María Ángeles Grajal admite que mintió: nunca se casó con Jaime Ostos por la Iglesia

Jaime Ostos Junior ha tirado de la manta y ha dejado a María Ángeles Grajal, viuda de su padre, como mentirosa ante todo el mundo. Lo ha hecho a modo de denuncia público en una entrevista concedida para ‘ABC’ para dejar claras las supuestas malas artes de la doctora a la hora de gestionar todo lo relacionado con la muerte de su padre. Primero se queja de que no le esperase tan solo dos horas para estar presente en el crematorio y el último adiós al torero. Después de que ha “desmantelado la casa” y se ha quedado, según él, con todo lo que había de valor. Pero, lo que más ha causado revuelo, es subrayar que Jaime Ostos y ella jamás se han casado a través de la Iglesia, como así afirmaron mediante una exclusiva. Es decir, le acusa de mentir descaradamente y tiene pruebas que sustentan tan contundente afirmación.

“Ella nunca ha querido que estuviéramos cerca de mi padre, es una arpía”, llegaba a decir el primogénito del torero, que sube la apuesta al poner en duda la boda de su padre con la doctora. Durante meses le pidió a María Ángeles Grajal el certificado de defunción para poder registrarlo en España –murió en Colombia en enero de 2022-. Nunca se lo dio, por eso contrató a un equipo de abogados para enviar cartas a las diócesis de Madrid para certificar que se casaron por la iglesia en julio de 2015. No hay constancia de este registro, por lo que “no existe una boda religiosa con ella”. Ahora, Grajal se ha visto obligada a confesar la verdad para ‘Y ahora Sonsoles’, programa de Antena 3.

Paloma García Pelayo ha confirmado en exclusiva para el programa de Sonsoles Ónega que María Ángeles Grajal y Jaime Ostos jamás se casaron por la Iglesia. En realidad, su ‘sí quiero’ fue en Villaviciosa de Odón, pero no formalizaron su unión a ojos de Dios porque les faltaba un documento que nunca llegó. Una confirmación que viene a dejar claro que el primogénito del diestro no mentía cuando puso a sus abogados a trabajar.

Tampoco en lo que a la venta de la casa en la que su padre y su viuda vivieron durante sus últimos años. Jacobo Ostos, el pequeño de la familia, confirma que las llaves se entregan el próximo lunes. De esta transacción, los hijos de Jaime Ostos –que son cuatro al sumar a Gisela y Gabriela- deberán recibir, al menos, la legítima, una tercera parte. El menor confirma que su madre avisó a sus hermanos para que fueran al domicilio a llevarse lo que quisieron, pero ellos aseguran que estaba “desvalijada” y que poco quedaba para elegir entre los enseres personales que le recordasen a su padre. Ya se habían encargado de preseleccionar lo que les llamaba la atención y aquellos objetos que tuviesen un valor real más allá del sentimental. La otra parte, como era de esperar, lo niega. Continúa la guerra.