Última hora del estado de salud de Alma, la hija de Anabel Pantoja, en directo: parte médico y reacciones

A David Rodríguez, el fisioterapeuta cordobés de 26 años unido sentimentalmente a Anabel Pantoja y padre de Alma, la vida le ha dado un buen revolcón. Aunque es el más desconocido en la situación que vive la familia, no se ha separado de Anabel y de su hija ni un instante desde su ingreso el 9 de enero. Su presencia es decisiva. Aunque los bebés se desarrollan en útero materno, también los padres sufren algunos cambios fisiológicos y hormonales durante la gestación. Ni durante el embarazo ni durante el posparto su rol se reduce al de simples observadores. Su voz, el contacto con su piel y cualquier forma de comunicación con el bebé favorecen su desarrollo y posterior crianza. Estos cuidados afianzan además la relación de pareja.

La empatía, esa capacidad de conectarnos emocionalmente entre los seres humanos, reconociendo, compartiendo y entendiendo el estado de ánimo en una situación complicada, es la principal emoción que han desatado Anabel Pantoja y David Rodríguez. Hasta el hospital donde sigue ingresada su pequeña Alma, no dejan de llegar muestras de cariño. Carmen Morales, que acudía esta semana al estreno de "Una madre de película", un monólogo protagonizado por Toni Acosta, también se ha sumado a esta marea empática mostrándole su apoyo: "Por supuesto, apoyo siempre".

La hija de Rocío Dúrcal explicó ante los micrófonos de Europa Press que "las cosas de los bebés, de los hijos, son sagradas… y aunque yo no sé lo que le pasa a la bebita, todo mi apoyo, porque yo creo que nadie más que ellos lo saben, les corresponde a ellos, es una cosa de ellos". La artista concluía con estas palabras: "Solo puedo dar mi mayor apoyo y bueno, rezar por esa bebé para que todo salga bien y esos papás estén tranquilos porque seguro que todo sale bien".

El hotel Santa Catalina, situado a cinco minutos a pie del puerto deportivo de Las Palmas, ha recuperado cierta tranquilidad después de la marcha de Isabel Pantoja y su hermano Agustín. Es en este exclusivo complejo donde se han hospedado durante la semana en la que han acompañado a su sobrina Anabel. Se trata de un emblemático hotel construido a finales del siglo XIX y desde entonces ha contado con huéspedes tan célebres como la soprano Maria Callas, la actriz Ava Gardner, la novelista Agatha Christie y los cantantes Julio Iglesias y Lola Flores. A pesar del tumulto en sus alrededores a la espera de captar la primera fotografía de Isabel, no fue hasta la noche del 16 de enero cuando fue vista a su llegada al Hospital Materno Infantil de Gran Canaria en un coche que conducía su hermano Agustín.

Amor Romeira, que desde que se dio a conocer como concursante de reality televisivo, ha encontrado acomodo en la televisión, está dando ejemplo de discreción y prudencia. No es fácil para ninguno de amigos mediáticos de Anabel Pantoja, que se ven acosados constantemente por los micrófonos y cámaras. Menos aún para ella, que no se caracteriza por hablar con cautela. Tratándose de amistad, no cabe ningún reproche. Amor se ha mantenido estos días como uno de los principales apoyos de la sobrina de Isabel Pantoja, siempre prudente y obrando con sumo cuidado para proteger la intimidad que necesitan los padres de Alma. La mejor muestra de cariño es el abrazo a Merchi, la madre de Anabel, en los alrededores del hospital.

A pesar de su carácter extrovertido, Anabel es una mujer extremadamente frágil y no lo oculta. Sus dos millones de seguidores ha sido testigos en los últimos meses de sus vulnerabilidades en diferentes momentos del embarazo y en su recién estrenada maternidad, disculpándose y pidiendo empatía. "Lloro por todo", decía. Los amigos lo saben y no le sueltan la mano. Ni a ella ni a su novio, David Rodríguez. Belén Esteban se encuentra de nuevo con ella en el hospital y, de alguna manera, está ocupando el vacío que le habrá dejado la marcha de Isabel Pantoja. Se esperan días largos y es bueno que los seres queridos se permitan respirar profundo para volver con ella con fuerza renovada.

Belén ha llegado al Hospital Materno Infantil de Gran Canaria esta mañana con su marido. Con el gesto relajado, ha respondido que ha vuelto para estar al lado de su amiga. "Como siempre".

A Anabel Pantoja y David Rodríguez se les partió en dos su mundo recién creado el jueves 9 de enero, cuando su pequeña Alma, nacida el 23 de noviembre de 2024, dio los primeros signos que motivaron su posterior ingreso en el Hospital Materno Infantil de Gran Canaria. Diez días después, la niña permanece hospitalizada con pronóstico reservado. Las cuestiones de salud son privadas y nuestra legislación ampara el carácter confidencial de cualquier dato. Los padres y el equipo médico han protegido este derecho y ellos decidirán, si lo crean oportuno, emitir algún parte de su salud u ofrecer algún dato sobre su diagnóstico o pronóstico.

Mientras, esta información está protegida por la ley y su difusión está prohibida bajo penas muy severas, según sea la gravedad del caso. También es así para el resto de la población. Si alguien difunde nuestros datos sanitarios sin nuestro permiso podemos acudir a Agencia Española de Protección de Datos para pedir su retirada inmediata y tomar las medidas correspondientes.

La pequeña permanece en la Unidad de Medicina Intensiva del Hospital Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria desde el 10 de enero. Fue el programa "Fiesta" el que dio la voz de alarma al anunciar el ingreso de la hija de Anabel Pantoja y David Rodríguez. Numerosos medios se desplazaron al lugar y empezaron a recabar datos. En el hospital se encontraban, además de Merchi, la madre de Anabel, que no se ha separado ni un instante de la pareja, Isabel Pantoja y sus hijos, Isa y Kiko. Teniendo en cuenta las desavenencias en el clan Pantoja, era más que evidente que la preocupación por el estado de la niña era extrema. Se confirmó con el traslado a la isla de otros familiares, como Raquel Bollo, y numerosos amigos de Anabel. Entre ellos, Belén Esteban, cuyo rostro delataba que se encontraba destrozada. Las primeras horas eran cruciales y, afortunadamente, su evolución abrió paso a la esperanza. La sobrina de la tonadillera es una mujer muy querida y ha despertado en la población un profundo sentimiento de empatía.

Todo el entorno de Anabel Pantoja ha impuesto el silencio y son escasos los detalles que han trascendido sobre la situación. Tan solo se ha puesto sobre la mesa el consejo de los médicos de mantener firme la esperanza y el optimismo. La evolución de la pequeña requiere su tiempo, pero el hecho de que no haya involucionado es tomado como una buena noticia en sí.

Toca esperar, lo que acrecienta el nerviosismo en sus padres. La influencer no ha querido despegarse de su niña en ningún momento y ha preferido vivir este momento en privado. Esto incluye alejarse de sus redes sociales, las cuales permanecen en rotundo silencio desde que toda su atención se centró en su pequeña. Pero han podido hablar con ella, como así asegura el director de la revista ‘Lecturas’, Luis Pliego, en ‘TardeAR’.