Perfil
¿Quién es Elisabeth Borne, la nueva primera ministra de Francia?
Se trata de la segunda mujer en ocupar el puesto después de Edith Cresson, quien estuvo en el cargo hace 30 años
Mujer experimentada, de larga trayectoria, socialdemócrata y bien insertada en el macronismo. El perfil que Macron llevaba buscando desde su reelección para primera ministra, porque desde hace semanas no había dudas de que sería una mujer, ya tiene nombre propio: Elisabeth Borne es desde la tarde de este lunes la nueva jefa de gobierno en Francia. Es la segunda vez que una mujer ocupa este puesto en Francia. La primera fue la socialista Edith Cresson nombrada por Mitterrand en 1991 pero duró menos de un año en el cargo.
Ahora Cresson tiene 88 años y en las horas previas de conocer el nombre de la nueva ministra, la propia Cresson deseaba “mucho coraje” a la mujer que encarna el puesto. La elección de una mujer como primera ministra tiene un valor simbólico en un país donde los hombres siguen ocupando abrumadoramente la cúspide del poder político. En un comunicado, el Elíseo ha destacado que Borne es “una opción de competencia al servicio de Francia” y que es “una mujer de convicción, acción y realización”.
La composición del resto de ministros del gobierno de Borne será conocida este martes y el primer consejo de ministros del nuevo quinquenio tendrá lugar mañana miércoles. Elisabeth Borne, de 61 años, ingeniera de larga trayectoria pública, ha sido ministra de Trabajo desde 2020, y también ha ocupado con Macron las carteras de Transición Ecológica y de Transporte. La mayoría de su carrera la ha dedicado a la reforma del transporte, la movilidad y el urbanismo con un perfil de socialdemócrata y gran conocimiento de las políticas públicas.
Trabajó como directora de estrategia de SNCF, la empresa ferroviaria de Francia, y como directora de la empresa de transportes de la región de París. También fue jefa de gabinete de la excandidata al Elíseo Ségolène Royal cuando ésta ocupó la cartera de Ecología en 2014. Durante años, Borne fue miembro del Partido Socialista, pero en 2017 votó por Macron y se unió a su nuevo partido. Se consideraba ahora parte del ala izquierda del equipo de Macron junto a otros ministros como el titular de exteriores Jean Yves Le Drian.
Borne milita ahora en un pequeño partido, Territorios de Progreso, asociado al del presidente. Su currículum, larga experiencia y su perfil socialdemócrata juegan a favor en estos momentos en los que Macron tiene que dar la batalla contra la gran coalición de izquierdas creada de cara a las legislativas de junio. La nominación de Borne es todo un guiño a esos votantes socialistas que recelan del pacto con el populista euroescéptico Jean Luc Mélenchon. También juega a su favor su perfil de incansable negociadora para llegar a puntos de acuerdo en las reformas que le esperan a Francia. Especialmente es valorable su experiencia ante la polémica reforma de las pensiones que se avecina en Francia. Borne se convierte ahora en la pieza clave de la madre de todas las reformas: la de las pensiones.
Macron quiere aumentar la edad de jubilación a los 65 años pero necesita hacerlo con arreglos sociales y mediante un perfil socialdemócrata que pueda hacerlo todo más digerible, con acuerdos con los actores sociales y evitando estallidos en la calle con episodios como la revuelta de los chalecos amarillos en el retrovisor.Lo cierto es que Elisabeth Borne era uno de los nombres que más sonaba en Francia pero Macron ha estirado al máximo los tiempos en dar a conocer su nombre por pura estrategia política.
El objetivo ha sido recortar en parte la campaña para las legislativas y especular durante los últimos días con las quinielas del nuevo gobierno para dar menos espacio a la batalla con las legislativas y crear un efecto impulso con la nominación del nuevo gobierno, más pegado a la fecha de los comicios que designarán a los miembros de la Asamblea Nacional. Macron, que empezó formalmente su segundo mandato el pasado sábado, se enfrenta ahora a las elecciones legislativas del 12 y 19 de junio con una ultraderecha ascendente y una izquierda que ha conseguido un acuerdo alrededor de Mélenchon.
Para poner en marcha su Gobierno y su agenda legislativa, Macron necesita el apoyo de la Asamblea Nacional y las encuestas apuntan ahora a que su partido, rebautizado como Renacimiento, ganará con una mayoría holgada. De momento, los líderes de la oposición a Macron ya han reaccionado respecto a la nominación de la nueva primera ministra. Tanto la ultraderechista Le Pen como el izquierdista Mélenchon ya han arremetido contra Borne por considerar que encarna la política antisocial del Elíseo.
Borne también se presenta a las elecciones legislativas en Calvados, en Normandía, de donde es originaria su familia. En caso de que Macron pierda la mayoría parlamentaria en junio podría verse obligado a cohabitar con un primer ministro de distinto color político. La última vez que se produjo la famosa cohabitación en Francia fue hace 20 años cuando el conservador Jacques Chirac tuvo de primer ministro al socialista Lionel Jospin.
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