Carrera electoral

Biden sugiere por primera vez que retiraría su candidatura por recomendación médica

El presidente de EE UU confiesa que esperaba «pasar página» de la presidencia y «dejársela a otro», aunque decidió buscar la reelección porque creía que su «sabiduría» y experiencia ayudarían a sanar la polarización que sufre el país

Justo cuando los demócratas habían conseguido que el foco de la elección girara hacia Donald Trump tras el intento de asesinato que sufrió en Pensilvania, el presidente Joe Biden revive el debate sobre sus capacidades cognitivas para dirigir los destinos de EE. UU. por cuatro años más.

En una entrevista publicada el miércoles, el mandatario aseguró que considerará dejar la carrera por la Casa Blanca si sus doctores le diagnosticaran una “condición médica” que le impidiera seguir.

Su respuesta se dio ante la pregunta sobre qué circunstancias le harían replantearse su permanencia en la elección. "Si me surgiera alguna condición médica, si los médicos vinieran a decirme que tengo este o aquel problema", sentenció Biden.

El mandatario regresó esta semana a los eventos de campaña mostrando una energía que ya empezaba a ser poco usual en él, enfocando sus mensajes en la necesidad de unir al país en momentos de alta tensión política, “sin dejar de lado el contraste con Donald Trump”. El tono de Biden en los últimos días ha sido fuerte, con algunos dentro de su propio partido diciendo que hasta luce enojado y gritando en sus discursos.

Pero parece que esta declaración surge ahora cuando todavía, a pesar del agitado momento tras el ataque a Trump, hay un grupo de demócratas que creen que Biden debería dar un paso al costado antes de llegar a la Convención Nacional del partido agosto.

El más reciente en sumarse a ese grupo fue el legislador demócrata Adam Schiff, quien se convirtió el vigésimo congresista del partido en hacerlo.

"Una segunda presidencia de Trump socavará los cimientos mismos de nuestra democracia, y tengo serias dudas de que el presidente pueda derrotar a Donald Trump en noviembre", dijo Schiff, un demócrata de California que se postula para el Senado.

La preocupación de los demócratas sobre la capacidad del presidente, de 81 años, para vencer al aspirante republicano Trump y permanecer otros cuatro años en el cargo, aumentó tras la desastrosa actuación de Biden en un debate el 27 de junio.

Los llamados para que renuncie han elevado la posibilidad de una candidatura de la vicepresidenta Kamala Harris, quien contrario a seguir el eco de esas voces ha ratificado una y otra vez que ella es la segunda en el ticket electoral y no tiene intención de reemplazar a Biden. Pero los votantes demócratas dicen querer otra cosa. En la media de encuestas al respecto se calcula que al menos un 60% de los electores piensa que el actual mandatario es muy viejo para continuar y que debería ser reemplazado.

Aunque la imagen de Harris ha aumentado desde que las quejas contra Biden aumentaron, ella no es la principal contendiente. Encuestas independientes ubican a Michelle Obama, ex primera dama, como la única persona del partido capaz de vencer a Donald Trump con las elecciones del 5 de noviembre tan cerca. Sin embargo, no ha habido ninguna declaración pública de la esposa de Barack Obama que de luz sobre su opinión hoy; en el pasado repitió en varias oportunidades que el de presidenta es un trabajo que no le interesa.

Mientras hay caos interno, Biden se ve cada vez más combativo sobre el tema. Preguntado sobre si ha aguantado lo peor de su propio partido, el mandatario respondió que 14 millones de votantes demócratas le eligieron en las primarias, y que aunque dice entender que los interrogantes sobre su agudeza mental son “legítimos”, piensa que nadie mejor que él sabe hacer la labor y que, así como venció a Trump una vez, piensa hacerlo de nuevo.

Pero para Biden, quien ha utilizado notas y recurrido al teleprompter más de lo habitual en sus recientes comparecencias, la suerte no a parecido acompañarle mucho en esta carrera.