Nuevo Gabinete
Macron se rodea de sus fieles para gobernar Francia sin mayoría absoluta
El presidente francés releva al ministro acusado de violación y a otras tres titulares que no lograron escaño en las legislativas
Después de perder la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional en las elecciones legislativas celebradas el 12 y 19 de junio, el presidente francés, Emmanuel Macron, remodeló este lunes su Gabinete en un intento de recuperar la iniciativa en un segundo y último mandato en el Elíseo que ha arrancado en medio de una insólita parálisis política.
El presidente ha aprovechado la crisis de Gobierno para liberarse de su mayor lastre, el ministro de Solidaridad y Discapacidad, Damian Abad, acusado de varias violaciones. Abad, uno de los fichajes estrella del Gobierno anunciado hace solo seis semanas, niega las acusaciones y aseguró ayer a los periodistas que había sido blanco de un «movimiento siniestro» de «calumnias despreciables organizadas en torno a un calendario» diseñado para expulsarlo del Gobierno tras solo 45 días. El ya ex ministro será reemplazado por el director de la Cruz Roja Francesa, Jean-Christophe Combe
En su comunicado, el Elíseo confirma en sus cargos a los pesos pesados del Gobierno. Repiten los ministros de Exteriores, Catherine Colonna; Finanzas, Bruno Le Maire, y Defensa, Sébastien Lecornu. A ellos se suma Gérald Darmanin, que permanecerá en su cargo de ministro del Interior, a pesar del fiasco que rodeó la final de la Liga de Campeones y las acusaciones de que mintió sobre las causas del caos. Otros puestos en el Gabinete paritario formado por 21 hombres y 20 mujeres (incluida la primera ministra, Élisabeth Borne), fueron en su mayoría para políticos de las diferentes facciones que han acompañado a Macron desde que llegó al poder en 2017.
Sin embargo, solo un mes y medio después de la última reorganización, se han cambiado varios roles de alto perfil, como el de Clement Beaune, anteriormente ministro de Europa, y conocido por desempeñar un papel clave en las negociaciones del Brexit.
En un movimiento sorpresa, Beaune ahora encabezará el Ministerio de Transporte en el nuevo Gabinete, mientras que la economista jefe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Laurence Boone, será la nuevo ministro de Asuntos Europeos.
El papel de portavoz del Gobierno también se cambió con el ministro de Sanidad del Gobierno anterior, Olivier Véran, en lugar de la actual, Olivia Gregoire.
Aunque la reorganización reemplazó a un ministro acusado de agresión sexual, se confirma a otra ministra que se haya bajo investigación. Chrysoula Zacharopoulou, quien ha sido acusada de agresión sexual cuando ejercía como ginecóloga, permanecerá en su puesto actual de secretaria de Estado para el Desarrollo, la Francofonía y las Asociaciones Internacionales.
Las ministras de Sanidad, Medio Ambiente y Ultramar, que renunciaron a sus cargos tras no conseguir un escaño en las legislativas, también han sido reemplazados en la remodelación. Christophe Bechu, alcalde de la ciudad de Angers, en el Loira y aliado clave del ex primer ministro Édouard Philippe, fue nombrado ministro de Transición Energética, reemplazando a Amelie de Montchalin, leal a Macron. El presidente de Samu-Urgences de France, François Braun, sustituirá a Bourguignon en Sanidad.
Sin embargo, el nuevo Gobierno no ha sido recibido con buenos ojos por los ecologistas y la oposición, que habla de un mero cambio de sillas. Tras el anuncio del nuevo ministro de Medio Ambiente, Greenpeace Francia criticó el nombramiento y denunció que Bechu «no tiene experiencia de lo que está en juego en la transición verde y casi nunca se ha pronunciado sobre cuestiones nacionales o internacionales del clima o el medio ambiente».
La remodelación ministerial fue «un mensaje a las tropas: la lealtad será recompensada. De cara a los próximos meses, cuando la aprobación de nuevas leyes probablemente se reducirá a unos pocos votos», tuiteó Frederic Says, comentarista político de la emisora France Culture.
La líder de extrema derecha, Marine Le Pen, denunció que «los que fracasaron son todos reelegidos» en el Gobierno. Por su parte, el líder comunista, Fabien Roussel, declaró a la emisora LCI que «se siente como si estuvieran comenzando de nuevo con las mismas personas».
Si bien la coalición macronista ganó la mayoría de los escaños en junio, perdió la mayoría absoluta de la que había disfrutado los últimos cinco años (289 de los 577 diputados de la Asamblea Nacional) y ahora necesitará llegar a un acuerdo de legislatura con otros grupos o negociar puntualmente ley por ley. Pero la oposición ya ha avisado que no está por la labor.
El resultado fue visto como un gran revés para el presidente, que ganó un segundo mandato en el Elíseo el 24 de abril tras derrotar de nuevo a Le Pen (59% frente a 41%) sin que su triunfo se tradujera en una mayoría parlamentaria apenas dos meses después.
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