Elecciones
El correísmo de Arauz se impone en Ecuador
La presidencia se decidirá en la segunda vuelta sin aún un rival. El indígena Yaku Pérez cuenta con el 19,87%, ligerísimamente por delante del conservador Guillermo Lasso, con el 19,60%
Los dedos arrugados de la mano derecha de Flor Celina Galarza se posaron en la frente de su nieto Andrés Arauz para bendecirlo en la urna donde había depositado su voto. La anciana de 106 años introdujo desde su silla de ruedas su papeleta el domingo, al igual que el 81% de los 13 millones de ecuatorianos llamados a votar. Pese a la pandemia, los pronósticos de una baja participación no se cumplieron.
Las largas colas protagonizaban la jornada. Horas después de dar gracia a su nieto en el colegio Santiago de Guayaquil, el progresista Arauz se proclamaba vencedor con el 32,13% de los apoyos y el 97,94% del voto escrutado. La vuelta al modelo de Rafael Correa que presidió el país de 2007 a 2017 ha ganado en las elecciones de Ecuador. Poco más tarde, el fantasma del fraude volvía a sobrevolar unas elecciones en América Latina.
El puesto para disputar la presidencia a Arauz en la segunda vuelta se disputa voto a voto. El líder del partido indígena Pachakutik, Yaku Pérez, ha obtenido el 19,87%, ligerísimamente por delante del conservador Guillermo Lasso que suma el 19,60%. El Consejo Nacional Electoral asegura que el margen entre ambos es de «1.500 papeletas». Es necesario esperar a que se cuente el 2,09% de los votos no escrutados, unos 200.000.
Sin embargo, Pérez ha asegurado que «se está confabulando un fraude para que no lleguemos a segunda vuelta» del 11 de abril. El candidato indígena Yaku Pérez ha denunciado que unos «hackers» están provocando que «no se respete la voluntad de los electores» sin aportar ninguna prueba. El dirigente de 51 años ha acusado de amañar las elecciones tanto al conservador Lasso como al ex presidente Correa, fervientes enemigos políticos. Pérez ha llamado a sus seguidores a movilizarse contra el supuesto amaño.
Correa, condenado a ocho años de prisión, inhabilitado y fuera del país desde 2018, también denunció irregularidades sin mostrar ninguna evidencia. Desde México donde sigue el proceso, el ex presidente ha criticado la «agenda del miedo» de los medios contra su partido Unión por la Esperanza. A la espera de conocer el rival de Arauz en la segunda vuelta, el doctor en Economía por la Universidad de Michigan prepara ya la campaña. Seguirá prometiendo el regreso de las políticas sociales puestas en marcha en la década de Correa.
El ganador de estas elecciones y favorito para la segunda vuelta ha prometido entregar 1.000 dólares a un millón de familias. El heredero de Correa ha rechazado rotundamente pagar la deuda de 4.200 millones contraída por el presidente Lenin Moreno con el FMI. Las condiciones actuales son «incumplibles porque afectan a la familia ecuatoriana y violan la Constitución». En la votación del 11 de abril será fundamental la capacidad de los candidatos para atraer los votos de otras candidaturas. Arauz parece que tiene fácil hacerse con la mayoría del 16,02% de apoyos que ha logrado el socialdemócrata Xavier Hervas.
Arauz aspira a convertirse en el presidente más joven desde que Ecuador recuperó la democracia en 1979. El líder progresista indicó que «una segunda vuelta nos beneficia porque nos da más legitimidad dar hasta mayor legitimidad, porque lograremos superar el umbral del 50%». Su rival, ya sea Pérez o Lasso, deberá tratar de integrar todo el voto anticorreísta. La vuelta del correísmo supondría un giro a la izquierda en Ecuador y un acercamiento a los ejecutivos de Argentina, Venezuela y Bolivia.
La opción de Lasso representa la agenda liberal clásica y un posible gobierno de Pérez es un incógnita ya que ofrece propuestas keynesianas y liberales intercaladas con una defensa del medio ambiente. Las primeras elecciones de 2021 en América Latina dejan todavía el futuro de Ecuador y el tablero político en la región sin resolver.
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