Atenas
Finlandia tensa la cuerda del segundo rescate de Grecia
El segundo rescate de Grecia sigue trayendo cola. Mientras Finlandia se mantiene en sus trece de exigir garantías a su participación en la operación de salvamento, el Gobierno griego lanza un SOS instando a los países de la eurozona a poner en marcha lo acordado por los jefes de Gobierno en la cumbre del pasado 21 de julio. El ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, ha enviado una carta al presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, y al comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, en la que asegura que su país «ha mostrado la mayor flexibilidad posible para que las decisiones del 21 de julio sean aplicadas inmediatamente y en su totalidad».
El portavoz de Asuntos Económicos y Monetarios del Ejecutivo comunitario, Amadeu Altafaj, ha reconocido presiones sobre Finlandia en el seno de las discusiones para concluir los acuerdos suscritos hace poco más de un mes en la cumbre de Bruselas. Grecia y el país nórdico alcanzaron la semana pasada un acuerdo sobre las garantías de reembolso exigidas para participar en el segundo rescate de la economía helena.
Negociar pero no retirar
El primer ministro finlandés, Jyrki Katainen, afirmó ayer a la televisión pública YLE que su Gobierno está dispuesto a introducir cambios en el acuerdo bilateral entre Finlandia y Grecia sobre las garantías para participar en el rescate heleno –109 millones de euros–, pero insistió en que no renunciará a ellas. Katainen aseguró que para Finlandia sólo existen dos opciones: modificar el actual pacto bilateral para evitar el veto de sus socios de la eurozona o aprobarlo tal y como lo acordaron hace una semana los ministros de Finanzas de ambos países. «De un modo u otro, arreglaremos este asunto. «Para nosotros es importante lograr esas garantías, y también es importante que ello no perjudique a otros países. Por eso estamos discutiendo sobre este asunto», añadió.
El jefe del Ejecutivo finlandés reiteró que si sus socios comunitarios bloquean la posibilidad de obtener garantías de Atenas, el país nórdico no participará en el segundo rescate financiero de Grecia, valorado en 109.000 millones de euros de fondos públicos más otros 50.000 millones de acreedores del sector privado.
Más candidatos
Hasta el momento sólo Finlandia ha reclamado estas garantías, aunque otros países como Holanda y Austria las exigirán si se aceptan las de Finlandia. La ministra austriaca de Finanzas, Maria Fekter, ha propuesto que los países con una banca menor expuesta a la deuda griega reciban más garantías porque las entidades pueden, gracias al segundo rescate, cambiar sus títulos por préstamos del fondo de rescate.
Altafaj ha admitido que estas garantías constituyen «un punto controvertido» y ha insistido, según Europa Press, en que las discusiones entre los países que comparten el euro «continúan y continuarán durante los próximos días». El portavoz de Olli Rehn ha considerado lógico que los países de la eurozona determinen si este acuerdo bilateral es apropiado o no, porque tiene un impacto en el resto de los socios participantes en el rescate.
Los jefes de Gobierno de la eurozona acordaron en julio la posibilidad de establecer acuerdos para cubrir los riesgos derivados del segundo rescate. Pero el propio presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, recordó en una comunicación enviada a los líderes de los países que comparten el euro que había que tratar de evitar una excesiva petición de garantías.
Mientras se espera a una solución definitiva, los mercados de valores permanecen en relativa calma, con subidas muy contenidas de los principales índices.
Lo que sí ha caído ha sido la confianza de los consumidores en la economía de forma drástica en la región y en el conjunto de la Unión Europea, según los datos publicados ayer por la Comisión Europea.
En Alemania la situación es muy similar. El dato hecho público por el ZEW indica que la confianza de los inversores ha caído al nivel mínimo en los últimos dos años y medio.
Italia encara una huelga general
La confederación sindical italiana CGIL, el mayor sindicato del país transalpino, convocó una jornada de huelga general en Italia en protesta contra las medidas de austeridad anunciadas por el Gobierno de Silvio Berlusconi, que califica de «injustas y erróneas». La Secretaría General de la CGIL subrayó su «firme oposición» a estas medidas «socialmente injustas e ineficaces», contra las que convoca una movilización general para el 6 de septiembre. Según el sindicato, las medidas aprobadas por Berlusconi no subsanan las causas de las deficiencias estructurales de la economía «ni sientan las bases para reducir la deuda».
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