Operación militar

El dilema iraní tras el bombardeo de Estados Unidos a los hutíes

Washington avisa a Teherán: «Esperamos que hayan entendido el mensaje. Todas las opciones están sobre la mesa»

O.Próximo.- La Casa Blanca asegura que "varios líderes" hutíes han muerto durante la nueva operación militar en Yemen
O.Próximo.- La Casa Blanca asegura que "varios líderes" hutíes han muerto durante la nueva operación militar en YemenEuropa Press

Más de tres meses después del fin de la operación israelí contra Hizbulá, su fuerza más mimada en la región, y de la caída del régimen amigo de Bachar al Asad en Siria, la República Islámica vuelve a verse en el dilema de actuar o abstenerse de hacerlo horas después del inicio de la ofensiva «decisiva» de la Administración Trump contra los hutíes, movimiento rebelde que Teherán apoya y que controla una parte importante de Yemen. «Se os ha acabado el tiempo a todos los terroristas hutíes. Y vuestros ataques deben parar desde hoy. Si no lo hacen, el infierno caerá sobre vosotros en una forma nunca vista antes», advertía el presidente estadounidense en la tarde del sábado.

En el anuncio de la operación militar, Trump lanzó además una advertencia directa a Teherán: si siguen apoyando a los hutíes, habrá consecuencias para el régimen de los mulás. La campaña contra la organización de base chií se produce además tras el anuncio de nuevas sanciones estadounidenses contra Irán y mientras Teherán deliberaba sobre una carta enviada por el presidente estadounidense al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, en la que recomendaba al religioso que se reincorporara a las conversaciones o de lo contrario adoptaría «medidas militares».

Conscientes del riesgo de represalias directas por parte de las fuerzas estadounidenses y debilitados por la cadena de golpes sufridos por sus aliados y «proxies» en Oriente Medio, por ahora la respuesta de las autoridades iraníes ha sido la de marcar distancias con los rebeldes, considerados terroristas por Estados Unidos, al asegurar que la organización es independiente en sus «decisiones operacionales». «Advertimos a nuestros enemigos de que Irán responderá de manera decisiva y destructiva si pasan de la amenaza a la acción», aseguró ayer a medios estatales el comandante en jefe de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Hossein Salami.

La que se antoja apenas primera ronda de ataques contra la infraestructura de la organización que controla una parte del territorio yemení incluida Saná (fuentes militares estadounidenses avanzan que la operación puede durar semanas) dejaba este domingo un saldo de 31 muertos y más de un centenar de heridos, según reconocían las autoridades rebeldes desde medios oficiales este domingo. Los bombardeos no solo alcanzaron la capital, pues se registraron también en las gobernaciones de Taiz, Saada, Hajjah, Marib, Al-Bayda y DhaCmar.

Asimismo, el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Mike Waltz, anunció ayer en una entrevista con una cadena televisiva la muerte de «varios líderes» de los rebeldes hutíes durante las primeras horas de la nueva operación militar. Un extremo no admitido por la organización apoyada por Irán en Yemen. Waltz repetía el aviso a la República Islámica de Irán: «Espero que hayan entendido el mensaje con nitidez, porque todas las opciones están sobre la mesa con el presidente (Donald Trump)».

«Irán tiene que escucharlo alto y claro: es completamente inaceptable y se detendrá el nivel de apoyo que han estado brindando a los hutíes, al igual que lo han hecho con Hizbolá, al igual que lo han hecho con las milicias en Irak, Hamás y otros», añadía el asesor de Seguridad Nacional estadounidense. Además, agregó que la diferencia con los hutíes es que estos «tienen defensas aéreas increíblemente sofisticadas y también tienen misiles antibuque, misiles de crucero, drones y otros misiles balísticos».

Por su parte, la oficina política de los rebeldes, que describieron este domingo la operación estadounidense de «crimen de guerra», aseguró que sus fuerzas armadas «están plenamente preparadas para responder a la escalada con escalada», aseguró el movimiento chiita en un comunicado. «No quedarán sin respuesta», zanjaba la nota del buró político hutí.

El movimiento político y militar chiita, apoyado por Teherán, comenzó a atacar buques occidentales a finales de 2023 en apoyo al autodenominado «eje de resistencia» a raíz de la cadena de atentados perpetrados por Hamás en suelo israelí el 7 de octubre de aquel año. Las continuas agresiones han tenido repercusiones en el tráfico marítimo y han obligado a las fuerzas estadounidenses a embarcarse en una costosa campaña para interceptar misiles y drones del movimiento.

Según el Pentágono, los rebeldes hutíes han atacado barcos de guerra estadounidenses en el Mar Rojo o en las inmediaciones hasta en 174 ocasiones, así como buques comerciales en 145 ocasiones desde finales de 2023. La estructura militar del movimiento viene siendo blanco de ataques de las fuerzas estadounidenses y sus aliados desde enero de 2024 e ininterrumpidamente desde entonces, aunque ello no ha impedido que el movimiento haya continuado con su campaña de ataques contra intereses occidentales en una zona del planeta especialmente sensible para el tráfico marítimo.