La represión uigur

Estados Unidos acusa a China de “genocidio”

El último anuncio del secretario de Estado, Mike Pompeo, antes de abandonar su cargo es decretar nuevas sanciones y denunciar a las autoridades chinas por promover un genocidio contra la minoría musulmana en Xinjiang

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Al salir por la puerta, el secretario de Estado Mike Pompeo golpeó a China con nuevas sanciones al declarar que las políticas de China sobre los musulmanes y las minorías étnicas en la provincia occidental de Xinjiangconstituyen un “genocidio”.

Pompeo tomó la medida el martes solo 24 horas antes de que el presidente electo Joe Biden asuma el cargo. No hubo una respuesta inmediata del equipo entrante de Biden, aunque varios miembros han simpatizado con tal designación en el pasado. La medida de Pompeo no tiene repercusiones inmediatas.

Muchos de los acusados de haber participado en la represión en Xinjiang ya se encuentran bajo sanciones de Estados Unidos, y la medida del martes es la última de una serie de medidas que la Administración saliente de Trump ha tomado contra China.

Desde el año pasado, la Administración ha aumentado de manera constante la presión sobre Pekín, imponiendo sanciones a numerosos funcionarios y empresas por sus actividades en Taiwán, Tíbet, Hong Kong y el Mar de China Meridional.

Esas sanciones se han vuelto más duras desde principios del año pasado cuando el presidente Donald Trump y Pompeo comenzaron a acusar a China de tratar de encubrir la pandemia de coronavirus. El sábado, Pompeo levantó las restricciones a los contactos diplomáticos de Estados Unidos con funcionarios taiwaneses, lo que provocó una severa reprimenda de China, que considera a la isla como su territorio.

Hace cinco días, la Administración Trump anunció que detendría las importaciones de algodón y tomates de Xinjiang y los funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza dijeron que bloquearían los productos que se sospecha que se producen con trabajo forzoso.

Xinjiang es un importante proveedor mundial de algodón, por lo que el pedido podría tener efectos significativos en el comercio internacional. La Administración Trump ya ha bloqueado las importaciones de empresas individuales vinculadas al trabajo forzoso en la región, y Estados Unidos ha impuesto sanciones a los funcionarios del Partido Comunista con roles prominentes en la campaña.

China ha encarcelado a más de un millón de personas, incluidos uigures y otros grupos étnicos mayoritariamente musulmanes, en una vasta red de campos de concentración, según funcionarios estadounidenses y grupos de derechos humanos. Las personas han sido sometidas a tortura, esterilización y adoctrinamiento político, además del trabajo forzoso, como parte de una campaña de asimilación en una región cuyos habitantes son étnica y culturalmente distintos de la mayoría china Han.

China ha negado todos los cargos, pero el trabajo forzoso uigur ha sido vinculado por informes de The Associated Press a varios productos importados a Estados Unidos, incluida ropa y productos electrónicos como cámaras y monitores de ordenador. China dice que sus políticas en Xinjiang solo apuntan a promover el desarrollo económico y social en la región y acabar con el radicalismo. También rechaza las críticas a lo que considera sus asuntos internos.