"Midterms"

Obama, al rescate de los demócratas en el fin de campaña de las legislativas

El ex presidente de EE UU es clave para atraer a las clases medias trabajadoras frente a la impopularidad de Joe Biden

Barack Obam en un mitin en Phoenix
Barack Obam en un mitin en PhoenixAlberto MarianiAgencia AP

A pocos días de las «Midterms», EE UU se prepara para una nueva cita trascendental con las urnas. Biden advertía el miércoles que las legislativas serán un «momento decisivo» para la democracia del país, mientras aumentan las amenazas de violencia política y los incidentes de intimidación a votantes. «En EE UU no resolveremos nuestra diferencias con motines, turbas, una bala o un martillo. Las resolveremos pacíficamente en las urnas», afirmó el presidente. Pero sus continuas referencias a los peligros de la democracia, con acusaciones directas a Donald Trump y a todos aquellos republicanos que replican su discurso sobre fraude electoral han causado cierto malestar.

Los últimos discursos de Biden parecen estar más dirigidos a los indecisos que a los votantes demócratas, desviando la atención de las principales preocupaciones de los estadounidenses, como la economía, la inflación o el crimen, trasladándolo a las crecientes amenazas del cruce de acusaciones entre ambas formaciones.

Los bajos índices de popularidad del presidente demócrata tampoco han ayudado, a pesar de haber puesto en marcha en su primera mitad de mandato las prioridades más destacadas de su agenda. Biden mantiene el apoyo de los estadounidenses bajo mínimos y las encuestas sitúan su popularidad en una de las más bajas de la historia reciente.

Por ello, los demócratas han recurrido a nuevas fórmulas que puedan garantizar una recta final a las legislativas que les permitan mantener, al menos, el control del Senado. Por ello, Biden ofrecerá su último mitin en Pensilvania con quien fue vicepresidente, Barack Obama. La oficina del ex presidente demócrata ha recibido los últimos meses más peticiones de apoyo en candidaturas locales, estatales y federales de las que han tenido capacidad de atender. En el plazo de una semana, la agenda de Obama incluía la estratégica visita a tres Estados clave. El martes en Nevada, el miércoles en Arizona y el fin de semana en Pensilvania. Un acto de campaña que ha generado tanta expectación que la cita se dará en dos ciudades: Filadelfia y Pittsburg.

El fin de semana anterior, Obama realizó otra visita fundamental: Minesota. Estado clave en el escenario electoral, se convirtió en epicentro de las históricas protestas tras la muerte de George Floyd en 2020. La comunidad afroamericana aún sufre los efectos de la desigualdad generada por la brecha social con sus pares blancos, que han movilizado con cierta repercusión sus manifestaciones.

Los demócratas compiten con los republicanos por la reelección del gobernador Tony Evers que, según recientes sondeos, está casi a la par de su oponente conservador. Evers es un profesor de Ciencias que lleva gafas. «Es alguien que da más la impresión de ser Clark Kent que Superman», explicó Obama desde el escenario a los asistentes de un mitin electoral para apoyar la candidatura del demócrata, pero «no se dejen engañar por sus anteojos», añadió entre las risas del público.

Nadie como el que fue inquilino de la Casa Blanca puede hoy por hoy aglutinar el entusiasmo de las masas como Obama. Su carisma trata de aventajar las debilidades del que fuera su vicepresidente, que el 20 de noviembre cumple 80 años. Si bien la edad de Biden ha estado en el punto de mira desde que presentó su candidatura a la presidencia, ahora es más que nada su baja popularidad la que vuelve a poner sobre la mesa la reelección del líder demócrata incluso antes de haber llegado al ecuador de su mandato.

La agenda de Biden en la recta final de la campaña ha jugado sobre seguro: eventos cercanos a la capital, como Maryland y Delaware; Estados más alejados ya asegurados para los demócratas y donde gozan de una amplia ventaja frente a sus rivales políticos, como California, Oregon y Nuevo México; y, sobre todo, contacto directo con los donantes, que representan todavía una de sus principales fortalezas. La complicidad entre los dos líderes demócratas también ha facilitado la expansión del mensaje entre la clase media trabajadora. A una semana exacta de las Midterms, Biden recordó a los estadounidenses en su cuenta de Twitter: “Habéis estado pagando la Seguridad Social toda la vida. Os lo habéis ganado. Ahora, los republicanos en el Congreso quieren recortarla. ¿Quién diablos se creen que son?”.

En la misma línea, Obama intervino con un apasionado discurso desde Wisconsin que se hizo viral entre millones de estadounidenses. “Si Ron Johnson entiende dar exenciones fiscales para aviones privados más de lo que entiende asegurándose de que los mayores que han trabajado toda su vida puedan retirarse con dignidad y respecto, él no es la persona que está pensando en vosotros, que os conoce, que os ve… y no debería ser vuestro senador en Wisconsin”, enfatizó el demócrata con un tono de voz acalorado.

La Casa Blanca ha recibido a cientos de personas invitadas a diversas recepciones estas semanas previas, entre ellas algunos de sus beneficiaron de propuestas estrella de la Administración, como la Ley de Reducción de la Inflación, aprobada con apoyo bipartidista del Congreso. Es el caso de Manuel Rauda, que compartió con LA RAZÓN este miércoles las impresiones de su primera visita a la residencia presidencial.

“Veo que desde que el presidente Biden entró en la Casa Blanca se han creado muchos trabajos, no sólo de infraestructura sino también para otros oficios como carpintería, pintura, electricidad. Esta Administración está haciendo una gran diferencia para nosotros y nos ha brindado buenas oportunidades”, afirma este empresario de origen centroamericano que forma parte de uno de los gremios (FTI, por sus siglas en inglés).

“Esperamos que pueda ver lo que nosotros hacemos y pueda seguir apoyando las uniones de trabajadores del país”, enfatiza Rauda, beneficiario de la reforma de infraestructura, al explicar que gran parte de su trabajo “se realiza en puentes y facilidades de aguas, refinerías, plantas eléctricas, hoteles y trabajo comercial de pintura y otros acabados”.

Lo cierto es que las cifras de empleo a nivel nacional son una de las mejores cartas de presentación del actual Gobierno, alcanzado en pocos meses en el poder resultados históricos en esa materia.

Aún así, tras la prolongada crisis sanitaria y económica derivada de la pandemia, la inflación está dejando al país al borde de la recesión y es precisamente la economía, tal y como recuerdan los expertos en esa recta final de campaña, y sobre todo cómo ésta afecta directamente al bolsillo de los ciudadanos su principal motivación al voto.