Tras varios meses apartado de la televisión, Nacho Palau regresó anoche a "Déjate Querer" para hablar sobre su estado de salud. El valenciano y expareja de Miguel Bosé fue diagnosticado de cáncer de pulmón el año pasado, a la vuelta de “Supervivientes”, y desde entonces ha estado sometido a un duro tratamiento que ha sobrellevado con mucho “dolor” e “impotencia” por ver también sufrir a sus seres queridos.

En una íntima entrevista con Paz Padilla, Nacho Palau destacó que la llegada de la enfermedad “fue un guantazo tremendo”. " Hace un mes empecé a hablar porque se me hinchó la garganta, la tuve fastidiada", indicó. De hecho, a punto estuvo de tirar todo por la borda. “Hubo un día que dije: no puedo más, que se termine esto, me lleve por delante y no quiero saber nada".

Sin embargo, fue su familia, sobre todo sus cuatro hijos, quienes le hicieron sacar fuerzas para tirar hacia delante. Y tras las desavenencias del pasado, Miguel Bosé también se convirtió en uno de los grandes apoyos del valenciano durante este proceso. Él fue a una de las primeras personas a quien llamó cuando le diagnosticaron la enfermedad y confiesa que llegaron a llorar juntos. “Miguel me dijo que estaba ahí, que no me preocupara. Que me cuidara y me alimentara bien”, reveló. Además, aunque el proceso judicial por la custodia de sus hijos sigue en marcha, confesó que le sigue queriendo mucho.

En cuanto a su estado de salud actual, Palau aseguró que se encontraba bien y que lo único que desea es verse recuperado cuanto antes. “Se pasa mal, no ha sido fácil, el verte tan estropeado, con dolores constantes, pruebas… Soy un tío que puedo con todo y verse tan vulnerable era horrible", recordaba. “La suerte que he tenido es que no había metástasis. Ahora me quiero ver normal y recuperado”.