fichado en el tiempo de descuento al exlíder de Los Verdes, Philip Lamberts.

La Gran Coalición, que ha gobernado el club comunitario durante décadas, no está muerta, pero sí herida y que la desconfianza se ha instalado entre ellos tras las últimas dos semanas de alta tensión. Los socialistas europeos se negaban a votar a Raffaele Fitto, el aspirante de Giorgia Meloni, como vicepresidente, y los populares amenazaron con vetar a Ribera por su gestión de la DANA.

Comisión Europea
Comisión EuropeaT. GallardoLa Razón

Las aguas parecen haber vuelto a su cauce, pero habrá disputas y reconciliaciones e incluso nuevas alianzas, ya que parte del grupo de Conservadores y Reformistas, la fuerza en la que se encuadran los Hermanos de Italia de Meloni, ha conseguido convertirse en un socio clave que dejará su impronta en temas como la inmigración o el cambio climático. Aunque esta fuerza política era demonizada hasta hace relativamente poco tiempo en Bruselas, ha sabido conquistar al PPE debido a su oposición a Vladimir Putin y el pragmatismo de la primera ministra italiana. El grupo Patriotas por Europa, al que pertenecen las fuerzas políticas de Viktor Orban y Marine Le Pen, votó en contra del nuevo Colegio de Comisarios.

Consciente de los retos que se avecinan, Von der Leyen prometió trabajar desde el centro y superar «la fragmentación». Según la presidenta de, el objetivo reside en «permanecer unidos y fieles a nuestros valores, encontrar formas de trabajar unos con otros y superar la fragmentación».

Uno de los principales ejes de su mandato será impulsar la anquilosada economía europea. Para ello, presentará su estrategia denominada Brújula de la Competitividad, basada en las recomendaciones del reciente informe del expresidente del BCE Mario Draghi. Esta estrategia se basará en tres ejes: reducir la brecha de la innovación respecto a EE UU y China, continuar con la descarbonización de la economía y una reducción de las dependencias económicas frente a países terceros.

Además, por primera vez el Ejecutivo comunitario tendrá un comisario de Defensa, el lituano Andrius Kubilius, que se encargará de dinamizar la industria armamentística europea. «Presentaremos un libro blanco sobre el futuro de la defensa europea en los primeros cien días. Y puedo garantizar que la seguridad de Europa será siempre la prioridad de esta Comisión», dijo.

“Fortalecer nuestra seguridad es aún más importante en un mundo tan disputado y frágil como el de hoy. Un mundo en el que creo que Europa es más necesaria que nunca”, ha asegurado. En su primer mandato prometió una Europa “geopolítica” que hable con voz propia en el incierto tablero internacional del siglo XXI, en el segundo deberá convertir esta promesa en realidad.